Este verano saltó la noticia: Un tribunal obliga a la publicidad de las retribuciones de los inspectores de Hacienda. Se ha vuelto así a poner de actualidad lo referente a su complemento -prima- de productividad o retribución variable, siendo básicamente dos las cuestiones controvertidas.
La primera consiste en el modo de su determinación. No es cierto como a veces se manifiesta con poco rigor que los inspectores se lleven una comisión o porcentaje sobre las liquidaciones tributarias que se practican a un inspeccionado con motivo de su actuación, dado que el procedimiento es mas sofisticado. En efecto, para fijar lo que corresponde periódicamente a cada inspector se aplican diversos parámetros y algoritmos con la utilización de diversas variables, pero en definitiva y de manera evidente, cuanto mayor es el importe de las liquidaciones giradas a los contribuyentes que inspecciona, mayor es la productividad que se paga a un inspector, a sus colaboradores y a sus jefes. Es más que probable que el método incorpore una intrínseca perversión, pues no se premia el trabajo bien hecho, sino el que resulta más productivo para el Fisco, con razón o sin ella, legal o ilegalmente. Vamos a profundizar en el asunto.
La lógica impone que el trabajo de un inspector de Hacienda debería reputarse como bien hecho y por tanto merecedor de ser premiado cuando la regularización practicada sea la correcta, la que procede realizar. Aplicando la lógica humana más elemental, no es irracional pensar que premiarle por el importe liquidado puede inducir a que la liquidación practicada sea indebidamente superior a la que legalmente corresponde, lo que nos lleva a la segunda cuestión de las que hemos denominado controvertidas.
En el sistema de productividad de la AEAT sucede que, aunque las liquidaciones son provisionales, el bonus anual para el inspector es definitivo. Hete aquí la incoherencia
Así, es inevitable poner lo anteriormente en relación con las numerosas liquidaciones tributarias que, impugnadas por los contribuyentes, son posteriormente -años después- anuladas bien por el propio Ministerio de Hacienda, bien por los Tribunales de Justicia. Proporcionemos un dato: según la Memoria del Tribunal Económico Administrativo Central correspondiente al año 2020, en dicho ejercicio se anularon 73.000 liquidaciones tributarias practicadas por la Agencia Tributaria en los años anteriores -razonablemente, cabe esperar que entre 1996 y 1999-, anulándose el 51% de las que afectaban al IRPF, el 55 % de las correspondían al IVA y el 43% de las practicadas en el Impuesto sobre Sociedades. Sin embargo, en el sistema de productividad de la AEAT sucede que, aunque las liquidaciones son provisionales, el bonus anual para el inspector es definitivo. Hete aquí la incoherencia. En el caso comentado, la productividad percibida en su día -razonablemente, entre 1996 y 1999- por los inspectores que generaron las liquidaciones ilegales ha permanecido intocable. ¿Tiene esto algún sentido? ¿Conoce alguien alguna empresa que retribuya a sus vendedores por ventas que acaban siendo devueltas?
Lo expuesto quiere decir que el contribuyente que ha sido víctima de la ejecutividad de las liquidaciones de la AEAT y ha tenido que pagar o garantizar el importe de una liquidación luego declarada ilegal constata que, además, el responsable de este atropello se queda con el premio que recibió en su día. No acaba aquí la tostada, pues la irretroactividad del premio indebido también sucede en el caso de los colaboradores del inspector actuario ¡y de sus jefes!
Un ejemplo reciente ayuda a entender la dimensión del problema. Según ha publicado Vozpópuli días atrás, resolviendo un litigio entre la AEAT y Telefónica, el Tribunal Supremo ha ordenado a la primera la devolución a la segunda de más de 1.000 millones de euros al reconocerle su derecho a percibir unas devoluciones en el Impuesto sobre Sociedades correspondientes a 2009 y 2010, devoluciones que le fueron negadas por la AEAT tras una comprobación realizada por el inspector de Hacienda correspondiente. Sin duda, éste vio en su día incrementado notablemente su bonus de productividad al generar la negativa a la devolución solicitada. Ahora, y una vez confirmado que actuó incorrectamente, nada ni nadie le exigirá la devolución de lo que, en mi opinión, percibió inadecuadamente.
