Las últimas voces críticas en el seno del PSOE se han apagado después de la ronda de llamadas de Pedro Sánchez con los dirigentes autonómicos. Los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García Page, han bendecido el pacto con ERC después de cuestionarlo en público durante varios días.
Según han informado los dos barones, Sánchez les ha trasladado que el acuerdo con el separatismo catalán, de producirse, se moverá dentro de los límites de la Constitución.
"(Sánchez) me ha asegurado que nada de lo que tenga que hacer para su investidura, ni su posterior trayecto como presidente del Gobierno, se va a salir ni un milímetro de la Constitución y del perímetro de lo legalmente establecido", ha dicho Lambán después de 21 minutos de conversación telefónica con el jefe del Ejecutivo.
Page: la Constitución no se discute
En la misma línea, García Page ha señalado que Sánchez le ha trasladado su compromiso con el respeto a la Constitución. El presidente castellanomanchego ha recordado al presidente del Gobierno que todo el mundo tiene que tener claro que "no se puede ni siquiera discutir el marco constitucional".
Sánchez ha sorteado los últimos obstáculos internos a su acuerdo de investidura con el independentismo. Lambán y Page han sido los barones que más se han significado en su crítica al oscurantismo de la negociación con ERC.
Lambán calificó de socio "indeseable" a la formación republicana. Mientras que Page, bastante gráficamente, dijo que no quería "vaselina" como regalo para el día de Reyes. Los dos expresaron que la resolución de la crisis catalana trasciende al PSOE y debe negociarse al margen de la investidura.
Acuerdo con Cs y PP
Lambán, por su parte, pidió un acuerdo con Ciudadanos (10 diputados) y el PP. Pero el presidente aragonés ha asegurado que los dos partidos han mostrado una enorme "miopía política" al negarse a apoyar el Gobierno de Sánchez con Pablo Iglesias y esquivar así a ERC.
Sánchez ha anunciado este martes que convocará la conferencia de presidentes autonómicos anualmente. Y ha trasladado a todos ellos que esta legislatura debe ser, por un lado, "la legislatura del diálogo" y, por otro, la de "la reducción de la tensión territorial".
También ha dicho que uno de sus objetivos es abordar de una vez la reforma de la financiación autonómica, una de las reivindicaciones de la mayoría de comunidades.
