El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha celebrado la reconversión de la antigua basílica de Santa Sofía de Estambul en mezquita como un primer paso de un "renacimiento" islámico que debe abarcar desde Bujará, en Uzbekistán, a Al Andalus, en España.
"Mi felicitación de corazón a todas las ciudades que simbolizan esta civilización (islámica), desde Bujará a Al Andalus. Este renacimiento es nuestro deber desde Alp Arslan al sultán Mehmed II y a Abdul Hamid II", todos ellos dirigentes árabes u otomanos conocidos principalmente por sus conquistas, que les permitieron ampliar sus dominios, afirmó Erdogan en su discurso el pasado viernes para conmemorar la reconversión de Santa Sofía en mezquita.
Este renacimiento es el símbolo de la vuelta del sol naciente de nuestra civilización, basada en la justicia, la conciencia, la ética, el monoteísmo y la hermandad"
"Este renacimiento es el símbolo de la vuelta del sol naciente de nuestra civilización, basada en la justicia, la conciencia, la ética, el monoteísmo y la hermandad, la civilización que espera con anhelo toda la Humanidad", añadió.
Diferencias en la traducción del discurso
El discurso oficial de Erdogan en árabe difundido por el servicio de prensa incluye estas referencias, pero ni la versión en turco ni en inglés mencionan en ningún momento Al Andalus.
Además, la versión en árabe enmarca la reconversión en mezquita de Santa Sofía en una corriente que incluye "la liberación de Al Aqsa", en referencia a la Mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del Islam situado en la parte de Jerusalén bajo ocupación militar israelí.
El mar me lleva lejos, a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy dolorido"
La intervención de Erdogan recuerda en particular la conquista de Bizancio por parte de Mehmed II y su entrada en la entonces basílica de Santa Sofía e inmediata conversión en mezquita. Su recuperación como mezquita es una "segunda conquista" de la antigua capital del Imperio Romano Oriental.
El Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan tiene su origen en la organización islamista Hermanos Musulmanes y tras el intento de golpe de Estado fallido de 2016 Erdogan ha endurecido la persecución de la contestación y ha incrementado la presencia exterior de Turquía con despliegues militares en Siria o Libia.
Tristeza del Papa Francisco
El Papa se ha mostrado "muy dolorido" ante la decisión del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan de convertir en mezquita la antigua iglesia bizantina de Santa Sofía de Estambul, que desde 1934 es un museo, perdiendo así su carácter laico.
El acceso a este monumento único de la civilización mundial estará garantizado para todos, incluidos los ciudadanos extranjeros, y se preservarán los santuarios cristianos"
"El mar me lleva lejos, a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy dolorido", ha señalado el Pontífice durante el rezo del Ángelus desde la Plaza de San Pedro, Francisco ha mostrado así sus pensamientos en referencia a la decisión de la justicia turca que abre a puerta a la reconversión del templo en mezquita para el culto musulmán.
Desacuerdo de Putin
El presiente ruso, Vladímir Putin, ha comunicado a Erdogan el malestar que provocó en Rusia la decisión de reconvertir en mezquita la antigua basílica de Santa Sofía.
El mandatario ruso "llamó la atención de Recep Tayyip Erdogan sobre la importante desaprobación que provocó en Rusia la decisión de cambiar el estado de la iglesia de Santa Sofía en Estambul", señaló el Kremlin en un comunicado tras una conversación telefónica entre ambos líderes este lunes.
Según la Presidencia rusa, Erdogan "dio las explicaciones relevantes y señaló que el acceso a este monumento único de la civilización mundial estará garantizado para todos, incluidos los ciudadanos extranjeros, y se preservarán los santuarios cristianos".
Graves consecuencias para toda la civilización humana"
El presidente de Turquía reivindicó el pasado viernes la conquista de Constantinopla por el Imperio Otomano en 1453 como fundamento de un supuesto derecho de su país para que la antigua basílica de Santa Sofía, hasta hoy un museo, vuelva a ser una mezquita, como lo fue hasta 1934.
La Iglesia ortodoxa rusa lamentó enseguida la decisión y advirtió de que este paso puede tener "graves consecuencias para toda la civilización humana".
Previamente, el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, había instado a Turquía a mantener el estatus neutral de la basílica y recalcó que se trata de "uno de los mayores monumentos de la cultura cristiana".