Son las 9.00 horas de la mañana del jueves 24 de mayo y un "satisfecho" Mariano Rajoy irrumpe en antena con el periodista de la Cope Carlos Herrera para celebrar por todo lo alto la luz verde del Congreso a los Presupuestas Generales del Estado de 2018. Aún con la resaca provocada por dos jornadas maratonianas de negociaciones in extremis, el presidente del Gobierno se felicita por haber logrado la unión entre siete fuerzas parlamentarias diferentes para sacar las cuentas adelante. "Se ha apostado por construir y no destruir, esto es muy reconfortante y muy inteligente. Demuestra que hay nivel en la política española", analiza.
Pero aunque los PGE han contado con el respaldo de Ciudadanos, Rajoy deja entrever que las relaciones entre el Gobierno y el partido de Rivera no pasan por su mejor momento. Preguntado por si últimamente se entendía mejor con Pedro Sánchez que con quien es su principal socio de en el acuerdo de investidura, el líder de los populares saca el kit de tiro con arco y lanza la siguiente flecha a la diana naranja: "Me gustaría que cuando se llegara a un entendimiento con una fuerza política, hubiera respeto. Podemos hablar, intercambiar opiniones y tomar decisiones de forma conjunta. Lo que no me gusta es el exceso de declaraciones, como que el PP ha permitido que el referéndum se pagara con dinero público. Es absurdo que alguien pueda pensar eso. Creo que a veces es mejor hablar entre nosotros que hablar fuera. Hacerse propaganda lo hace cualquiera".
Defensa del bipartidismo
Además, en favor del llamado bipartidismo, no duda en afear a Ciudadanos -también a Podemos- que nunca han gobernado. "Hay sensación de adanismo, parece que con ellos comienza el mundo, aunque el mundo comenzó hace mucho tiempo". "A todos esos que llegan nuevos, lo más que puedo darles es el beneficio de la duda", lanza. Por contra, Rajoy celebra la "lealtad" de los socialistas en temas como la intervención del gobierno en Cataluña artículo 155 mediante.
En menos de 24 horas, Rajoy se ve obligado a cambiar de 'enemigo'. Las alabanzas a la "lealtad" de Sánchez con respecto al 155 y las aspiraciones a seguir alcanzando acuerdos se esfuman"
Sin embargo, su esquema de amistades se rompe tan solo minutos después, cuando la Audiencia Nacional hace pública la sentencia del caso Gürtel. Cae Francisco Correa, cae Luis Bárcenas, cae Jesús Sepúlveda... y el PP se convierte en el primer partido condenado por corrupción, debilidad que el resto de partidos políticos aprovechan para mover ficha y, en el caso del socialista Pedro Sánchez, para tratar de catapultarse, de nuevo, a Moncloa. En la mañana del viernes, justo antes de dar comienzo la Ejecutiva Federal en la sede del partido en Ferraz, la portavoz socialista, Margarita Robles, registra, sin hacer mucho ruido, una moción de censura contra el actual presidente en el Congreso de los Diputados.
En menos de 24 horas, Rajoy se ve obligado a cambiar de 'enemigo'. Las alabanzas a la "lealtad" de Sánchez con respecto al 155 y las aspiraciones a seguir alcanzando acuerdos con los socialistas en otras materias se esfuman de un día para otro y comienzan los guiños al partido de Albert Rivera que, tras la moción del PSOE, optó por no apoyarla y, eso sí, pedir elecciones anticipadas al considerar que la corrupción "ha finiquitado la legislatura" y que la situación del Gobierno es "insostenible".
Dardos al "figura" de Sánchez
La maquinaria del PP comienza entonces a cargar contra Sánchez. Primero desde Génova y, poco más tarde desde Moncloa. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, se refiere al PSOE como "el partido de los Eres" y acusa al dirigente socialista de vivir en una "sobreactuación permanente" y tener una "ambición desmedida por llegar a Moncloa. En una rueda de prense celebrada este viernes, Martínez-Maillo le llama "figura" e insiste en que está "hiperventilando".
"¿A qué Sánchez nos tenemos que creer, al de la corbata que apoyó a Rajoy con el Artículo 155 o al partidista que presenta una moción y da ventaja a los independentistas?", lanza el político zamorano en referencia a la supuesta intención de Sánchez de no rechazar apoyos a su moción, aunque sean de partidos independentistas. Minutos después le secunda el propio Rajoy desde Moncloa al insinuar que "cualquier día veremos a Sánchez pactando con Puigdemont". El guiño es ahora para la formación naranja. Aunque Martínez-Maillo advierte que Cs debe aclararse, niega que Rivera haya roto su acuerdo de apoyo al Gobierno. "Me quedo con el Ciudadanos responsable que apoya los PGE", señala. Las flechas de Génova apuntan desde este viernes a la diana sanchista.