La primera piedra de la futura fábrica de baterías que la japonesa AESC pondrá en marcha en 2026 en Navalmoral de la Mata (Cáceres) ha supuesto el pistoletazo de salida a un proyecto que lleva años fraguándose y que va a suponer una inversión que para cuando alcance su ritmo previsto de máxima producción habrá supuesto cerca de 3.000 millones de euros, mil de ellos en una primera fase para comenzar a producir en menos de dos años.
La planta creará hasta 900 empleos directos en esa primera fase, incrementando el empleo a medida que aumente la demanda y la producción, por lo que estas cifras podrían triplicarse y llegar hasta los 2.700 puestos de trabajo.
La planta tiene previsto iniciar la producción en 2026 y será una de las primeras instalaciones en desarrollar y fabricar baterías avanzadas de fosfato de hierro y litio (LFP) a gran escala en Europa.
Según ha señalado la multinacional, esta planta representa una "inversión significativa y un impulso" para el desarrollo del sector de la movilidad sostenible, la transición energética y la cadena de suministro de baterías en la región de Extremadura y el resto del territorio español.
La gigafactoría se centrará en la fabricación y desarrollo de baterías avanzadas de fosfato de hierro y litio (LFP) y se convertirá en la primera gigafactoría neutra en carbono en España como parte del Parque Industrial Net Zero.
Además, AESC colabora con universidades locales y autoridades regionales para crear un programa de formación que asegure que los trabajadores de la región estén capacitados para los empleos en la instalación.
Knudt Flor, consejero delegado de AESC para Estados Unidos y Europa, destaca "la visión a largo plazo de la gigafactoría y su compromiso de fortalecer la cadena de suministro de electrificación mientras proporciona baterías de última generación".
Cree que el potencial de la instalación va a permitir promover el desarrollo tecnológico y económico en Extremadura, así como para fomentar la colaboración entre diferentes actores en el campo de la movilidad sostenible y las energías renovables.
Un millón de coches
A su juicio, el sector del vehículo eléctrico se encuentra en un “punto álgido” por la transición energética que le convertirá en la movilidad del futuro, destacando además el hito que supone la gigafactoría en la región extremeña y en España.
Para Knudt, la compañía cuenta con un historial de seguridad “impecable” en cuanto a la alta calidad de sus baterías, instaladas en más de un millón de coches en más de 60 países “sin incidentes”.
“Este negocio será duradero y ha llegado para quedarse”, ha dicho el responsable de AESC en Europa y Estados Unidos, a la vez que ha asegurado que su empresa pretende estar a la vanguardia en el sector eléctrico ya, pues “cuando se quiere liderar no se espera al futuro, se crea el futuro”, ha aseverado.
Fundada en Japón en 2007 y con sede en Yokohama, AESC cuenta con fábricas en Japón, EEUU, Reino Unido, China y Europa para servir a mercados clave y a clientes líderes localmente durante más de 14 años. Una empresa que se posiciona como líder global en el desarrollo y fabricación de baterías de alto rendimiento para vehículos eléctricos de emisión cero y sistemas de almacenamiento de energía.
En España, AESC lleva a cabo diferentes proyectos y, además de la construcción de la gigafactoría de baterías, continúa estableciendo alianzas estratégicas con fabricantes de automóviles en el país y ha planificado una ruta de inversión para la generación de energía renovable y el almacenamiento de energía.
Pensativo
Ojalá Extremadura aproveche la oportunidad y atraiga grandes empresas, para que no se lo.loeven siempre los mismos