En noviembre de 2011, apenas unos días después de que estallase el caso Urdangarín, el rey Juan Carlos ordenó al gestor de su fortuna en Suiza, Arturo Fasana, que transfiriera un millón de euros a su amiga Marta Gayá desde la Fundación Lucum ya que quería que ella tuviera "un nivel de vida decente", según dejó por escrito el fiduciario suizo en una nota interna a la que ha tenido acceso Vozpópuli en exclusiva.
"He tenido numerosos encuentros con el cliente de la cuenta mencionada, el cual me ha trasladado su preocupación sobre una amiga suya", indicó Fasana dos días antes de la transacción. "Él (Juan Carlos I) me dice que la conoce desde hace más de 25 años, la cual reside en la actualidad en Suiza", añadió en referencia a Gaya.
"Esta persona (Gaya) tiene pocos recursos financieros y no muchos ingresos debido a su edad -68 años-. Él (Juan Carlos I) desea por tanto asegurarla un nivel de vida decente y ayudarla financieramente", subrayó Fasana, quien ostentaba en aquel momento la condición de presidente de Lucum desde la constitución de esta fundación tres años antes.
"Para asegurar su tren de vida durante los próximos años, él (Juan Carlos I) desea hacerle un regalo de dos millones de euros y que el primer millón sea este año. El siguiente pago se hará en el transcurso de 2012", resaltó Fasana, quien anotó por último una advertencia que le hizo el entonces jefe del Estado: "Me ha pedido expresamente guardar una gran discreción sobre este asunto".
Por aquel entonces, este fraccionamiento de los regalos pecuniarios por parte del rey emérito a sus amigas era una práctica habitual en él. En esas mismas fechas se produjeron los tres adelantos a Corinna Larsen "a título gratuito" y "sin posibilidad de retorno" para que la empresaria germanodanesa pudiera comprar el 30% de su actual residencia, una mansión en el exclusivo barrio de Belgravia, en el centro de Londres.
El segundo regalo de un millón a Gaya se tendría que haber producido, por lógica, a finales de 2012, pero en ese momento los fondos de Lucum ya estaban en manos de Larsen. La citada fundación había sido disuelta de forma apresurada en julio de 2012 tras estallar la polémica de Botsuana y los 65 millones de euros que quedaban en su depósito habían sido donados por el rey Juan Carlos a Larsen unas semanas antes.
Así que Gaya se quedó sin el segundo millón previsto para 2012. Al menos, no aparece en la contabilidad de Lucum a la que ha tenido acceso Vozpópuli. El abogado Dante Canónica también dejó rastro del regalo de don Juan Carlos a la mallorquina en un escrito desvelado por OkDiario y que fue enviado a un gestor del banco Mirabaud el 18 de noviembre de 2011, un día después de la nota interna de Fasana.
Regalo "por sus relaciones pasadas"
Canónica aportó datos suplementarios. Por ejemplo, indicó dónde estaba domiciliada Gaya en Ginebra y el hecho de que fuese contribuyente al fisco suizo ya que esta decoradora mallorquina se encontraba sujeta "de manera ilimitada a los impuestos cantonales, municipales y federales desde el 1 de noviembre de 2007". Llevaba por tanto cuatro años con residencia fiscal en el país helvético.
En este regalo del Rey emérito a Gaya se tenían en cuenta "sus relaciones pasadas", en palabras de Canónica (ver abajo), y para llevar a cabo la transmisión del millón de euros se decidió que ella abriese una cuenta en el mismo Banco Mirabaud en el que estaban los fondos de Lucum.
Gaya se presentó el 18 de noviembre de 2011 en las oficinas ginebrinas de Mirabaud, en el número 29 de Boulevard Georges-Favon, donde se le entregó un cheque por el citado importe de un millón de euros que, a continuación, ingresó en su cuenta recién creada.