Marruecos y Estados Unidos atraviesan su particular luna de miel, tanto en términos militares como en cooperación militar. Rabat ha asumido un ambicioso programa de rearme por tierra, mar y aire, y pugnar así por convertirse en la principal potencia de la región. Y el reino alauí ha encontrado en Washington un proveedor de primer nivel para adquirir las nuevas capacidades, entre las que figuran cazas de combate y helicópteros Apache: según los planes previstos, recibirá las primeras unidades de estas aeronaves a principios de 2025.
La compra de nuevos cazas de combate y helicópteros es uno de los programas fundamentales en los que Marruecos está invirtiendo para mejorar sus capacidades aéreas, toda vez que pugna con Argelia por convertirse en la principal potencia militar en el norte de África. Sus intereses han encontrado la mejor acogida en Estados Unidos, que ve en Rabat a un aliado estratégico para frenar, por un lado, la expansión del terrorismo yihadista en África y, por otro, la creciente influencia de Rusia en la región.
Desde Rabat se ha invertido en la adquisición de nuevos cazas F-16V Viper y helicópteros Apache AH64E de fabricación estadounidense, aunque por el momento se desconoce la cifra total del proyecto. Según apuntan desde el medio marroquí Far Maroc, el plan marcha al ritmo deseado, contemplando la fabricación de las primeras unidades para finales de 2024, lo que supondría su entrega para 2025.
En el proyecto también se contempla la reforma de las bases aéreas para adaptarlas a las necesidades de las nuevas aeronaves. Los cazas de combate F-16V Viper estarán en la base de Sidi Slimane -al noroeste del país, a unos 60 kilómetros de Kenitra-, mientras que los helicópteros Apache irían a parar a Juribga, al sur de la posición anterior. A ello habría que sumar el programa de adiestramiento e instrucción de los futuros pilotos marroquíes.
Se trata de uno de los proyectos económicos más ambiciosos que Mohamed VI ha puesto en marcha, al tratar de convertirse en la principal potencia en el norte de África
Desde Marruecos destacan que, con la adquisición de estas capacidades, reforzarán su capacidad de liderazgo militar en la región, particularmente en el ámbito aéreo. Se trata de uno de los proyectos económicos más ambiciosos que Mohamed VI ha puesto en marcha, al tratar de convertirse en la principal potencia en el norte de África.
El plan de rearme de Marruecos
El think tank Instituto de Seguridad y Cultura, en su informe Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la Amenaza Militar sobre España, detallaba que Rabat anunció en 2017 "plan quinquenal de rearme que muchas fuentes consideraron como el puntal para alcanzar la supremacía militar regional": "Éste consiste en adquirir material militar por valor de
22.000 millones de dólares".
Un programa de rearme que choca directamente con los intereses de Argelia en la región, con quien ha mantenido serios contratiempos diplomáticos en los últimos tiempos, incluidas las acusaciones de ataques militares directos. "Las prospectivas económicas indican que Marruecos conseguirá en los próximos años altas tasas de crecimiento económico, mientras que Argelia tendrá un crecimiento mucho más anémico y cercano al estancamiento", afirman desde el Instituto de Seguridad y Cultura.
No faltan los analistas que trasladan esta escalada armamentística como un nuevo escenario de tensión entre Estados Unidos y Rusia, con su proximidad diplomática claramente definida con Marruecos y Argelia, respectivamente. El próximo gran episodio para demostrar el poderío militar será el African Lion, las mayores maniobras de todo África, organizadas de forma conjunta entre Washington y Rabat con el objetivo de compartir conocimientos en el ámbito de las fuerzas armadas y ensayar la respuesta ante diversas amenazas.
Como contó Vozpópuli, el African Lion reúne a miles de efectivos de varias naciones aliadas. En esta ocasión, España no participará en las maniobras que, según Marruecos, transcurrirán en parte en el Sáhara occidental.