Acaba 2023 y mi sensación es que lo peor está por venir, especialmente en lo que más afecta a la cotidianidad de los españoles. Según Idealista —y cualquiera que esté intentando mudarse—, la última ley de la vivienda ha provocado una caída del 30% de la oferta de alquiler, una subida imparable de los precios y tal endurecimiento de los requisitos que las familias con niños cada vez lo tienen más difícil para alquilar. Cualquiera pensaría que, tras comprobar que una ley ha ocasionado justo lo contrario de lo que se quería conseguir, el Gobierno rectificaría. Pero nada más lejos: este martes ha pactado con Bildu prolongar hasta 2025 la prohibición de desahuciar a personas vulnerables, había que ver a la gente de izquierdas aplaudiendo en X una medida que hundirá a los más débiles. Vulnerable es cualquiera que tenga hijos menores, que esté en paro, que haya visto mermados sus ingresos, que tenga algún grado de discapacidad o un dependiente a su cargo… todos somos potencialmente vulnerables. Y, lógicamente, la oferta de alquiler caerá todavía más: antes que arriesgarse a tener un inquiokupa durante años, los caseros prefieren cerrar sus casas o venderlas. Y los fondos de inversión, esperar a tiempos mejores o, directamente, buscar otros países menos socialcomunistas.
Pudimos achacar el desaguisado de la ley del sólo sí es sí a la estulticia de Irene Montero y su pandi, aunque hoy dudo que fuera un error, pues ellas eran las primeras interesadas: a más víctimas, más dinero para sus chiringuitos. Pero los miembros del Gobierno a la fuerza tienen que saber que alargar la prohibición de los desahucios colapsará el mercado de alquiler; seguro que alguno de sus cientos de asesores se lo ha explicado. Desearía poder creer que Sánchez y los suyos son como sus votantes y que confunden sus deseos con la realidad, pero no lo consigo; sólo me viene a la cabeza lo que dicen los venezolanos que escaparon de la pesadilla bolivariana: “Nosotros también creíamos que nunca seríamos como Cuba”.
Exprimidos una y otra vez con impuestos viejos, nuevos, sostenibles y con perspectiva de género, los pobres españolitos de a pie nos vemos estrangulados, además, por la constante subida de los precios de todo
Los progresistas nos tienen acostumbrados a un doblepensar orwelliano que me vuelve loca. Por un lado, desde junio vienen asegurando que la economía española va como una moto, pero por otro, se ufanan de que hay 2,15 millones de beneficiarios del IMV. ¿En qué quedamos? ¿Somos ricos o somos pobres? Socialistas y sumandos presumen de escudos sociales que, en teoría, pagan con el dinero infinito de los ricos, pero estos se han ido de España o han puesto sus fortunas a salvo de la razzia fiscal: sólo queda la clase trabajadora para pagar la fiesta de la vulnerabilidad. Y exprimidos una y otra vez con impuestos viejos, nuevos, sostenibles y con perspectiva de género, los pobres españolitos de a pie nos vemos estrangulados, además, por la constante subida de los precios de todo. Ya dijo Ronald Reagan que la inflación es el precio de los gastos del gobierno que tú pensabas que eran gratis.
Y como me parece imposible que un gobierno promulgue leyes que favorezcan lo que pretende combatir, me pregunto si el objetivo de tanta justicia social no será otro que abolir la propiedad privada taimadamente. En los últimos años, se ha alentado a los vulnerables a disfrutar de las propiedades de otros sin pagar por ellas e incluso se les ha hecho creer que tienen derecho a ello. Y ahora los caseros, casi siempre gente de la moribunda clase media que ha invertido sus ahorros en comprar otro piso pensando en los hijos o la jubilación, tendrá que aguantar otro año más de impagos. Yo diría que de ahí al “¡Exprópiese!” de Hugo Chávez hay una distancia muy corta.
