¿Opciones? Tantas como quieras imaginar, pero dicen que el secreto para tener buenas historias que contar es una buena elección. Hoy te proponemos cinco planes con los que acertarás sí o sí. ¡Feliz entrada de año!
Tomando las uvas en la Puerta del Sol
Cuentan que Alfonso XIII ya se coló entre la multitud de incógnito para tomarse sus doce uvas en la Puerta del Sol recibiendo el nuevo año como se merece. Y es que la tradición de acudir al centro de Madrid para escuchar las campanadas y acompañar cada una de ellas con una uva se remonta al menos a 1897, cuando los recortes de prensa hablan de ello. Todo comenzó por una gran cosecha de uvas y unos agricultores agradecidos plantados en la Puerta del Sol para repartir gratis a los viandantes las uvas de la abundante cosecha. Si no te molestan las aglomeraciones, es un plan divertido para disfrutar rodeado de gente de buen humor y ganas de pasárselo bien.
En Fuerteventura, haciendo surf
Despedir el año en bañador tiene su punto para los que acostumbramos a hacerlo con frío, y si además es en una isla como Fuerteventura, las posibilidades de que el plan salga mal son pocas. Allí no sólo disfrutarás de paisajes alucinantes y de unas playas de escándalo casi para ti solo sino que también puedes aprovechar para hacer un curso de surf con el que ponerte en forma para 2016. Después de las uvas, mira hacia el cielo: la isla es reserva Starlight y mantiene intactas las condiciones de iluminación natural y nitidez del cielo nocturno. Perfecto para los amantes de las estrellas.
Brindando con champán en Lisboa
Visitar la capital portuguesa siempre depara sorpresas, aunque ya hayas estado por allí. La ciudad de las siete colinas, con sus calles empinadas, el emblemático tranvía, los balcones del barrio de Alfama y sus miradoiros, es un lugar perfecto en fin de año para los que disfrutan de la noche y el día a partes iguales. Lisboa se engalana en Navidad, así que el ambiente navideño está asegurado. Y si todavía te quedan regalos que comprar, los barrios del Chiado y la Baixa son buena opción. Ya cuando se acerquen las doce la noche puedes ir a la Plaza del Comercio, donde un gran reloj da las campanadas y los lisboetas, que son de quedarse poco en casa, siguen la cuenta atrás con una copa de champán en la mano. Nada de uvas, pero brindis todos los que quieras.
Esquiando cerca de Jaca
Para los aficionados a las navidades blancas, un buen destino donde poder esquiar hasta un par de horas antes de que se ponga el sol, cenar estupendamente después y acabar dando un paseo con encanto es Jaca. Queda a unos 40 minutos de la estación de Formigal y a una media hora de las de Astún o Candanchú, y tiene los suficientes atractivos como para repetir: la catedral, la Ciudadela del siglo XVI, el Monasterio de las Benedictinas, la Torre del Reloj, la ruta de edificios modernistas... Además, cuidan bien del ocio con un buen listado de bares y restaurantes. Una buena manera de despedir 2015.
Frente a la chimenea de una casa rural en la dehesa extremeña
Para los que prefieren un plan tranquilo con el que tomar fuerzas para entrar en 2016 con una buena sonrisa, pasar fin de año en algún punto de la dehesa extremeña en una buena opción. Se trata de un ecosistema de casi un millón de hectáreas plagado de encinas, alcornoques y olivos donde reina la tranquilidad absoluta. Allí puedes alquilar una casa rural desde la que hacer excursiones para pasar la noche de fin de año frente a una buena chimenea con una cena en la que no pueden faltar los estupendos ibéricos de la zona. Todo un pequeño gran placer.