Opinión

No se empeñe, no hay ningún sucesor en el PSOE

Pedro Sánchez Quiénes gobiernan de verdad
EFE

Se vienen publicando todo tipo de interpretaciones que, contrastables o no, han empezado a animar un debate virtual e inexistente, pero que se pretende incorporar a toda costa a la conversación pública. Si sólo es un globo sonda desde sectores del Gobierno hastiados o si son meras filtraciones de desgaste infundadas, lo dirá el tiempo. El caso es que, aburridos de pronosticar adelantos electorales que nunca llegan, se ha dicho que Pedro Sánchez está molesto con María Jesús Montero desde aquel retiro de cinco días en que Sánchez se pasó la democracia por el arco del triunfo.

Se ha sugerido que José Luis Ábalos se vengará antes o después y que Sánchez peligra. Se ha comentado que Bolaños ha caído en desgracia y que es un jabalí herido. Y que Page, eterno aspirante, quiere ejercer ya como secretario general en prácticas. Se ha hablado de una purga masiva de barones por parte de Sánchez para garantizar su blindaje en el partido. Y se ha publicado que Óscar López muta de jefe de gabinete a ministro por haber perdido la confianza de Sánchez, por no ser vehemente en la defensa del matrimonio presidencial y por no creer lo suficiente en la inocencia de Begoña Gómez. O que el propio López, en esas tardes de Rasputín ocioso, impulsaba en secreto a Pilar Alegría como sustituta de Sánchez cuando alguien, quien sea, se proponga que caiga.

Pero la sucesión de Sánchez no es ningún debate. A lo sumo, un microdebate impostado, un entretenimiento de puro relleno informativo porque probablemente ni siquiera Sánchez sepa qué va a hacer de su vida. Y de la nuestra. Su propósito es perpetuarse todo lo posible, pero en realidad depende de terceros, esos socios que le castigan sin rematarlo porque a nadie le interesa esa defunción política. Si algo no tiene el PSOE, es precisamente un conflicto de liderazgo. Cuestión distinta es que ese liderazgo sea tóxico, y además esté desvirtuado por la cobardía de quienes ‘sotto voce’ creen que Sánchez ha perdido el norte a bordo de una bicicleta eléctrica, que ha perdido la perspectiva, que no controla el cálculo de daños, y que se ha refugiado en su propio narcisismo como mecanismo de autodefensa y sin proyecto político alguno. Es la cobardía, en efecto, de quienes lo creen y lo callan, como en el pasado Comité Federal. El debate sucesorio está zanjado sin siquiera haberse abierto.

La sucesión de Sánchez no es ningún debate. A lo sumo, un microdebate impostado, un entretenimiento de puro relleno informativo porque probablemente ni siquiera Sánchez sepa qué va a hacer de su vida

Los partidos, las militancias, son siempre expertos en diagnosticar problemas, enquistamientos, derivas y obsesiones dañinas para el proyecto común. Sin embargo, son nulidades en el hallazgo de soluciones por la simple evidencia de que el primer paso para ello es retratarse en público, quedar marcado, y además hacerlo a pecho descubierto sin el respaldo suficiente. Puede haber asomos puntuales de valentía, amagos residuales de arrojo, pero son movimientos inanes. Pataletas de sumisos gritones. El problema que más lastra a los partidos en España, como ahora al PSOE, es prevenir, enfocar, analizar y dirigir los periodos sucesorios, en los que el miedo, la incertidumbre, los egos, los rencores y las bofetadas se imponen sobre cualquier construcción lógica.

