Una carretera discurre en leve pronunciamiento hacia arriba entre un grupo de construcciones industriales de una única altura. Una lejana vibración va convirtiéndose por momentos en un rugido que hace temblar el suelo. Algo se aproxima y, al doblar la esquina, muestra su enorme silueta. Es uno de los Centauro que el Ejército de Tierra ha enviado a Eslovaquia; un hito destacado para las Fuerzas Armadas, toda vez que es la primera vez que se despliegan en zona de operaciones.
“Hemos desplegado seis vehículos Centauro y es la primera vez que salen a zona de operaciones”, afirma desde la base militar de Lešť, en Eslovaquia, el capitán Pablo Vicario Valdés, jefe del escuadrón de caballería de la BRIPAC. En esta ocasión, son dos los vehículos desplegados en el marco de unas maniobras en las que se simula la irrupción de una fuerza enemiga en territorio nacional.
Los dos vehículos avanzan apenas separados con unos pocos metros. Uno lo hace con su cañón de 105 milímetros cubriendo toda la parte frontal; el otro, la trasera. “El objetivo es cubrir entre ambos los 360 grados y darse apoyo entre ellos”, detalla el capitán Valdés. A pie avanzan unidades a pie, dando apoyo y estudiando cualquier posible amenaza que pueda surgir en la zona urbanizada.
“Las ventajas que ofrece el vehículo es que tienen mucha movilidad y la capacidad de designación de objetivos”, añade el teniente Sánchez Amores, jefe de uno de los dos vehículos. El resto del equipo lo componen el conductor, el radio cargador y el tirador, aunque cada Centauro se puede adaptar para incluir a otros cuatro efectivos y trasladarlos en sus entrañas, a salvo de cualquier fusilería exterior.
“No puedo estar más feliz de ver los Centauro aquí”, añade el teniente Sánchez Amores, sin ocultar su predilección por estos enormes vehículos del Ejército de Tierra. Porque España ha elegido Eslovaquia como el escenario donde desplegarlos por primera vez en zona de operaciones: nuestro país, con 800 efectivos, lidera el contingente multinacional de 1.200 militares que la OTAN mantiene en Eslovaquia, con el objetivo de reforzar la defensa colectiva en el flanco este y aumentar la disuasión ante cualquier posible amenaza.
De fabricación italiana, los Centauro pesan 23 toneladas y tienen una longitud de 7,85 metros, anchura de 2,73 y altura de 2,43. Una bestia blindada que puede desenvolverse en la mayoría de terrenos gracias a sus ocho ruedas. Además del citado cañón de 105 milímetros -con una munición para 40 disparos-, cuenta con un ametralladora de 7,62.
A pesar de estas dimensiones no se trata de un vehículo de desplazamiento lento. Al contrario, puede superar los 100 kilómetros por hora, con una autonomía de 800 kilómetros.
El traslado a Eslovaquia
Trasladarlos hasta Eslovaquia supuso un reto logístico. Los seis Centauro se embarcaron en góndolas -terrestres- desde la base de Marines, en Valencia, hasta el puerto de Sagunto. Desde ahí se enviaron por vía marítima hasta República Checa, donde se recurrió de nuevo a las góndolas para llevarlos de forma definitiva a Eslovaquia.
En zona de operaciones exprimen sus capacidades y ponen a prueba sus límites. Así lo han hecho en las maniobras que han tenido lugar esta semana y de las que ha sido testigo Vozpópuli: “Ahora mismo nos han comunicado la misión de que tenemos que atravesar un itinerario y ese itinerario pasa por una población”, detalla el capitán Valdés.
“Estamos realizando un movimiento combinado de personal a pie y vehículos para atravesar dicha población -añade-. Los vehículos son más vulnerables en población, porque es muy fácil bloquearles el paso y que nos quedemos fijados. No es como en campo abierto, que podemos desbordar cualquier obstáculo”.
Una amenaza que en territorio urbanizado puede llegar desde varias posiciones: “Aquí hay muchos niveles: el de tierra; las ventanas, que cada una puede suponer un problema; e incluso el subsuelo. Esa es la mayor dificultad para nuestro vehículo. Sin personal desembarcado no podemos hacer frente a esas amenazas”.
De fondo se escucha el tronar de los vehículos, que avanzan entre calles y viviendas. Y así es como rugen los Centauro del Ejército español en Eslovaquia. Por primera vez, en zona de operaciones.