El PSOE se enroca tras las elecciones europeas de este pasado domingo y descarta por completo un adelanto de las generales. "Si alguien lo esperaba, que espere, porque hay gobierno progresista para rato", ha espetado este lunes la portavoz, Esther Peña. No obstante, los socialistas no esconden su decepción. El partido no ha logrado su objetivo, aunque se arroga el poder de ser el dique de contención de la ultraderecha a la que alimenta.
Los socialistas, que lograron 20 escaños con el 30,19 % de los votos frente a los 22 asientos del PP, consolidan su estrategia de división de la derecha. No solo no cejan en su empeño de equiparar a los populares y a Vox, sino que están hinchando a la fuerza del activista ultra Alvise Pérez, que logró tres escaños en el Europarlamento. Y todo con el fin de impedir una suma alternativa a la llaman, simbólicamente, dragón de tres cabezas.
En Ferraz se extiende la calma, porque el caso Begoña Gómez, la mujer del presidente, no ha tenido un impacto significativo en el resultado electoral. Cabe reseñar que ya el presidente del Gobierno acusó en su segunda carta a los españoles al juez de instrucción que sigue la pista de las conexiones empresariales de Gómez de interferir en el proceso el electoral de este domingo al anunciar la fecha de la citación en plena campaña. Y este lunes, Peña ha rematado: "¿Es normal que el órgano de gobierno de los jueces, con un mandato de más de 2.000 días caducados y con su mayoría conservadora, se dedique a hacer política?".
La papeleta socialista se ha convertido en el lugar común del resto de votantes de su izquierda. Si por algo el PSOE ha resistido esta nueva embestida del PP es por haber pescado apoyos de Sumar e incluso de los socios independentistas de izquierdas, como Bildu y ERC. Esa es otra de las lecturas que se hacen en Ferraz, que ha blandido en esta campaña el grito del voto útil. El propio Sánchez lo pidió en el mitin de cierre en Fuenlabrada: "Hay tres papeletas de la internacional ultraderechista. Y solo hay una papeleta que va a ganar a las tres, la del PSOE".
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Es normal que la izquierda que gobierna y sus socios terroristas, golpistas y separatistas quieran que siga el gobierno. Cuando hicieron la moción de censura en 2018, el pacto entre todas esas fuerzas delincuenciales era saquear a los españoles y destruir el estado. Todavía les queda tarea de saqueo del dinero público para sus negocios y corruptelas y llevárselo a países amigos, como las dictaduras comunistas americanas. En cuanto a la destrucción del estado, ya les queda menos. Por eso no hay ni habrá adelanto electoral, quedan 3 años de trinque y saqueo del dinero público que no es de nadie y chiqui son mil millones eso no es nada. ¡Disfruten de lo votado. Sobre todo viendo lo votado en las elecciones de ayer. Por cierto, el partido podrido es lo mismo pero en azul.