Podría parecer que la famosa guerra del fútbol se acabó. Pero nada más lejos de la realidad. Fuera de los focos que les alumbraban en el pasado, Prisa y Mediapro siguen peleando en los tribunales a cuenta de los jugosos derechos deportivos. Desde 2007, ambas empresas se han interpuesto multitud de denuncias. Y ahora pelean por más de 400 millones de euros. Por un lado, ambas empresas litigan en la Audiencia de Barcelona por 230 millones de euros. Además, el holding que preside Juan Luis Cebrián reclama hasta 110 millones de euros a la empresa de Jaume Roures ante la Corte Internacional de la Cámara de Comercio de París, que debe decidir sobre este litigio antes del próximo 28 de octubre.
Los complejos litigios de esta guerra, que ya dura siete años, constan en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Básicamente, continúan abiertos dos frentes de gran relevancia. En el primero de ellos, Prisa va por delante de Mediapro. Se trata de una batalla que guarda relación con los derechos de los clubes de primera división correspondientes a la temporada 2007/2008. Tras un sinfín de sentencias dispares y todo tipo de maniobras legales por ambas partes, incluido un concurso de acreedores que solicitó Mediapro en 2010, finalmente la Audiencia Provincial de Barcelona decidió, en septiembre de 2013, otorgar a Audiovisual Sport (Prisa) una serie de medidas cautelares "en garantía de hasta 230.334 miles de euros".
A priori, la empresa de Roures debe pagar 230 millones a Prisa por los derechos de la temporada 2007/08, pero las diferentes maniobras legales complican sobremanera este 'frente'
"Ello conlleva -según explica Prisa en su documentación enviada al organismo fiscalizador- que, a la finalización del período de espera de 35 meses fijado en el convenio aprobado, Mediapro deberá depositar dicha cantidad en la cuenta de consignaciones del Juzgado 7 de lo Mercantil, o garantizar su pago mediante aval bancario". O sea, Roures tendría que pagar esos 230 millones. Sin embargo, la compañía del empresario catalán ha promovido diversos recursos que están pendientes de resolución en la citada Audiencia Provincial de Barcelona. Además, para complicar sobremanera el caso, el Tribunal Supremo también tiene pendiente decidir sobre una parte de este litigio que podría anular el resto...
La Corte de París
El segundo frente de la guerra del fútbol se libra en un tribunal internacional, tal y como acordaron Prisa y Mediapro en agosto del año pasado gracias a la mediación del secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal. En concreto, la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional de París debe resolver la controversia sobre los costes de adquisición de los derechos audiovisuales de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) correspondientes a las temporadas 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015. El laudo del tribunal arbitral tendrá carácter vinculante, aunque "sin que esto suponga renuncia alguna de los derechos y acciones que asisten a Canal+ y a Mediapro respecto a las demás cuestiones relativas al contrato firmado en agosto de 2012", como explicó Prisa al llegar a esta suerte de armisticio público.
En 2012, Cebrián y Roures llegaron a un acuerdo, luego volvieron a las andadas en los tribunales y, finalmente, hace un año decidieron someterse al tribunal internacional de arbitraje parisino
En agosto de 2012, ambas empresas, que ya arrastraban luchas judiciales, llegaron a un acuerdo para repartirse la emisión de los partidos durante las tres temporadas citadas. Aquella presunta paz duró poco tiempo y ambas empresas volvieron a los tribunales para reclamarse diferentes cuestiones que llegaron a poner en peligro la emisión de la Liga de Fútbol. Finalmente, como se ha dicho, Cebrián y Roures decidieron someterse al tribunal internacional de arbitraje citado. Según explica Prisa en su documentación oficial, dicho tribunal parisino ha establecido un calendario por el cual debe haber una decisión definitiva "antes del 28 de octubre de 2014". Ahora, ambas compañías esperan esta decisión que enterrará en parte su guerra. Pero sus abogados continúan trabajando a destajo.
Y el último movimiento de esta lucha interminable pone en juego otros 110 millones de euros. El grupo editor de El País explica que ha solicitado "la adopción de medidas cautelares para que, como petición principal, Mediapro entregue a DTS un aval solidario por 109.784 miles de euros para responder del cumplimiento de una eventual condena a la devolución del sobreprecio o ajuste ya satisfecho por DTS (...) y, como medida adicional, la entrega de otro aval de 71.659 miles de euros para responder del cumplimiento de una eventual condena a la devolución del sobreprecio que pueda satisfacer DTS a Mediapro desde la presentación de la solicitud hasta la conclusión de la temporada 2014/15".
Lo que ocurra en la corte parisina se antoja decisivo para el futuro de ambas compañías. En el caso de Prisa, que ya ha vendido Digital Plus a Telefónica y está a la espera de si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autoriza la operación, sería un impulso importante para intentar salir de su particular atolladero. La empresa que comanda Cebrián, apoyada en los más variopintos inversores, se dedica ahora a vender activos y a recomprar deuda.