Las fábricas españolas de Renault en Palencia y Valladolid se han convertido en el polo de hibridación de la marca francesa, entre las que ya producen, con la llegada de este último modelo, el Symbioz, nada menos que cinco diferentes modelos entre ambas, todos ellos marcados por la tecnología híbrida que ha convertido a las plantas españolas en referentes dentro del grupo.
Y a ellas hay que añadir la de Sevilla, en la que se producen todas las cajas de cambio para todos los modelos híbridos de la marca. Una avalancha de nuevos modelos, consecuencia del cuarto plan industrial de Renault Group presentado en 2020, que ha permitido a las fábricas españolas aumentar el año pasado su producción un 18%, con más de 172.000 unidades en el caso de Valladolid, en la que también se produce para Mitsubishi el ASX, que es en la práctica un Captur con logos de la marca japonesa.
Una fábrica, la de Valladolid, que se estrenó allá por 1972 con la producción del mítico R5, un modelo que Renault ha recuperado para lanzarlo al mercado a finales de este año, pero ya reconvertido en un modelo 100% eléctrico, y por ello producido en Francia.
Porque si España es considerada el polo de hibridación del grupo, Francia lo es de momento en lo que a eléctricos se requiere, aunque las fábricas españolas de Palencia y Valladolid ya se preparan para la posibilidad de producir a partir de 2030 modelos eléctricos.
Porque tal como ha confirmado Renault, para ese año los objetivos están marcados en una producción de un millón de coches eléctricos anuales, pero las plantas francesas están preparadas para un máximo de 600.000 eléctricos al año, por lo que los 400.000 restantes se adjudicarán en cualquiera de las plantas que el grupo tiene por todo el mundo, y España espera hacerse con una parte de ese excedente que aseguraría de paso el futuro productivo.
Primer segmento C en Valladolid
Para ello, optan ahora a la nueva edición del Perte VEC para las necesarias inversiones que requiere una transformación tan profunda de una planta que ya lo está haciendo con la Inteligencia Artificial, la digitalización y la electrónica como punta de lanza
Y es que la Factoría de Valladolid es una planta piloto dentro del Manufacturing 4.0 del grupo, donde la digitalización ha llegado a todos sus rincones con más de 15.500 datos subiendo a la nube cada segundo.
Asimismo, la entrada en vigor de la normativa GSR2 (General Safety Regulation) que regula la implementación de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) ha hecho necesaria una nueva arquitectura electrónica en el vehículo llamada SWEET 400. La puesta en marcha de este nuevo sistema electrónico ha necesitado la construcción y validación de más de 200 prototipos antes de la industrialización de los nuevos Captur y Symbioz.
Un Symbioz que supone para Valladolid ser la primera vez que produce un modelo del segmento C, prueba de la confianza de la marca francesa en la calidad de las plantas españolas. Junto a ello, los conocimientos adquiridos en términos de eficiencia y gestión de la energía, en combinación con los aprendizajes obtenidos al desarrollar los motores híbridos de Fórmula 1, han dado un brillante resultado en el Symbioz.
No en vano, esta tecnología combina un motor térmico, dos motores eléctricos, una batería de tracción y una caja de cambios inteligente multimodo para convertirse en líder en términos de emisiones, 20 gramos de CO2 inferiores a sus competidores y un bajo consumo, 1 l/100 km inferiores para una cifra homologada de 4,7 l/100 km.
Además, esta tecnología se caracteriza por conseguir que hasta el 80% de la conducción se haga en modo eléctrico en entornos urbanos, lo que refuerza una conducción no sólo muy placentera, sino también muy eficiente.
Aunque ya es posible realizar pedidos del Symbioz en su versión híbrida E-Tech de 145 CV, los concesionarios podrán entregar las primeras unidades ya en septiembre, con un precio que arranca en algo más de 33.000 euros.
