Los gobiernos de Alemania y Francia han anunciado este lunes la expulsión de decenas de diplomáticos rusos en un movimiento coordinado y adoptado tras las acusaciones de crímenes de guerra por la muerte de civiles en Bucha y otras localidades de los alrededores de Kiev después de la retirada de las tropas rusas. En concreto, el Gobierno de Alemania ha declarado persona 'non grata' a 40 diplomáticos rusos por "trabajar cada día" contra la "cohesión" de la sociedad, según ha informado la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock.
Estos diplomáticos acreditados "han trabajado cada día aquí en Alemania contra nuestra libertad, contra la cohesión de nuestra sociedad", ha indicado Baerbock, que ha garantizado que Berlín "no tolerará más" estos comportamientos. Los afectados, que supuestamente eran miembros de los servicios de Inteligencia rusos, tienen cinco días para abandonar el país europeo.
Francia, por su parte, ha anunciado este lunes la expulsión de "numerosos" diplomáticos rusos por actividades "contrarias a nuestros intereses de seguridad". Moscú ha respondido revelando la cifra de 30 diplomáticos expulsados, citada anteriormente por medios franceses por fuentes extraoficiales.
"Francia ha decidido esta noche expulsar a numerosos miembros del personal ruso con estatus diplomático asignado a Francia cuyas actividades son contrarias a nuestros intereses de seguridad", ha publicado el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, que ha destacado que "esta acción forma parte de un proceso europeo".
Mientras, las autoridades lituanas han decidido expulsar al embajador ruso, Alexei Isakov, y cerrar el consulado en la ciudad de Klaipeda "en respuesta a la continua agresión rusa contra la Ucrania soberana y las atrocidades perpetradas por las fuerzas armadas rusas".
Rusia anuncia que responderá
Tras estos anuncios, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y expresidente del país, Dimitri Medvedev, ha asegurado que Moscú responderá con "simetría" a estas expulsiones que ha encuadrado en una "campaña esquizoide".
"Hay costumbres internacionales que son insignificantes y no llegan a ninguna parte. Como por ejemplo la expulsión de diplomáticos como forma de presión sobre otro país (...). Últimamente se ha hecho tantas veces y aquí la tenemos otra vez", ha apuntado.
Así, ha señalado que los "locos polacos" van a expulsar a 45 diplomáticos rusos; los "entusiastas alemanes", a 40; los "refinados franceses", a 30. "Los Bálticos padecen dolores locos fantasmagóricos" y han llamado a consultas a sus embajadores. "¿Quién es más grande?", se ha preguntado.
"Y todo el mundo conoce la respuesta: será simétrica y destructiva para las relaciones bilaterales", ha advertido Medvedev. El pasado 29 de marzo varios países europeos anunciaron expulsiones: Bélgica, 21; Países Bajos, 17 e Irlanda, tres. Lituania, Letonia, Estonia, Bulgaria, Polonia, Eslovaquia y República Checa también han expulsado a diplomáticos rusos.