Resulta obvio que el sistema actual no puede mantenerse. Y tiene razón la directora general de la AEAT cuando manifiesta que la solución no es sencilla, pues la devolución de una retribución variable percibida por un funcionario varios años después de haberla conseguido plantea problemas complejos. Pensemos, como ella ha señalado, en funcionarios que se jubilan en el periodo intermedio o que piden la excedencia para trabajar en el sector privado, incluso en los que puedan fallecer en el interregno. Pero la complejidad de la solución no puede llevar a la consolidación del problema. La AEAT, que ha demostrado con creces su capacidad de resolver cuestiones harto difíciles, debe abordar el problema expuesto y encontrar una solución lógica y satisfactoria.
Karl
En la medida en que se le da al Estado poder para hacer cosas por usted (e.g. sanidad), se le da poder para hacerle cosas a usted (e.g. recaudar impuestos); Invariablemente, el Estado hace lo mínimo de lo primero (e.g. listas de espera en sanidad), y lo máximo de lo segundo, e.g. abusos recaudatorios. ___ "[T]he elementary truth which was so clear to the mind of Mr. Jefferson, that in proportion as you give the State power to do things for you, you give it power to do things to you; and that the State invariably makes as little as it can of the one power, and as much as it can of the other." ~Albert Jay Nock
Karl
"Tomando al Estado dondequiera que se encuentre, indagando en su historia en cualquier punto, uno no ve ninguna forma de diferenciar las actividades de sus fundadores, administradores y beneficiarios de las de una clase de criminales profesionales.“ ~Albert Jay Nock
Karl
"Todos quieren vivir a expensas del Estado. Olvidan que el Estado vive a expensas de todos." ~Frédéric Bastiat
ma
Dentro de la inseguridad jurídica del Estado español, el abuso del Ministerio de Hacienda marca sin duda un hito. No olvidemos las fantasías de los funcionarios con las comprobaciones de valores, obligando a los ciudadanos a gastarse más dinero del que se le pide en abogados, o a pagar a sabiendas del atraco del funcionario de turno. En realidad, se plantea un problema sencillo de resolver: si el vendedor tiene devoluciones el asunto no está en que devuelva el bonus, sino en el despido del vendedor. Y el problema con los inspectores cuyas resoluciones son anuladas no está tanto en que devuelvan el dinero cobrado, sino en que deberían ser despedidos. Ahora bien, para ser despedidos no tendrían que ostentar la condición de funcionarios, y es aquí donde está pendiente una de las grandes modernizaciones españolas: la sustitución del funcionario por un trabajador competente, eliminando el empleo de por vida de la administración. Para ser funcionario han de darse dos circunstancias: 1. que se convoquen suficientes plazas a lo largo del tiempo. 2- Que la familia del opositor tenga suficiente dinero para pagarle la preparación. ¿Se lanzan las empresas a contratar a los que consiguen sacar la oposición?, de ninguna manera, el temario, en gran porcentaje obsoleto y de escaso relieve para las empresas, y la falta de cualidades como la brillantez o la innovación, hace que las empresas se retraigan en la contratación de los nuevos funcionarios, y sólo en contadas ocasiones contratan a algunos por su conocimientos, y contactos, del laberinto administrativo, no por ninguna otra razón. El empleo de por vida debe ser eliminado y en su lugar debe establecerse el civil servant de los países anglosajones.
Gepean
Pero TU no has sido Director General de la AEAT, además de Inspector en su momento?. Que has hecho para solucionar el "problema" que denuncias? Por cierto, si un funcionario tiene la presunción de veracidad y las Inspecciones están sometidas a revisión del superior jerárquico, Inspector Jefe, no es suficiente garantía de imparcialidad? O es que te estás cuestionando el Estado de Derecho, como muchos de estos sufridores contribuyentes que preferirían NO pagar impuestos?. En una sociedad liberal como la que que promueve mucha gente, son normales los incentivos por rendimiento, lo que NO puedes es meterlos en la "buchaca" cuando te interesa y los percibes y criticarlos cuando no son para TI, no he visto un escrito registrado con TU renuncia a percibir esos mismos incentivos que cobrabas cuando eras Inspector, o que posteriormente TU mismo asignabas al firmar Resoluciones en los mismos términos que ahora críticas. Ignacio deja de escribir artículos para hacer caja, que pareces de Gestha.
