Nueva oleada de crímenes en Nigeria. El presidente del país, Bola Tinubu, ha tomado cartas en el asunto tras los incidentes que se están viviendo en las calles nigerianas. El dirigente ha ordenado este martes a las agencias de seguridad local que localicen y detengan a los responsables de los ataques de los últimos días en el estado de Plateau, que dejaron alrededor de un centenar de muertos.
Una demanda que la ha hecho pública a través de su cuenta oficial de Twitter, alegando que los responsables no saldrán ilesos y tendrán que rendir cuentas ante la justicia: "Condeno enérgicamente los atroces y brutales ataques perpetrados en las zonas de gobierno local de Bokkos y Barkin-Ladi en el estado de Plateau, que trágicamente han provocado la pérdida de muchas vidas. He ordenado a nuestras agencias de seguridad que intervengan de inmediato, registren cada parte de la zona y detengan a los culpables de estas atrocidades. Además, he ordenado la movilización inmediata de recursos de socorro para las víctimas supervivientes de estos ataques primitivos y crueles, así como garantizar que se proporcione tratamiento médico a los heridos. Si bien doy el pésame al gobierno y al pueblo del estado de Plateau, aseguro a todos los nigerianos que los enviados de la muerte, el dolor y la tristeza responsables de estos actos no escaparán a la justicia.".
Tinubu, además, ha establecido la movilización "inmediata" de recursos de socorro para las víctimas supervivientes de estos "ataques primitivos y crueles", y ha prometido garantizar el tratamiento médico necesario para los heridos.
Cerca de 96 muertos y 221 casas destruidas en Nigeria
Horas antes, la Policía nigeriana cifró en 96 los muertos y 221 las casas que fueron destruidas en ataques contra 15 comunidades, a lo que se suman la destrucción de ocho vehículos y decenas de motocicletas, pese a que los balances de víctimas mortales de líderes comunitarios varían hasta alrededor de 150, recoge el periódico 'Daily Trust'.
Los ataques, que tuvieron lugar el sábado por la noche mientras los residentes de las comunidades dormían, "estuvieron bien coordinados, no menos de 20 comunidad diferentes fueron atacadas por los bandidos", explicó Oya James, portavoz de Operación Refugio Seguro, grupo encargado de velar por la seguridad del estado.
Nigeria ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias durante los últimos años debido a las disputas en torno a territorios y recursos, especialmente ante el impacto de la sequía. La mayoría de estos enfrentamientos han estado protagonizados por pastores fulani, mayoritariamente musulmanes, y agricultores asentados en el centro del país, principalmente cristianos.
Los fulani denuncian su marginación en Nigeria y otros países de la región, mientras que otras comunidades les acusan de ser miembros de grupos yihadistas que operan en la zona debido a que estos -incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico- han aprovechado el descontento de los peul para engrosar sus filas. Esto ha derivado además en denuncias sobre abusos por parte de las fuerzas de seguridad contra esta comunidad.