El fabricante alemán Audi prevé reestructurar sus planes acerca del coche eléctrico debido a la fuerte caída de la demanda y podría por ello cerrar la planta de Bruselas según ha informado la propia compañía. Un cierre de la planta, en la que trabajan cerca de 3.000 personas, que podría llevar al despido de unos 1.500 empleados en una primera fase, según el plan remitido por la dirección a los sindicatos.
La marca alemana se está planteando adelantar el fin de la producción en Bruselas de sus modelos Q8 e-tron tras registrar una notable caída de los pedidos, a la que se suman los "desafíos estructurales" de las instalaciones en la capital belga que hacen que los costes de producción allí sean más altos, explicó Audi.
El fabricante señala que esto podría tener un impacto sobre el empleo y podría hacer necesario desarrollar soluciones alternativas para la planta, incluyendo el cese de las operaciones si no encuentran una alternativa. Por lo tanto, ha informado al comité de empresa de la intención de reestructurar las operaciones y ha puesto en marcha el proceso de consultas con los representantes de los trabajadores.
Según han trasladado los sindicatos, la empresa plantea este año el despido de 1.510 empleados, mientras se buscan soluciones y un posible inversor. En una segunda fase, a partir de mayo de 2025, podría despedirse a otros 1.110 empleados y, finalmente, los últimos 300 trabajadores podrían tener que cesar antes de finales de ese año.
Esto significaría el cierre de la planta de Audi en Bruselas, algo "inaceptable" para los sindicatos, que prevén comenzar las negociaciones con la empresa tras la pausa estival.
Las previsiones de Audi anticipan una caída de los volúmenes del Q8 e-tron del 60% este año y del 70% en 2025, lo que significa que en 2024 se producirían entre 20.000 y 25.000 unidades y el año próximo solo 6.000 vehículos, según los sindicatos. Además, la producción terminaría por completo en 2025, ya que en 2026 y 2027 no seguirían fabricándose Q8 e-tron en Bruselas.
A principios de este año Audi había expresado su intención de trasladar la producción de la nueva generación de estos vehículos a México a partir de 2027.
La china MG podría fabricar en España
Y mientras fabricantes europeos estudian una reestructuración de sus planes sobre el coche eléctrico con cierres de plantas incluido o reducción de la producción, China sigue viendo, ante la subida de aranceles a la importación por parte de Europa, abrir fábricas en suelo europeo para evitarlos.
La última, la marca MG, propiedad del grupo automovilístico chino SAIC, que tiene previsto tener operativa en 2027 su primera fábrica en Europa, y España se postula como una de sus principales opciones, aunque la decisión se adoptará a finales del próximo mes de septiembre, según han confirmado fuentes de la marca en España.
Y es que MG ha acelerado sus planes de fabricar vehículos en Europa tras esa subida de aranceles propuesta por la Comisión Europea a los vehículos eléctricos producidos en China, unos aranceles provisionales de hasta el 37,6% para compensar los perjuicios para los productores comunitarios causados por las subvenciones 'desleales' que disfruta ese sector por parte de China.
Los fabricantes de automóviles chinos tienen puesta su vista por ello en Europa. El grupo Chery Auto fabricará en las antiguas instalaciones de Nissan en Barcelona, donde empezará con el Omoda 5, tras el acuerdo firmado en abril entre Chery y EV Motors, propietaria del 'hub' barcelonés donde está la fábrica.
BYD, el primer fabricante mundial de vehículos electrificados -eléctricos puros e híbridos enchufables- ha elegido Hungría para instalar su fábrica en Europa.
Y ahora, MG, que logró que uno de sus modelos, el ZS, fuera el más vendido en España en un mes –en agosto, septiembre y diciembre del año pasado-, puede ser la siguiente en salir de China y empezar a fabricar en Europa.
