Suecia y Finlandia llevarán este miércoles a la OTAN sus respectivas solicitudes de ingreso, con el objetivo de iniciar un proceso que previsiblemente se acelerará y que, de llegar a término, convertiría a los dos países nórdicos en los miembros número 31 y 32 de la Alianza Atlántica.
Los dos países han encadenado varios pasos burocráticos en estos últimos días y, según la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, este miércoles entregarán la solicitud de forma conjunta. "Es una señal de que estamos unidos para el futuro", ha dicho en una rueda de prensa junto al presidente finlandés, Sauli Niinisto.
Andersson ha subrayado la "larga historia común" de los dos países, incidiendo en que la seguridad de ambos también está ligada. En este sentido, ha alabado la coordinación frente a la "guerra ilegal" lanzada por Rusia sobre Ucrania, según la televisión pública.
Por su parte, el presidente finlandés ha reconocido que el contexto actual difiere al que había antes del 24 de febrero, fecha de inicio de la invasión, y ha señalado que, con Suecia y Finlandia dentro de la OTAN, la región no sólo será un ejemplo en materia de democracia y bienestar, sino también en seguridad.
Recelo de Turquía
El Parlamento de Finlandia ha apoyado precisamente este martes la solicitud del Gobierno para entrar en la OTAN, por una amplia mayoría de 188 votos a favor y ocho en contra, poco después de que la ministra de Exteriores sueca, Anne Linde, firmase la solicitud de ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica.
Además, la Casa Blanca ha anunciado en un comunicado que el jueves el presidente estadounidense, Joe Biden, recibirá a Andersson y Niinisto en Washington. Las administraciones de los dos países han dejado claro que van juntos en este acercamiento al bloque, que podría traducirse en un pleno ingreso incluso a finales de este año. Turquía, sin embargo, ha expresado su recelo hacia esta ampliación por boca de su presidente, Recep Tayyip Erdogan, y teóricamente tiene capacidad de veto.