El Gobierno de Reino Unido ha decidido retrasar por segunda vez consecutiva la entrada en vigor de varios controles aduaneros para las importaciones procedentes de la Unión Europea, aludiendo al impacto que ha tenido la pandemia en las cadenas de suministro globales y sus consecuencias para las empresas británicas.
El ministro de Estado y responsable del Brexit, David Frost, ha explicado que los problemas derivados de los nuevos controles de aduanas hubieran afectado sobre todo al sector agrícola y alimentario. "En lugar de aprobar estos nuevos controles en este momento, el Gobierno ha decidido escuchar a aquellos que han pedido un nuevo enfoque para dar a las empresas más tiempos para adaptarse", ha indicado Frost.
Se trata de la segunda vez que el Ejecutivo británico retrasa la entrada en vigor de los controles aduaneros con el bloque comunitario. En un primer momento estaba previsto que entraran en vigor el 1 de abril, pero se retrasaron al 1 de octubre.
Más tiempo para adaptarse
Ahora, el Gobierno ha retrasado varios de esos controles de nuevo. Los controles y declaraciones aduaneras completos entrarán en vigor el 1 de enero de 2022, como estaba planeado. No obstante, el Gobierno ha retrasado las declaraciones de seguridad hasta el 1 de julio de 2022.
Bajo el nuevo horizonte temporal, el Gobierno ha retrasado la entrada en vigor desde el 1 de octubre al 1 de enero de la obligación de prenotificar bienes sanitarios y fitosanitarios y los nuevos requisitos para certificados de salud. Asimismo, se han retrasado la obligación de presentar certificados de fitosanitarios en los puestos de aduanas desde el 1 de enero al 1 de julio.
"Las empresas tendrán ahora más tiempo para prepararse para estos controles que se adaptarán a lo largo de 2022", ha apostillado Frost.