Darksith1977
Pues, obviamente, la solución pasa por abonar ese bonus sólo cuando las liquidaciones sean firmes. O bien, mejor aún, eliminar toda retribución variable (que no deja de ser un incentivo perverso que aumenta la litigiosidad), y subir el sueldo de los funcionarios. No hay más.
Grossman
Yo voy al caso del pequeño contribuyente autónomo, pequeño en el sentido de que no puedes ir a los tribunales, no es rentable, sería tu ruina. Aquí aclarar que cuando pleiteas con hacienda tú pagas tus abogados y los de la parte que está enfrente, que también los pagas vía impuestos. En el 2008 fui víctima de la tremenda recesión con que nos regaló Zapatero y su partido socialista, al estar mi actividad dentro del sector inmobiliario me pilló de pleno, el sector fue literalmente arrasado, como si hubiera caído una bomba atómica y viviésemos un invierno nuclear. Mis ingresos cayeron totalmente y se convirtieron en pérdidas durante años. La reacción de hacienda fue una inspección detrás de otra, algo fácil de entender, que tuviera pérdidas, no les entraba en la cabeza, además actuaban de forma violenta y macarra, tenía derecho a gastos que ellos quitaban aunque estaban justificados para la actividad y si no estabas de acuerdo a pleitear. Los resultados eran ridículos, actuando como mafiosos apenas sacaban 400 o 500 €, que si pones a un inspector a contar los dos días de trabajo que echaban, o más, mirando facturas de 3 €, pues perdían dinero. Así estuvieron varios años hasta que se aburrieron y ya no me inspeccionan, sencillamente no soy rentable, no buscan la defraudación sino sacar dinero como sea, y les importa un pepino entender tu situación real y si lo estás pasando mal. Como decía Thomas Sowell, en la administración como en la actividad privada los funcionarios solo buscan su beneficio personal y no el bien común.
LeonAntonio
En un país, en el que en diversos organismos públicos, se paga a los funcionarios un plus de puntualidad no me extraña nada.
lector9191
Mire usted D. Ignacio, no es cuestión de si estos funcionarios tiene que quedarse o tienen que devolver lo que han arrancado a los contribuyentes. Si usted no entiende que percibir "comisiones", "variables", o "recompensas", a cargo de un sancionado o fiscalizado o investigado, es absolutamente incompatible con la función pública, con la independencia, el interés general, la ausencia de provecho personal, el imperio de la ley, etc. etc. entonces, es que usted no ha entendido nada. Ande, véase el documental "Hechos Probados".
Perhaps
En España tenemos un grave problema normativocon rspecto a las denuncias falsas. Digo España porque es la nación que me interesa, ni conozco ni me preocupan los demás países. En más de una ocasión he expuesto que este problema de denuncias y/o acusaciones falsas se resolvería incluyendo un artículo el el que se castigara esa denuncia falsa con el doble de la pena máxima que correspondería al hecho delictivo denunciado. La presunción de inocencia desaparece si cualquier acusación es aceptada sin riesgos para el denunciante falaz.
Dudandomucho
Esto se sabe hace muchísimos años y nadie hace nada. El estado de derecho está muerto.
JAKS
"¿Conoce alguien alguna empresa que retribuya a sus vendedores por ventas que acaban siendo devueltas?" Sí. Los bancos pagando bonus a gestores de mercados financieros, de financiación corporativa o empleados de red por colocaciones o comisiones derivadas de operaciones que resultaron finalmente fallidas (project finance, hipotecas) erróneamente valoradas (estructurados, titulaciones, etc.) o ilegales (preferentes). Y al estado eso le costó, por ejemplo, 33.000 millones de euros para resucitar a una sola entidad bancaria.