Plus Ultra ha presentado una demanda contra Vozpópuli por "vulneración del derecho al honor y por el ataque a su reputación comercial". La aerolínea, que lleva meses en el foco informativo tras percibir un millonario rescate público, ha decidido llevar a los tribunales a este diario "por las numerosas informaciones inveraces que ha venido publicando desde marzo de 2021".
La redacción de Vozpópuli conoció la maniobra judicial de Plus Ultra no a través de la vía ordinaria del burofax, sino mediante un comunicado insólito de prensa, distribuido por correo electrónico a cientos de periodistas con sus nombres y direcciones al descubierto. La denuncia de Plus Ultra no alude a ninguna información en concreto, sino a "las informaciones inveraces que de manera constante y sistemática viene publicando sin contrastar".
El carácter estrambótico de la demanda (una suerte de enmienda a la totalidad), la cantidad desorbitada exigida (4,6 millones de euros) y el método utilizado para su difusión (un comunicado de prensa) vienen a demostrar el objetivo último de la aerolínea: intimidar a quienes desde este periódico hemos investigado las razonables dudas que medios, partidos y políticos, cada cual en el legítimo ejercicio de sus obligaciones, manifestamos en su momento acerca de este oscuro rescate ejecutado con fondos públicos. De paso, la empresa lanza un aviso a navegantes, una amenaza velada al resto de medios que han trabajado para esclarecer la verdad sobre la ayuda gubernamental.
En su comunicado, Plus Ultra recuerda con tino que Vozpópuli comenzó a informar sobre el rescate "apenas 24 horas después de la concesión", el 9 de marzo de 2021. En efecto, este diario fue el primero en alertar sobre la sospechosa opacidad del rescate, que implicaba la entrega de 53 millones de dinero público a una aerolínea con escasa actividad en España. También destapamos los vínculos entre los dueños de la compañía y empresarios venezolanos cercanos al chavismo y con sociedades radicadas en paraísos fiscales.
Del 10 de marzo en adelante, Vozpópuli se dedicó a arrojar luz sobre el dudoso rescate. Otros medios siguieron la estela y numerosas informaciones, propias y ajenas, llegaron al Parlamento primero y a los juzgados después. Plus Ultra, la empresa que ahora denuncia "una intensa campaña mediática de desprestigio", tardó 32 días en dar la cara. Nada menos. La aerolínea no publicó su primer comunicado oficial hasta el 8 de abril.
Ni Plus Ultra ha dado nunca ejemplo de transparencia ni dice ahora la verdad en su demanda. Es falso que la compañía haya "exigido repetidamente" a este medio "la rectificación de las informaciones inveraces que de manera constante y sistemática viene publicando sin contrastar". Desde su primer comunicado, Plus Ultra se ha dedicado a 'corregir' a este y otros medios a través de notas de prensa, pero nunca exigió a Vozpópuli una rectificación oficial.
La demanda, carente a nuestro juicio de base alguna, lejos de amedrentarnos refuerza nuestro compromiso con la verdad y constituye un aliciente adicional
La empresa también miente al denunciar que este diario "ha ocultado toda información favorable a la aerolínea, como -por ejemplo- los recientes éxitos que ha obtenido en sendos procesos judiciales frente a Boliviana de Aviación y Aquatravel". Este diario publicó el pasado 11 de noviembre que el Juzgado de Primera Instancia número 83 de Madrid condenó a la aerolínea a pagar 63.762 euros a Boliviana de Aviación al estimar parcialmente una demanda en la que se le reclamaba una indemnización de 1,1 millones de euros. Es decir, los magistrados rechazaron imponer el pago millonario a Plus Ultra, tal y como publicó Vozpópuli. Durante el procedimiento judicial, -que sigue en curso en un juzgado de Plaza Castilla- este diario, además, siempre aportado la visión tanto de la propia aerolínea como de la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
Por último, la aerolínea vuelve a faltar a la verdad al asegurar que "lleva muchos meses tratando de evitar por la vía amistosa una contienda judicial". A excepción de una entrevista concedida por su presidente, el 27 de abril del pasado año, ningún responsable directo de Plus Ultra se ha puesto en contacto jamás con ningún periodista de este diario para aportar su visión de los hechos. La demanda, por tanto, carente a nuestro juicio de base alguna, lejos de amedrentarnos refuerza nuestro compromiso con la verdad y es un aliciente adicional que nos anima a perseverar en la imprescindible tarea de verificar el buen uso del dinero público que, en una sociedad democrática, también incumbe a los medios de comunicación.