La Base General Alemán Ramírez del Mando de Canarias en Las Palmas esconde en su interior una de las plataformas de entrenamiento subterráneo más importantes de la OTAN. Entrar en ese espacio es de una oscuridad total con un aire concentrado donde apoyo de fuego, ya sea aéreo, blindado o artillería, es inservible. Con paredes que pueden derrumbarse y comunicaciones que pueden fallar en cualquier momento, los soldados de la Brigada Canarias XVI del Ejército de Tierra saben que cualquier giro equivocado puede dejarles solos y que el sonido viaja de manera diferente bajo tierra, por lo que puede ser una ventaja incapacitar amenazas. Vozpópuli ha acompañado a estas fuerzas en su claustrofóbica rutina diaria. Un soldado que prefiere no identificarse profiere en voz baja: "Es como estar en clandestinidad, en espacios oscuros y estrechos, capaces de generar sensaciones de ansiedad ante el aislamiento por mucha experiencia que se tenga". En este medio, el combate "es más primitivo y cuerpo a cuerpo".
El Mando de Canarias, al mando del general Julio Salom, recrea día a día en la Base General Alemán Ramírez las tácticas de combate de grupos terroristas como Hamás y recrean situaciones bélicas como las acontecidas en la remota de Darayya, en Siria, donde se libró una auténtica guerra de túneles. Esto ya no va de trincheras: los efectivos de la Brigada Canarias están preparados para atravesar laberintos de alcantarillas y operar en túneles debajo de sus calles, que ocultan múltiples amenazas. Estas pueden variar en tipo y alcance, pero todo terreno subterráneo provoca el mismo efecto: reducir, equilibrar e incluso negar la superioridad tecnológica militar.
Referencia en el combate en el desierto
La Brigada Canarias XVI del Ejército de Tierra, al mando del general Ricardo Esteban Cabrejos, implantada en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, es la unidad de referencia para el entrenamiento de combates en subsuelo y es también pionera en la formación militar en este terreno. El general Cabrejos recuerda que la Brigada ya es unidad de referencia en el combate en el desierto, y que tanto estas condiciones como las de subsuelo "son dos entornos muy habituales" en sus actuaciones en las distintas misiones que desempeñan en el extranjero, sobre todo en Mali o el Líbano.
El Ejército de Tierra en Canarias está adoptando un ataque multifacético contra amenazas como la subterránea con un enfoque que puede atormentar a quien no esté preparado para luchar en todo el mundo contra amenazas similares y con frentes no estatales en escenarios donde hay una ausencia total de suministro de aire limpio y a amenazas químicas. A los soldados se les equipa con distintos tipos de dispositivos de respiración, medidores especializados para detectar sustancias químicas y otras amenazas. Algunos sistemas pueden mantener a un soldado experimentado respirando durante casi una hora, pero la llamada respiración 'en pánico' puede reducir ese tiempo a la mitad. Y si no se respira de forma adecuada es imposible cumplir la misión.
Los planes medioambientales que tiene el Ejército de Tierra en Canarias arrojan detalles tan curiosos como que el suelo donde realiza buena parte de su trabajo están con el 'malpaís volcánico' intacto desde la llegada de Juan Rejón, fundador de Las Palmas en 1478, a la isla de Gran Canaria. Es lo que ocurre sobre el suelo de la Base General Alemán Ramírez, donde el Mando de Canarias ha aprovechado estructuras del pasado para ensayar la guerra en el subsuelo.
A todo esto, hay que sumar que el foso generado por la extracción de rocas destinadas al puerto de Las Palmas para crear las condiciones de escenarios de conflicto y de alta preparación de los efectivos con capacidad de despliegue inmediato de la Brigada Canarias (Brican XVI). En el subsuelo hay todo un laberinto semejante en los entornos similares a los que hay en Gaza con los túneles que se emplean en la escalada bélica en Oriente Próximo.
La Base ubicada en Gran Canaria ha superado de forma sobresaliente todos los controles de la Inspección General del Ejército de Tierra en materia de procedimientos de trabajo, la gestión de los servicios, las condiciones de vida del personal, la eficiencia energética, la seguridad, la prevención de riesgos laborales, el medio ambiente y el mantenimiento de la infraestructura, así como el ejercicio de buenas prácticas el entorno.
La Base es sede de diferentes unidades como la Brigada Canarias XVI o el Regimiento de Artillería Antiaérea 94, ambas pertenecientes al Mando de Canarias del Ejército de Tierra. Como parte de la Base se encuentran también el Palacio de San Telmo y el Campo de Maniobras y Tiro de La Isleta. Junto a la Base Discontinua La Cuesta, en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), es la joya medioambiental del Ejército de Tierra en Canarias. Estas dos bases forman parte también del Sistema de Gestión Ambiental Conjunto de Canarias, el mayor del Ejército de Tierra.