Ante esta tormenta perfecta -tercermundismo salarial, viviendas a precios primermundistas y fiscalidad zurda- , los jóvenes se marchan al extranjero. Una investigación de la fundación BBVA concluye que “el valor del capital humano perdido en 2022 se calcula en 154.800 millones de euros, un 40% más que en 2019”. Hasta Estefanía Molina, periodista en la órbita gubernamental, confiesa que le dice a los emigrantes treintañeros que no vuelvan. Porque España, amigos, no es país para volver. Y mientras nuestra licenciada y masterizada juventud huye del progreso por la frontera norte, por el sur no dejan de entrar musulmanes —que no os engañe el color de su piel— iletrados a los que alojamos en hoteles mientras nuestra izquierda aplaude: un español nunca votará con tanto agradecimiento como un africano nacionalizado.
¿Y qué hace el PP? Podría estar construyendo viviendas sociales a cascoporro en sus comunidades o plantear al PSOE un gran pacto de Estado sobre la vivienda, pero sólo hablan con el “enemigo” para saquearnos más y mejor. Estos días supimos que pretendían subir los sueldos de los miembros de la Mesa del Senado (PP Y PSOE) , entre 11.000 y 13.000€ anuales. Así de lejos están de la realidad. Por suerte, a raíz del revuelo que se organizó en las redes sociales, sus señorías han reculado y han renunciado a él; todavía hay lugar para la esperanza.
Feliz 2024, fachas.
Ventr1l0cu0
¿A quien llamas facha? ¿A tus lectores de vozpópuli? No sé si habrá alguno que lo sea, pero a mí es el mayor insulto que puedes dirigirme. Y no digas que es en broma, que si esa es tu intención, no tiene ninguna gracia. Llama si te place nazi a tu p. m. y a tus p. h., si los tienes. ¿A que no tiene ninguna gracia?
juanramon2007
Excelente descripción del problema de la vivienda. Mi análisis sobre por qué hacen este tipo de leyes si se ha demostrado que son contraproducentes y producen el efecto totalmente opuesto al deseado es que lo que les importa es el postureo de la ley y sus alrededores, el crear "la necesidad" de su acción legislativa buscando, eso si, un enemigo, en este caso los arrendadores, el hiperventilar a los que tienen un problema para azuzarlos contra esos supuestos enemigos y, como el efecto es el contrario y el problema se agrava, buscar "maximizar" la ley, como pretendida solución, en este caso acabar con la propiedad privada de la vivienda....salvo para las nomenklaturas de la élite gobernante, salvo para ellos que no han sufrido ni sufrirán el problema. Es puro humo que solo sirve para avivar el fuego y que se les pida más humo.
stoicus
Pregúntale a Casero. Lo mismo te orienta adecuadamente. Pero no ha sido expulsado aún ¿Verdad?
Blanco
Excelente columna señorita Marisol ,excelente ,nunca la había leído ,pero ya tiene un fiel seguidor ......así es como cuenta ,lo que no acabo de entender ,no le encuentro explicación ,ni nadie sabe decírmelo ,es como la clase media trabajadora ,esa que hereda el piso de los abuelos ,padres ,que saquean a impuestos y de su trabajo salen todas las "págitas" ,pueden votar a esta izquierda ,ya se que es ideología ,radicalización y (un)cultura de muchos años ,pero no me entra en la cabeza ....yo todavía estoy en shock ....en fin ...me encanta la frase de feliz 2024 fachas ,me la agencio .
