El presidente del Gobierno no ha dejado pasar ni 24 horas desde que afirmara, en el primer aniversario de la muerte de Almudena Grandes –cuyo reconocimiento no tiene parangón en el mundo de las letras hispanas recientes, con cambio de nombre a la estación de Atocha incluido, ¡con lo que se reían algunos en su día porque al aeropuerto Madrid Barajas le pusieran los apellidos de Adolfo Suárez!- que “una de las cosas por las que pasaré a la historia será por haber exhumado los restos del dictador”.
Digo que no ha dejado pasar ni 24 horas cuando, a través de uno de sus medios oficiales, filtraba el nombre de los dos elegidos por Su Sanchidad para ocupar –okupar- el Tribunal Constitucional. Pedro Sánchez, especialista en doblar las apuestas y en ejecutar lo que nadie se atrevería, propone al exministro de Justicia Juan Carlos Campo que le tramitó los indultos del procés y a la exdirectora general del Ministerio de Presidencia, Laura Díez, como nuevos magistrados.
'¿Qué no me atrevo a hacerlo? Sujétame el cubata y llama a los de El País' debió decir el presidente a sus íntimos colaboradores".
“¿Qué no me atrevo a hacerlo? Sujétame el cubata y llama a los de El País” debió decir el presidente a sus íntimos colaboradores, entre los que siempre está Félix Bolaños. Y dicho y hecho. El presidente que nombró fiscal general del Estado a su ministra de Justicia, Dolores Delgado, y la sustituyó por Campo, coloca a éste ahora en el Constitucional en una permanente puerta giratoria que se mueve al son de los intereses del inquilino de la Moncloa. “¿La Fiscalía de quién depende? Pues eso…”.
Sánchez tiene la capacidad de ir siempre un paso más allá. Si el PP colocó en el TC a magistrados que en su día tuvieron el carné del partido y que fueron diputados (Andrés Ollero, por ejemplo), él redobla la apuesta y coloca al hombre que, como un fiel escudero, tramitó los indultos a los implicados en el procés y luego hizo mutis por el foro, obediente, a la espera de ser llamado a nuevos destinos por el sumo hacedor de La Moncloa.
Delgado en la Fiscalía –hoy, ocupada por su fiel segundo-; Campo y Díez en el Constitucional; José Félix Tezanos, miembro de la Ejecutiva de Ferraz cuando fue nombrado y aún hoy editor de la revista de cabecera de Ferraz, al frente del CIS…
Suma y sigue: tras la debacle socialista en Andalucía el 19-J, Sánchez asaltó Indra –la empresa encargada de los recuentos electorales y una máquina de hacer dinero gracias a la industria de Seguridad y los fondos UE- y los hizo –oh, casualidad- a través de Amber Capital, el fondo que es primer accionista de Prisa. El círculo sigue cerrándose.
Y también después de las andaluzas, Sánchez ordenó tomar el control del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos informes que medían la evolución de los precios de la electricidad o el cálculo del PIB diferían de los deseos del Gobierno, con Nadia Calviño a la cabeza. Dicho y hecho: el poco maleable Juan Manuel Rodríguez Poo fue destituido para sustituirlo por Israel Arroyo, secretario de Estado de Seguridad Social y hombre del ínclito José Luis Escrivá. El mismo que calificaba los informes del Banco de España de “pocos sofisticados” porque contradicen el optimismo del Gobierno…
Y, para disimular, hace apenas dos meses el marido de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, dejaba su criticado puesto como consejero en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)… para asentarse en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Mariano Bacigalupo llegó a atacar desde su puesto que “los telediarios abran a diario con los precios del mercado eléctrico”… que dependía de su señora esposa.
Vía nombramientos, Pedro Sánchez asaltó la Fiscalía, indultó a los presos del procés, conquistó el CIS, el INE, la CNMV y las principales empresas".
Vía nombramientos, Pedro Sánchez asaltó la Fiscalía, indultó a los presos del procés, conquistó el CIS, el INE, la CNMV y las principales empresas. Vía mayoría Frankenstein, ha derogado la sedición y sigue negociando la reforma de la malversación. Ahora, ya ha movido ficha para ocupar el Constitucional con dos fieles escuderos. ¿Duda alguien de que Pedro Sánchez va a pasar a la historia de España? Otra cosa es que sea la historia… negra.
S.Johnson
Sí que pasará a la historia, como Pedrito Sacamuertos. Nadie olvidará ni el nombre ni el porqué del nombre.
Tony010
Totalmente de acuerdo. Lástima que falte en la lista reformar el sistema electoral y de partidos, para no convertirlos en entidades mafiosas de colocación de palmeros.
Wesly
Pedro Sánchez pretende pasar a la historia como el hombre que, después de Franco, controló todas las instituciones del estado por medio de sus peones más sectarios y obedientes, e implantó una dictadura basada en la arbitrariedad y la impunidad de sus actos.
Pico pato
No hay institución que no allá atacado y eso no tiene buena pinta los progresistas regeneradores