Repetir hoy que el PSOE, si quisiera, prescindiría de Sánchez, como en 2016, es un error. Es una entelequia basada en un supuesto estado de ánimo depresivo basado en la percepción de que sí, de que Sánchez está inmerso en un fin de ciclo. Críticos con el sanchismo o no, todos saben que ya no hay gestión política de la legislatura, sino un forzamiento legislativo del Congreso, el control absoluto de las instituciones, la laminación de cualquier disensión en el partido y la concepción del poder como algo puramente personal. El partido se jacta de que Sánchez puede gobernar al margen del Parlamento, del poder judicial y de las instituciones. Y ya lo asume con tal naturalidad e infantilismo que asombra. Porque el PSOE nunca fue esto…

El PSOE se jacta de que Sánchez puede gobernar al margen del Parlamento, del poder judicial y de las instituciones. Y ya lo asume con tal naturalidad e infantilismo que asombra

No existe ninguna operación de salvamento del partido. Ni hay nadie explorando cómo y cuándo medir sus fuerzas con Sánchez. Si de algo se ocupan los líderes es de impedir un repuesto en la recámara, una sucesión organizada y leal, aceptada por la militancia como espontánea y natural. Y menos aún, cuando un líder decide romper los códigos de la política tradicional y las pautas de la lógica que aconsejan rendirse, cuando ha perdido las elecciones, cuando carece de los escaños asociados suficientes para aprobar normas, o renuncia a tener presupuestos generales del Estado. Cuando ese líder, en definitiva, vive en la entelequia de creer que un día más en La Moncloa es un día más de gobernación. Podrá serlo de gobierno, pero no lo es de gobernación. Lo es solo de poder. 

Los presidentes caen por tres motivos. Uno, una rebeldía inmanejable que permite aislar al líder hasta hacerle perder la autoridad, abocándole a dimitir. Sánchez aprendió bien la lección en 2016. Dos. Los apoyos parlamentarios que te sustentan decaen y la soledad provoca automáticamente la convocatoria de las urnas. Y tres. Una moción de censura con escaños alternativos te desaloja en una tarde y todo se acaba.

El PSOE no discute a Sánchez ni siquiera con la corrupción a rastras. Esa misma corrupción con la que sus socios se desgañitaban cuando provenía del PP y que ahora justifican mientras silban mirando al techo. Sánchez no gobierna. Se limita a mandar. Y manda todo aún.

En el caso de Sánchez, su éxito radica en haber logrado ya de modo irreversible la mutación del PSOE en algo escasamente reconocible. Y sabe que, al menos hoy, no se cumple ninguna de estas tres premisas. Ni siquiera con la corrupción a rastras. Esa misma corrupción con la que sus socios se desgañitaban cuando provenía del PP y que ahora justifican mientras silban mirando al techo. Sánchez no gobierna. Se limita a mandar. Pero manda mucho aún.

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  • G
    Gral Bravo

    Este señor demostró que era un gamberro peligroso cuando intentó, con trampas, ser Secretario General. Lo descubrieron y lo echaron. Que hizo?. "Os vais a enterar". Cogió y afilió a un montón de afiliados de Podemos y ganó, por poco, la secretaría General, porque el asturiano Fernández prefirió cuidar "su salud" y se apartó y Susana no tenía el apoyo de Iglesias (que estaba en el ajo)y él si. Despues vino el "golpe de Estado en el congreso" con el apoyo de cierto Juez, la estupidez infantil de Rivera y la cobardía de Rajoy y se hizo con el poder pactando con el " diablo 2" porque el 1 es él. Hasta hoy y hasta siempre porque por las buenas no se irá nunca aunque pierda las elecciones. Y el españolito que no le vota pendiente del fútbol...

  • P
    pacoporras

    Nunca nadie ha hecho tanto por cargarse al PSOE, y además con éxito.
    Es más.... ha fagocitado tanto a la extrema izquierda, que ha acabado con ella de paso.
    ¿Se acuerdan del PC? ¿ I.U.? ... Podemos se ha quedado como una anécdota, sus miembros... Errejón (Tintin), Monedero, etc y el jefe Pablito (ex-coletas, ex-todo)
    Y todo gracias a Sánchez, no crean... siquiera Franco con su Brigadas de lo Social anticomunistas, pudo acabar con la creación de Pablo Iglesias (el otro) cosa que este individuo ha hecho en tiempo récord, sin olvidar al otro socio ZP, que también ha puesto todo su "buen hacer" para ello.
    Solo podemos agradecerles su trabajo.