Petrarca
Gracias, Marisol, por desearme feliz 2024, pus me incluyo entre los fachas. Soy un facha extraño que ayuda a estos pobres inmigrantes, eso sí, individualmente. Tengo gran cariño por dos en especial a los que llevo años ayudando en lo que puedo. Respeto y admiro a mi mujer y a mi hija y, cosa aún más extraña: mi mejor amigo, y de muchísimos años, es homosexual licenciado en la Sorbona. Pero tengo la tacha de ser blanco (aunque con raíces cubanas), hombre, heterosexual y con una pequeña propiedad comprada durante 30 años. Y también estoy a favor de la Unidad de España. Una rara mezcla que comparto con la mayoría de amigos y conocidos. Ahora ya tengo otra etiqueta: la de facha. Creo que no hay dudas que este gobierno social-comunista quiere acabar con la propiedad privada, como tú apuntas. Jamás, si tuviera otra propiedad, la alquilaría. Felicidades por tu artículo, por todos tus artículos. Feliz año nuevo.
Wesly
Muy bien descrita la situación que este gobierno está creando. Cada vez queda más clara la sociedad dual que el socialismo/comunismo crea. Por un lado tenemos al grupo creciente de los políticos, funcionarios, liberados sindicales y empresarios amigos de los políticos, cuyos elevados sueldos y escandalosos privilegios han de pagar obligatoriamente el grupo de los ciudadanos sujetos a la competencia actuales y futuros (que deberán pagar la deuda pública). Por otro lado tenemos a este grupo menguante de empresarios y trabajadores sujetos a la competencia cuyos sueldos y beneficios dependen de su capacidad de colocar en el mercado productos o servicios que la gente libre y voluntariamente decida adquirir y pagar. Este grupo de trabajadores y empresarios sujetos a la competencia es esquilmado, intervenido, esclavizado para pagar los privilegios del grupo de los políticos, funcionarios, liberados sindicales y empresarios amigos de los políticos. Una verdadera injusticia. Por ello no nos debería extrañar que las personas del grupo de los extorsionados y saqueados hagan lo posible para huir de España. Es bien comprensible. El problema es que cuanto más aumente el tamaño del grupo extorsionador y más disminuya el del grupo extorsionado, más cerca tendremos el colapso del sistema. Pero cuando el colapso se produzca, este gobierno sociocomunista no tendrá problema alguno en culpar de ello a la "ultraderecha", a los neoliberales, a Trump.
vallecas
Lo olvidaba. No utilice la palabra "facha" ni de broma. Dª Marisol. Facha/fascista es Sánchez, Iglesias, Yolanda, Echenique, Otegui, Puigdemont, Estos están mucho mas cerca de ser "fachas" que nosotros. Los demócratas, constitucionales, amantes de la ley, del liberalismo regulado, defensores de las libertades y la propiedad privada, del esfuerzo y del trabajo no lo somos. Gritad, Pablo Iglesias el FACHA eres Tú.
vallecas
No hay que darles más vueltas. Lo hacen a propósito. ¿Qué persona en su "sano juicio" puede votar a Yoli Díaz? ¿Qué persona en su "sano juicio" volvería a votar a Sánchez? Nota: Estos votantes el toleran a Sánchez cosas que no tolerarían a sus hijos. La desinformación, el engaño, la distribución de la pobreza es deliberado. Son de una maldad inconmensurable.
PepeFrutos
Bien escrito.
Norne Gaest
Internamente estamos en manos de los nazionalistas, socialistas y comunistas, que se atiborran de sueldazos y puestos parásitos. Por las fronteras se van los jóvenes preparados y entran musulmanes (ideología totalitaria) sin preparación. Una forma como otra cualquiera de destruir el progreso y la libertad de nuestra sociedad. Pero no hay problema: vendrán nuevas elecciones y millones de españoles seguirán votando con el c.ulo Si luego no les gusta lo que ven, dirán que la política es una m.ierda y que todos los políticos son iguales. O que la culpa es de la derecha, el fascismo, el machismo, Vox, etc
arturo moreno
Quieren colapsar el alquiler y toda la economía, como todas las tiranías comunistas, para esclavizarnos a todos los que no podamos escapar. Punto aparte. En este periódico las mejores columnas de opinión son de mujeres. ¡¡¡Viva el verdadero feminismo!!!
Rekaldeberri
Otro gran artículo. Gracias.