La Zarzuela sale al paso de la polémica desatada a cuenta de la conversación telefónica mantenida entre el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y el rey Felipe VI, en el que este último le habría dicho a Lesmes que le "hubiera gustado estar" en el acto de entrega de los despachos a los jueces en Barcelona, según publica este viernes El Español.
El monarca fue vetado de la cita por parte del Gobierno, que es quien tiene la última palabra para autorizar los actos oficiales a los que asiste la Casa Real.
A última hora de este viernes, fuentes de la Casa Real han desmentido a través de un comunicado que la conversación entre Felipe VI y Carlos Lesmes se haya producido en esos términos, y han tratado de rebajar la tensión con el Gobierno, tras las críticas y advertencias recibidas por parte del ministro Alberto Garzón y del vicepresidente Pablo Iglesias.
"Ha sido una llamada de cortesía al presidente del CGPJ con el objeto de trasladar su felicitación personal a la nueva promoción de la carrera judicial, sin consideraciones institucionales respecto del acto ya celebrado", reza el comunicado emitido desde Zarzuela.
La nota se publica apenas unas horas después de los ataques recibidos por parte de Alberto Garzón, quien ha acusado este viernes a la Corona de "maniobrar" contra el Ejecutivo, a cuenta de la conversación telefónica con Lesmes.
La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible.
— Alberto Garzón? (@agarzon) September 25, 2020
A estas palabras se han sumado las advertencias del vicepresidente Pablo Iglesias, quien ha recordado al monarca a través de su perfil de Twitter que "respecto institucional significa neutralidad política.