Bajo el lema ‘Transforming Mobility’, se ha celebrado en Barcelona una iniciativa promovida por Audi que ha reunido a expertos de distintos sectores con el objetivo de identificar, debatir y analizar los elementos que podrían marcar el futuro de la movilidad. Un evento que ha contado con la participación de 15 profesionales en movilidad, conectividad y automoción, diseñadores, artistas, arquitectos y desarrolladores.
Y todos ellos coinciden en que la conducción automatizada cobrará cada vez más importancia gracias a la inteligencia artificial y a la integración de los asistentes virtuales. Los coches conectados entre sí y con la infraestructura permitirán enriquecer el tiempo que los usuarios pasan dentro del vehículo y crear un entorno más seguro y sostenible. Son estos algunos de los resultados obtenidos por este grupo de expertos reunidos a través del programa ‘Think Tank’ para analizar los elementos clave que marcarán el futuro del automóvil.
Entre los perfiles de los participantes en el Audi Think Tank destaca la presencia de seis ganadores del concurso Innovadores menores de 35, un galardón para jóvenes talentos que concede cada año la edición en castellano de MIT Technology Review, la revista de tecnología más antigua del mundo, publicada por una compañía independiente de medios de comunicación propiedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Además de las sesiones de trabajo previstas en el Audi Think Tank, Pedro Moneo, el director de la publicación, impartió una keynote sobre el futuro de la movilidad.
El futuro es del coche autónomo
La primera conclusión destacada del Audi Think Tank pone de relieve el potencial del coche autónomo para convertirse en algo más que un medio de transporte. Con la integración de asistentes virtuales, se podrá aprovechar el trayecto al trabajo para empezar con las tareas del día. Al conducir por sí mismo, el vehículo puede convertirse en el lugar adecuado para realizar video llamadas, responder a correos electrónicos, preparar presentaciones o consultar la agenda del día, por ejemplo. Y de vuelta a casa puede ser el espacio de ocio en el que leer, ver un capítulo de una serie televisiva o realizar la compra online.
El entretenimiento está personalizado para cada usuario, porque el vehículo tiene la capacidad de reconocerlo y aprender de sus hábitos. Sus sugerencias individualizadas ayudan al pasajero a sentirse único, hasta el punto de que las compañías automovilísticas dejarían de verse a sí mismas como meros fabricantes de coches para convertirse en agentes del cambio en la movilidad. Para ello, centrarían sus esfuerzos en ofrecer servicios adicionales para enriquecer el tiempo que se pasa dentro del coche.
Audi ya integra algunas de estas soluciones en su nuevo A8, desarrollado específicamente desde el primer momento para ofrecer ya una conducción altamente automatizada, integrando una nueva serie de sistemas de asistentes de alta gama basados en la inteligencia artificial Audi AI. Y con los prototipos Audi Elaine y Audi Aicon, la marca de los cuatro aros adelanta los siguientes pasos hacia una conducción totalmente automatizada.
Coches conectados
Los coches inteligentes podrán reducir los accidentes y los atropellos, además de permitir un mejor aprovechamiento del espacio en las ciudades. La clave para ello es la interconexión entre vehículos, con los peatones y con la infraestructura para minimizar los errores humanos y mejorar la seguridad.
Pero para mejorar la movilidad hay que sumar las acciones individuales: los sistemas de navegación deben coordinarse entre sí para analizar los flujos de tráfico y ofrecer a cada conductor la mejor solución para todos los usuarios, no aquella que únicamente le beneficie a él.
En este modelo con coches interconectados la información en tiempo real empieza a ser esencial, al permitir avisar, por ejemplo, de placas de hielo inminentes, averías, tramos con niebla o atascos de tráfico. Además, en este viaje hacia una ciudad más sostenible la optimización de la energía se vuelve vital, lo que enfatiza la necesidad de impulsar el vehículo eléctrico y superar las barreras que lo limitan, sobre todo la de la autonomía.
Protección de los datos
Pero en este mundo de coches interconectados con millones de datos en la nube, el usuario asume estar dispuesto a compartir información personal, como los gustos, los horarios y el estado de ánimo, para ganar comodidad. Pero a cambio, también reclama garantías de que esos datos se tratan y se usan de forma ética y para los fines acordados. Las compañías deben velar por la privacidad de sus usuarios con tecnologías que protejan la información privada frente ataques maliciosos, pero también deben demostrar un comportamiento ético con el que ellas mismas hacen de los datos que recogen.
Para Audi, la protección de datos es un asunto de alta prioridad y cumple plenamente las respectivas leyes nacionales que regulan los datos personales, la protección de datos y los derechos de privacidad, y la marca sigue claros principios al manejar los datos personales de los clientes. Además, la única finalidad de la marca es recabar la información necesaria para mejorar la experiencia del usuario, así como responder a sus necesidades concretas de movilidad.