Todas las ‘constantes vitales’ de Radiotelevisión Española han empeorado desde que Rosa María Mateo fue propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez –y confirmada en el Parlamento- para dirigir esta empresa pública. Basta analizar la audiencia de La 1 para cerciorarse de este hecho: en 2019, obtuvo su peor año de la historia.
La decadencia no se detuvo ahí, pues, en julio de 2020, esta cadena marcó su récord negativo mensual en sus 64 años de vida (8,6%). Su distancia con las principales televisiones privadas resulta actualmente materialmente insalvable, pese a que Atresmedia y Mediaset han tenido que aplicar duros recortes tras la llegada de la pandemia.
Fue el 27 de julio cuando se cumplieron dos años del nombramiento de Mateo. Su estancia en el cargo iba a extenderse durante tres meses, pero se ha alargado por mucho más tiempo debido a la incapacidad de los grupos parlamentarios para resolver el concurso público que servirá para elegir a su sustituto.
Mateo ha ironizado en alguna de sus comparecencias parlamentarias con que ella estaba en su jardín, con su nieto, retirada, cuando le llamaron para comandar la corporación. En su currículum, no disponía de experiencia en la gestión de televisiones ni públicas ni privadas, pero fue elegida para dirigir RTVE en un momento especialmente complejo de su historia, en el que se decidió designar un administrador único que no podía apoyar sus decisiones en un Consejo de Administración, que se disolvió un mes y medio antes de su nombramiento.
Poca audiencia
Todos estos ingredientes han dado lugar a una receta que no ha dado un buen resultado. Según los datos de Kantar Media –difundidos por Barlovento Comunicación-, correspondientes al pasado julio, La 1 cosechó el pasado julio una audiencia del 8,6%, mientras que el grupo RTVE, del 14,6%.
El principal canal de la corporación ha caído en 1,7 puntos desde que Rosa María Mateo está en el cargo, es decir, el 16,5%. La totalidad de las cadenas de TVE lo ha hecho en 2,1 puntos de share. Sólo entre julio de 2019 y el mismo mes de 2020, se ha dejado 1,2.
Es cierto que los problemas de audiencia de RTVE no empezaron con Mateo. De hecho, la cuota de pantalla de La 1 ha caído casi progresivamente –salvo ejercicios excepcionales- desde que a principios de 1990 surgieron las empresas privadas de televisión.
No obstante, la situación ha empeorado con la actual administradora única. Entre otras cosas, porque hubo una parte importante de la plantilla de la televisión pública que atribuyó la caída de la cuota de pantalla de la última legislatura de Mariano Rajoy –con José Antonio Sánchez de presidente de RTVE- a la pérdida de credibilidad de sus noticiarios. Con el cambio, la situación no mejoró. Al contrario, se deterioró aún más.
Los telediarios han perdido en dos años 291.000 espectadores y 2,2 puntos de share. Actualmente, son terceros por detrás de los de Antena 3 y Telecinco, con el 10,8% de la cuota de pantalla.
En julio, el noticiario de las 15.00 horas fue cuarto en cuota media de pantalla (10,5%), por detrás incluso del de La Sexta (10,6%). Su distancia sobre el líder en esta franja –Antena 3- es de más de 8 puntos de audiencia. Todo un mundo en la televisión actual.
Parálisis parlamentaria
Los grupos parlamentarios tienen en su mano desde hace más de un mes un informe de los letrados de las Cortes Generales que despeja las dificultades que habían paralizado el concurso público para sustituir a Rosa María Mateo. Sin embargo, la Mesa de la Comisión Mixta Interparlamentaria de RTVE mantiene el procedimiento paralizado, lo que ha aplazado todavía más el cambio en el despacho principal de la corporación.
La situación actual de este servicio público también se resume en otro dato: sólo Telecinco (14,9%) tiene actualmente más audiencia que La 1, La 2, Teledeporte, 24 Horas y Clan juntos (14,6%).
