El líder histórico del opositor Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, Severo Moto (Sevilla de Niéfang, 6 de noviembre de 1943), y su número dos, Armengol Engonga (Evinayong, 26 de agosto de 1950) aseguran que el Gobierno socialista de Felipe González se valió desde finales de 1991 hasta 1996 del excomisario José Manuel Villarejo para financiar a esta formación política en España. Así lo explican ambos opositores en una entrevista en exclusiva concedida a Vozpópuli.
"Villarejo repetía: 'Corcu [en alusión al entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera] quiere que os proteja", sostiene Moto, que destaca que esta ayuda se mantuvo "hasta 1996".
La financiación, que la oposición considera "muy importante", consistió en dejarles usar un amplio local con todos los servicios incluidos en el centro de Madrid, pero el excomisario también afrontó los pagos por las importantes llamadas telefónicas a Guinea Ecuatorial.
Llamadas de teléfono
"Solo las llamadas de teléfono que hacíamos a Malabo para transmitirle las informaciones de lo que estaba ocurriendo aquí y al revés; solo la factura de teléfono, solo eso era brutal. Era un apoyo para nosotros, y esO la afrontaba Villarejo: la sede y las llamadas a Bruselas. Nos dio una infraestructura, tanto de comunicaciones como de seguridad, dijo que por orden del Gobierno de Felipe González", completa el vicepresidente del Partido del Progreso, Armengol Engonga.
A la pregunta de cómo los opositores conocieron a Villarejo, Severo Moto relata que el excomisario acudió a su puesto de trabajo al acabar su jornada laboral en RTVE en Madrid. "Sobre las dos menos cuarto, apareció allí, casi llegó hasta el despacho. Y luego se me ofreció directamente. Hizo referencia a un amigo policía con el que había quedado aquella tarde. Pues llegó este señor y me invitó a una comida", explica el presidente del Partido del Progreso.
Ese primer día, apuntan otras fuentes conocedoras del papel desempeñado por Villarejo, el excomisario acudió a la reunión con un coche utilitario. El resto de los días, apuntan las mismas fuentes, Villarejo utilizó un Porsche, al igual que otros de los agentes que le acompañaban.
"Conozco tus problemas"
A partir de esa invitación, la relación entre Villarejo y los opositores se estrechó. "Además, lo dijo: conozco tus problemas y tu situación de inseguridad. Y yo soy policía y vamos a tratar de ayudarte, porque yo también he pasado mis problemas. Os voy a ofrecer una sede", relata Moto en la entrevista.
"Bueno, era evidente. Estábamos tirados, casi como siempre, en la auténtica miseria, y nos ofrece la sede. Y en todo lo demás, prácticamente vamos de su mano", dice el político guineano. "Desde el primer momento, al ser policía, pues es evidente que detrás estaría el Gobierno, el Gobierno español de entonces, y no entramos en más preguntas sobre por qué ni cuál era la razón. Al ofrecernos una sede y esas posibilidades que nos brindó, lo único que cabía es que le agradeciéramos este gesto, aunque realmente no sabíamos de dónde venía el gesto", añade.
¿Pero ustedes dieron por hecho que era el Ministerio del Interior?, pregunta entonces este periódico, ante lo que Severo Moto responde: "Efectivamente, era el Ministerio del Interior, se supone que al ser comisario de Policía pues pensamos que eso venía de las manos directamente del Gobierno".
"Información vaginal"
El edificio que les facilitó Villarejo, prosiguen los opositores en la entrevista, era mucho más amplio que el anterior. Tenían dos despachos, el de Severo Moto y el del vicepresidente [Armengol Engonga]. Y una sala para las reuniones del partido. Por las tardes, el despacho se llenaba de la agencia de modelos, que Villarejo utilizaba para lo que en la comida con la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, denominó "información vaginal".
"Y Villarejo daba de nosotros una información muy favorable". A finales de 1991, González se reunió con los integrantes de la oposición. "La relación con Villarejo era solo con el Partido del Progreso y la protección de sus directivos. Y nosotros supimos que tenía relación con el Gobierno cuando repetía 'Corcu, Corcu'. Sabíamos que estaban preparando informes con respecto a nosotros para el Gobierno, y uno de estos informes llegó a Guinea Ecuatorial", relata Severo Moto.
El presidente del Partido del Progreso considera que la relación de Villarejo con su partido fue positiva. Primero por la protección: "El primer grupo que vino a España a asesinarme fue un grupo de marroquíes. Nos lo descubrió de una manera tan eficaz Villarejo… Me dijo: 'ten cuidado, porque parece que hay un grupo de marroquíes que van muy bien vestidos, y que además vienen en busca tuya, lo mejor que puedes hacer, si tienes sus nombres o los conoces de alguna manera, llévalos a la prensa, porque inmediatamente desaparecerán", recuerda el opositor guineano.
Tres marroquíes
Poco después, Severo Moto vio a tres hombres, "muy bien vestidos" y que no paraban de mirarle. "Por la tarde, un compañero marroquí, que vivía en Fuenlabrada, me dijo que había tres hombres que me habían preguntado por mi. Vienen a por ti, procura cambiar de trayectoria cuando vayas a TVE. Y todo eso me lo explicó Villarejo", indica el político africano.
Según esta versión, fue Villarejo el que le indicó que debía cambiar de horario para salir de casa al trabajo y que informara a la prensa. "Y por eso, cuando conseguimos sus nombres y sus pasaportes, fuimos a ABC, y al día siguiente de publicarse, desaparecieron”, recuerda el presidente del Partido del Progreso. "Nos sentíamos seguros y protegidos por Villarejo", agrega.
Los vínculos de Villarejo con los opositores finalizaron "a principios de 1996". En marzo de ese año, José María Aznar venció en las elecciones generales, y apartó del poder a Felipe González. El comisario les dijo que tenían que abandonar el local.
En su declaración tras ser arrestado en noviembre de 2017, el comisario jubilado relató que desde José Luis Corcuera -que habría sido el ministro que acordó su reingreso a la Policía- todos los ministros del Interior, del PSOE y del PP, han recurrido a sus servicios, tal y como consta en la grabación.
Asimismo, Villarejo aseguró a su compañero Enrique García Castaño el 25 de octubre de 2005 que entre los trabajos que llevó a cabo a cargo de los fondos reservados del Ministerio del Interior estuvo la compra de una vivienda para el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, según consta en la grabación de la misma fecha adelantada por Vozpópuli.