“Esto es de película, da un poco de miedo”, cuenta algo asustada María, una española que vive en Boston con Pablo, su marido. La ciudad está en jaque desde que el pasado lunes estallaran dos bombas en la línea de meta del maratón. La Policía, que ha ido avanzando poco a poco en la investigación, comenzó a distribuir el jueves cuartillas con fotografías de los dos sospechosos de haber cometido el atentado. El objetivo: identificar a los autores del crimen cuanto antes.
María y Pablo, que acudieron ayer a un concierto de la banda Fleetwood Mac, recibieron una de esas cuartillas. Al terminar el concierto e irse a la cama, ya conocían la noticia de que un oficial había muerto en un tiroteo con uno de los sospechosos. Al despertar, se han enterado de la muerte del que se ha venido a denominar “sospechoso número uno”, que en las imágenes distribuidas vestía una gorra negra y gafas de sol.
Cuartilla distribuida por la Policía con la imagen de los dos sospechosos
En la vorágine del tiroteo con la Policía el "sospechoso número dos" consiguió huir a Watertown, un pueblo situado a las afueras de Boston y muy cercano a la localidad de Waltham, donde viven María y Pablo. La Policía trata de estrechar el cerco sobre él y para ello ha puesto todo el área metropolitana patas arriba. Las localidades de Watertown, Waltham, Newton, Belmont, Cambridge y Allston-Brighton, situadas al oeste de Boston, han sido las primeras en estar cerradas a cal y canto. Posteriormente, el toque de queda se ha extendido a todo el perímetro de la ciudad y sus alrededores.
Hoy, todos los negocios están cerrados y la población debe permanecer atrincherada en sus hogares. Los ciudadanos de Boston han amanecido esta mañana con correos electrónicos de sus empresas y de los colegios a los que llevan a sus hijos en los que se les pide que no salgan de casa.
Todo el transporte público está inoperativo. Hasta el espacio aéreo está cerrado
María está algo preocupada y asustada porque en Watertown viven dos de sus mejores amigas. Es el pueblo donde ella misma hace la compra y donde lleva a sus dos hijos a la piscina. Hoy, Watertown ha perdido su anonimato y su nombre ha saltado a todas las cadenas nacionales de EEUU y a varios medios internacionales. Allí se refugia el "segundo sospechoso" y la policía está yendo puerta por puerta con la intención de localizarle.
Jesús y Cristina, un matrimonio español que vive en Watertown
A escasos 200 metros de donde está localizado el centro de operaciones policial de Watertown viven otros dos españoles: Jesús y Cristina, un matrimonio con dos niñas de tres y cinco años. No pueden salir de casa. No pueden ver mucho a través de las ventanas porque un edificio contiguo les tapa la vista y únicamente oyen sirenas y helicópteros.
“La Policía no ha venido preguntando puerta por puerta, pero a primera hora de la mañana hemos visto cómo se paseaba un coche policial para investigar la zona” explica Jesús. Tanto él como su mujer trabajan para el grupo Santander en Boston. Viven allí desde hace tres años, pero a Watertown se mudaron hace unos pocos meses.
Jesús: “Al final, tienes la sensación de que el sospechoso puede estar debajo de tu coche”
“A primera hora de la mañana nos ha llamado la chica que viene a ayudarnos con las tareas domésticas para decirnos que no venía. Inmediatamente después me han llamado del colegio y del trabajo para advertirme de que iban a permanecer cerrados” así relata Jesús cómo ha ido viviendo los acontecimientos.
“Se ha creado una situación de alarma. Estamos como en una especie de estado de sitio, pero miedo no he pasado” afirma. De lo único que se queja es de que la Policía les ha advertido de que a lo mejor tienen que seguir así todo el fin de semana. “Al final, tienes la sensación de que el sospechoso puede estar debajo de tu coche”, remata.
"Todo está cerrado y no hay nadie en la calle"
En toda la ciudad de Boston han cerrado el metro y los autobuses. Todo el transporte público está inoperativo. Hasta el espacio aéreo está cerrado. “Hay sirenas por todas partes. Está todo el mundo en alerta. Hoy la gente se ha levantado, habrán echado un vistazo a su correo electrónico y han visto que no se puede salir” así resume María cómo están viviendo los ciudadanos de Boston la captura del “sospechoso número dos”.
“No recuerdo precedente semejante en un país occidental” cuenta Pablo. Y añade: “Esto es increíble. Una ciudad así totalmente parada. Todo está cerrado y no hay nadie en la calle”. Además, las autoridades les han dicho que sólo pueden dejar entrar en casa a policías claramente identificados.
“No recuerdo precedente semejante en un país occidental” cuenta Pablo
La Policía ha pedido que nadie escriba en las redes sociales sobre los sitios en los que se está llevando a cabo la búsqueda, para no dar pistas al fugitivo. La cadena de televisión CNN estuvo emitiendo durante un tiempo con algo de retraso para evitar difundir imágenes violentas en vivo. Pero ahora la policía ha prohibido a las televisiones dar imágenes de las zonas críticas de Watertown. La intención también es la de no dar piestas al fugitivo.
Las autoridades han declinado facilitar la identidad de los dos sospechosos del atentado en el maratón, que han sido identificados por los medios estadounidenses como dos hermanos de origen checheno que residían legalmente en Estados Unidos. El "sospechoso número dos" ha sido identificado por los medios estadounidenses como Dzhokhar A. Tsarnaev, un joven checheno de 19 años que residía desde hace al menos un año en Cambridge, una zona universitaria aledaña a Boston.