El paso firme de Pedro Sánchez hacia los indultos de los líderes del proceso separatista catalán encarcelados sigue inquietando a buena parte del PSOE. Es cierto que la mayor parte del partido cree que esta medida de gracia es necesaria para buscar una salida al conflicto territorial en Cataluña. Pero amplios sectores del socialismo aseguran a Vozpópuli que el presidente del Gobierno ha planificado una jugada partidista, pero no de Estado. Y temen que el resultado de la operación sea una ruptura del Gobierno separatista catalán que empuje a Salvador Illa y el PSC a convertirse en la muleta de ERC en la Generalitat.
La carta de Oriol Junqueras a favor de los indultos no ha sido un alivio tan grande como se ha querido trasladar. De hecho, fuentes socialistas temen que la jugada de Sánchez esté únicamente pensada para acabar con Carles Puigdemont y forzar la salida de Junts per Catalunya (JxCat) del Gobierno catalán. "Es tan obvio, que parece poco serio", dicen estas fuentes. "Esto ya lo intentó (Mariano) Rajoy y ya vimos el resultado".
"Lo de Cataluña se está jugando como política de partido y no como solución", explican. "Los indultos van a romper el independentismo, y eso es bueno pero, ¿qué papel va a jugar el PSC?".
Indultos y tripartito en Cataluña
Illa se ha mantenido firme hasta ahora en su negativa a reeditar el tripartito en Cataluña. No es que se negase a pactar con ERC, pero exigía encabezar el Gobierno como ganador de las elecciones del pasado febrero. La formación republicana consiguió la presidencia tras alcanzar un pacto in extremis con Puigdemont para la investidura de Pere Aragonés. Y el PSOE respiró aliviado en el resto de España tras comprobar que el tripartito no se consumaba.
Sin embargo, no es un secreto para nadie que las relaciones entre JxCat y ERC están en su peor momento. Y existe el convencimiento de que el pacto que sostiene a Aragonés está muerto desde su nacimiento. Los indultos no buscan solo "el reencuentro" como significante repetitivo en el discurso de Sánchez, sino romper de una vez por todas a la derecha y a la izquierda independentista. "A Puigdemont no le va a quedar más remedio que salir del Gobierno catalán", auguran.
La preocupación en el seno del PSOE es qué papel jugará Illa si Puigdemont salta del barco. La dependencia de Sánchez de ERC en el Congreso hace suponer a estos sectores del socialismo que el PSC regresará al tripartito y sostendrá a Aragonés al frente de la Generalitat. "Sería una muy mala noticia", admiten desde el PSOE.
Tanto el PSOE como el PSC mantienen de momento roles distintos pero complementarios de socio y oposición a ERC al mismo tiempo. Pero estas fuentes dudan de que estos papeles se puedan mantener durante mucho tiempo. Mientras Sánchez entrega los indultos, rehabilita a Junqueras como interlocutor y prepara la mesa de diálogo con el referéndum de independencia encima de la mesa; Illa ha presentado un "gobierno alternativo" en Cataluña para hacer oposición al PSC.
El PSC copa el poder económico
Uno de los argumentos que, en opinión de estas fuentes, avalan la vía de un nuevo tripartito es la cantidad de cargos del PSC colocados por Sánchez en las principales empresas públicas del Estado. El último nombramiento ha sido el de Alberto Martínez Lacambra en Red.es, pero el poder del socialismo catalán se extiende a compañías como Aena, Renfe o Hispasat, entre otras.
El caso más polémico ha sido del Indra. El Gobierno, como accionista mayoritario, forzó la salida de Fernando Abril Martorell para situar a Marc Murtra al frente de la multinacional tecnológica. "Murtra es PSC", afirman estas fuentes. "El hecho de que (Murtra) fuera elegido finalmente presidente no ejecutivo lleva a pensar si solo está puesto ahí por el sueldo".