Continúa la polémica por los documentos clasificados de Biden. Este lunes la Casa Blanca ha confirmado que no existen registros de visitantes a los domicilios particulares del presidente en los que se encontraron documentos clasificados, cuya publicación exigieron los republicanos.
"Como todos los presidentes a lo largo de décadas de la historia moderna, su residencia personal es personal", ha señalado en un comunicado el portavoz de la oficina legal de la Casa Blanca, Ian Sams, por lo que no es posible conocer quiénes han acudido a la residencia del presidente y, por ende, quién ha tenido la posibilidad de acceder a la información clasificada que allí mantenía.
Dudas sobre "quién pudo haber tenido acceso a información clasificada"
Con este anuncio, la residencia oficial del presidente ha respondido a la petición del presidente del comité de supervisión y responsabilidad de la Cámara de Representantes, el republicano James Comer, para publicar el registro de visitantes al hogar de Biden en Wilmington (Delaware), en el que aparecieron dichos documentos pertenecientes a la época en la que fue vicepresidente (2009-2017) de Barack Obama.
"Es preocupante que los documentos clasificados se hayan almacenado de forma inadecuada en la casa del presidente Biden durante al menos seis años, lo que genera dudas sobre quién pudo haber revisado o tenido acceso a la información clasificada", apuntó Corner en la carta enviada al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, en la que justifica la petición en las "graves implicaciones para la seguridad nacional".
El portavoz de la institución, por su parte, explicó que no mantienen registros de visitantes a las casas personales de los presidentes, pero sí de la propia Casa Blanca. Una norma que reinstauró Biden tras eliminarla la administración de Donald Trump.
Información clasificada en sus residencias personales
A lo largo de la semana pasada la Casa Blanca confirmó en tres ocasiones haber encontrado papeles con información clasificada en residencias de Joe Biden. Una polémica que puede pesarle de cara a las elecciones presidenciales de 2024 -a las cuales todavía no ha confirmado si se presentará-. El pasado miércoles, el presidente se declaró "sorprendido" por los hallazgos, y anunció la plena colaboración de su equipo tanto con el Departamento de Justicia como de los Archivos Nacionales norteamericanos.
También ha tratado de desmarcarse del expresidente Donald Trump (2017-2021), que también está siendo investigado por el Departamento de Justicia por acumular documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), descubiertos tras una redada del FBI.
El pasado jueves el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció la designación de un fiscal especial que estudiará todo lo encontrado y sus circunstancias, el jurista de perfil conservador Robert Hur.