Las protestas contra la amnistía en las sedes del PSOE y la elevación del tono por parte de la oposición tras los pactos con Junts han provocado que desde Ferraz salgan a defender el partido con uñas y dientes cada ataque. El último ha sido el que Santiago Abascal ha proferido sobre Pedro Sánchez en su 'tour' por Argentina tras la investidura de Javier Milei.

A su vuelta, Abascal no solo no se ha retractado de sus palabras, sino que ha echado en cara al PSOE su doble rasero a la hora de valorar acciones políticas de mal gusto. Desde la tribuna, expuso la fotografía que las Juventudes Socialistas publicaron en 2015 junto a una guillotina y la cabeza del presidente del Gobierno de aquel entonces, Mariano Rajoy. "A la fiscalía, López", le dijo el líder de Vox al portavoz socialista en el Congreso, que no aprovechó la coyuntura para hacer autocrítica de la polémica imagen nueve años después.

Lo cierto es que el PSOE tiene una lista de situaciones similares, comenzando con los casos de corrupción. Mientras Sánchez y su equipo se han pasado años llamando corrupto al Partido Popular por los diversos casos en los que ha estado envuelto, desde Ferraz han callado o incluso defendido las causas propias. El actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aseguró el pasado verano que la sentencia contra Chaves y Griñán fue "injusta" y que considera "inocentes" a ambos exdirigentes del partido en Andalucía.

Desde el PSOE tampoco rectificaron las palabras de Magdalena Álvarez sobre Esperanza Aguirre en 2008, por entonces ministra de Fomento, aseguró que "en el único sitio en la estación de la Terminal 4 en el que podía haber estado Aguirre porque es de la Comunidad de Madrid es tumbada en la vía o colgada de la catenaria". Tras esas afirmaciones, Álvarez aseguró que se habían malinterpretado y que no había deseado que se produjese "algún daño físico" sobre la expresidenta madrileña. En definitiva, ella decidió matar al mensajero: "Nada tiene que ver con su errónea interpretación".

Esto mismo hizo Podemos durante su etapa en el Gobierno junto al PSOE de Pedro Sánchez. Pablo Iglesias 'disparó' contra unos cuantos periodistas durante su campaña para la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2021. "Ellos ya han hablado mucho, ahora que hable la mayoría", decía el vídeo, que señalaba a comunicadores como Vicente Vallés, Susanna Griso, Pablo Motos o Carlos Herrera. Inmediatamente después, el portavoz del PP de entonces, Teodoro García Egea, pidió al PSOE que condenara estos ataques, algo que no sucedió. "Atacaron a los jueces, defendieron a los violentos y ahora atacan a la prensa libre", sentenció el excargo popular.

EL PSOE también guardó silencio el pasado mes de octubre cuando una asociación juvenil independentista vinculada a EH Bildu organizó el 'tiro al facha': colgaron en un instituto de Eibar una pancarta con las caras de Carlos Iturgaiz (Vox en País Vasco), Juan Carlos I o Julián Iantzi, presentador de TVE. El gobierno municipal de la ciudad, que es del PSE, calló sobre este hecho en lugar de condenarlo.

A ello hay que sumar las sucesivas vandalizaciones de las sedes y actos de Vox. Tan solo el PSOE de Cuenca salió al paso para denunciar el ataque al local que tiene la formación en la ciudad. Ante el resto de sucesos, silencio absoluto desde Ferraz y sus filiales, aunque sí llevará a Abascal ante la fiscalía por acudir a las manifestaciones en la sede socialista en Madrid.

Otro caso de 'doble rasero' tiene que ver con el lema 'Borbones, a los tiburones', un cántico que se ha escuchado en múltiples ocasiones en manifestaciones de ultraizquierda y que ahora utilizan en Ferraz para quejarse de la inacción de Felipe VI ante 'el golpe' de Pedro Sánchez. Unos cánticos que el PSOE ahora condena y que antes no, incluso cuando Irene Montero, exministra de Igualdad, llegó a escribirlo en Twitter.

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