  • B
    Berenguer

    El PSOE por desgracia carece de un recambio socialdemócrata solvente al estilo europeo.
    Muy malo para el PSOE y, sobre todo, para España.

  • N
    nataliany

    Quiere usted decir que, el problema,es... España .

  • B
    Berenguer

    No le quito ni una coma a ese artículo. Quien crea que la solución para echar al psicópata narcisista de la Moncloa puede venir del propio PSOE ... es un ingenuo o un ignorante.

  • A
    Azahar

    Siempre aparecerá o reaparecerá un socialista peor que Sanchez. El maligno Zapatero, el tumor maligno de España, es aún joven y los socialistas no tienen escrúpulos de volver a presentarlo y votarlo. El votonto socialista, lleva el ADN borreguil y es capaz de rendirse ante él, ya puede Page darle un pellizquito de monja, pero su sueldo depende de su obediencia ovejuna al partido. Si no somos capaces TODOS los españoles de bien de exiliar a toda esta banda de España, como mínimo durante 100 años, a Nueva Zelanda y para los que no hablen ingles a Maquinchao. Este rincón de la Patagonia está situado a unos 75 kilómetros de Jacobacci y a 70 km de Los Menucos, otras de las localidades de la región más frías.

  • P
    Pablito 1

    No me gusta llevar la contraria Sr. Marín, pero difiero de Ud. en el mal llamado PSOE, ya que nunca fue obrero y queda en entredicho fuera español. Claro que hay gente bien preparada y con ideas socialistas de verdad, pero son tantas las enganchadas que tiene la formación, que unos, la mayoría no se atreve y a los otros la mafia de la formación los envía a casa o al paro. La Pureza del ideal en este socialistas queda para los poetas.
    ¿Valoramos desde los tiempos de Felipe González cuanto ha robado el llamado PSOE a España y a los españoles? ¿Qué comisión le dio el Honorable Delincuente, por ejemplo, para que el expediente presentado por el juez a Felipillo, sobre la estafa de Banca Catalana su pudriera en la mesa y no se tramitara nunca?
    ¿Hablamos de la expropiación de RUMASA, que algunos valiosos locales, donde tenían las empresas sus sedes a los dos meses tenían la tercera o cuarta escritura de venta para que nunca volviera a sus propietario y siempre estaban los nuevos dueños relacionados con amigos del Felipillo?
    Y lo siento no puede hablar de otras cosas aun más claras

  • S
    syloxozi

    Hubo gente que se creyó que lo de los cinco días era porque estaba pensando en dimitir.
    Ha habido gente que se ha creído que lo del congreso era porque iba a convocar elecciones a fín de año.
    Siempre sostuve que lo de los cinco días era una farsa y que SáncHez no dimitiría ni agonizando. Ahora sostengo, como Pereira, que lo del congreso es un puñetazo en la mesa para avisar a cualquiera que no se someta ciega e incondicionalmente a sur órdenes y tomar el control absoluto de su partido por lo que va a venir después, que va a ser de atarse los machos, porque SáncHez, ya lo sabeis, es capaz de cualquier cosa y últimamente no hay mas que verle la cara para temerse lo peor.

    Pero aquí nadie se preocupa, Feijóo soplando gaitas para no oir el clamor por el voto de censura y el "run-run" en sus bases. Gonzalez preparando su cambio de residencia a las regiones equinocciales. Page pasándose al preparacionismo. Y el Gran Ausente estudiando sueco.
    ¿Y el pueblo? El pueblo también haciéndose el sueco, porque estas cosas no le preocupan, ni le preocuparán porque pasaremos directamente al miedo. Y es que SáncHez, al menos a mí, esta dándome cada vez más miedo. Insisto, no hay mas que verle la cara que se le está poniendo.

  • 1
    1961chesterton

    !! sr marin , un placer , " niego la mayor " , el psoe y todo el socialismo del mundo mundial , son una gran m.........., si desaparece , !! mejor para todos !! , si le gustan las sintesis le dire una , !! el socialismo se basa simplemente en robarle el dinero a la gente para darselo a la gentuza !! . punto .