Opinión

¿Sabrá MJ Montero qué es el concierto?

Tener una ministra aquejada de ignorancia es una desgracia, si. Pero si además de esa virtud tiene también el vicio de mentir, la desgracia es doble

  • La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero -

Tras hacerse públicas las líneas básicas del acuerdo independentista adoptado por Sánchez y por los soberanistas de ERC para otorgar a Cataluña una “financiación singular” y en función de su contenido, todos los medios de comunicación y todos los comunicadores -como ejemplo, Vozpópuli y Mercedes Serraller- se han venido refiriendo al concierto, identificando así el método de financiación previsto para la Generalitat catalana en dicho acuerdo.

Hasta que de repente MJ Montero, nuestra ágrafa ministra de Hacienda, se ha destapado afirmando que no, que lo pactado no es un concierto ¿Sabía ella lo que decía? Quiero pensar que no porque soltar una estulticia tan enorme siendo consciente le daría vergüenza incluso a ella pese a que, por sus antecedentes, podría deducirse que de eso no anda sobrada. De modo que valgan estas líneas para intentar explicarle por qué el instrumento de financiación que su partido se ha comprometido a aplicar para Cataluña sí es esencialmente como el concierto aplicado con las Diputaciones Forales del País Vasco o como el convenio aplicado en Navarra.

Mire ministra, en los territorios forales del concierto o del convenio corresponde a la Administración foral la gestión íntegra de los tributos autonómicos y, además, gestiona, controla y recauda los impuestos que conforman el sistema tributario estatal. ¿Le suena eso parecido a que la Generalitat gestione, liquide, recaude e inspeccione el 100% de los impuestos que se pagan en Cataluña? Sí, verdad. Pues eso. Seguimos.

Por cierto, no se distraiga por el hecho de que el concierto catalán vaya en esta cuestión todavía más lejos que el concierto o el convenio vigentes en el País Vasco y en Navarra. Repare en que incluso en estos territorios la Agencia Tributaria del Estado se encarga de la gestión de algunas figuras tributarias -el IVA vinculado a la importación y los Impuestos Especiales en el mismo supuesto- en tanto que en el concierto catalán la AEAT será desnudada íntegramente de cualquier función o competencia. Pero no se distraiga por eso, en esencia la financiación pactada para Cataluña es como la vasca o navarra.

Siga atendiendo ministra. Debido a lo anterior, las Diputaciones forales pagan después un importe al Estado -el llamado cupo- en compensación por el coste de los servicios que éste presta en los territorios de aquélla. ¿Le suena que eso también figura en el pacto PSOE-ERC que han tenido ustedes que acordar? Si, verdad. Pues eso.

El importe pagado será tan pequeño como grande sea la necesidad que el Gobierno español tenga de los votos independentistas catalanes en el Congreso de los Diputados. Imagínese

Evite otra vez distraerse porque en la solución catalana, a diferencia de lo que sucede en los supuestos vasco y navarro, se prevé que la Generalitat pague un importe adicional al Estado en concepto de solidaridad con las otras regiones españolas. Bien sabe usted que en el pacto no figura ninguna referencia para la cuantificación del importe a pagar dejándolo todo a una negociación futura y bilateral entre el Estado y la Generalitat. De ahí cabe deducir que el importe pagado será tan pequeño como grande sea la necesidad que el Gobierno español tenga de los votos independentistas catalanes en el Congreso de los Diputados. Imagínese.

¿Se da usted en cuenta entonces que el sistema de financiación que su partido ha aceptado para Cataluña es como el concierto vasco o el convenio navarro? Sí, verdad. Pues deje de negarlo, no haga más el ridículo, evítelo siquiera ahora aunque sea solo por una vez. Hágase ese favor.

Dese cuenta ministra que el bochorno de su declaración negando que el sistema de financiación pactado para Cataluña sea como el concierto es tan copernicano que hasta miembros de su propio partido se han desmarcado de su grosera manifestación para no verse salpicados por semejante estulticia. Fíjese por ejemplo en Borrell, antiguo compañero suyo en el Consejo de Ministros y que de Hacienda sabe un poquito más que usted. No se ha andado con medias tintas y lo ha dicho claramente: “Es un concierto”. ¿Lo ve ministra? No han sido los pseudo medios que dice su jefe ni los integrantes de la fachosfera a los que también alude quien a usted le manda. No, ha sido Borrell, miembro de su propio partido, antiguo secretario de Estado de Hacienda con Felipe González y dos veces ministro en gobiernos socialistas. ¿Se convence usted ahora?

Pues si se ha convencido de su error y ya se ha dado cuenta al fin del inequívoco carácter de concierto -o convenio- que tiene el sistema pactado para Cataluña, repare usted en el ridículo que ha hecho y adopte como objetivo no volver a hacer otro semejante. Hágalo porque así se lo merecen la institución que dirige, nada menos que el Ministerio de Hacienda, los funcionarios que en ella desempeñan sus funciones y la sociedad española en su conjunto. No vuelva usted a auto ridiculizarse de modo tan cruel.

Estando avisada de ello, lo ha negado públicamente con el objetivo de intentar engañarnos a todos, a sus correligionarios de las regiones perjudicadas y al conjunto de los españoles

Y ahora escúcheme. Me sugieren varios amigos que, en realidad, usted sí sabía que lo pactado para Cataluña es un concierto pues así se lo habían avisado sus colaboradores, que ellos sí entienden de los temas de Hacienda. Y que estando avisada de ello, lo ha negado públicamente con el objetivo de intentar engañarnos a todos, a sus correligionarios de las regiones perjudicadas y al conjunto de los españoles. Para apoyar su sugerencia me recuerdan que usted ya ha mentido en otras ocasiones como, por ejemplo, cuando negó haber desvelado públicamente datos confidenciales de un contribuyente pese a que todos le vimos hacerlo por televisión. También cuando en la creación de lo que son dos impuestos puros y duros -en realidad, más duros que puros- tuvo la desfachatez de denominarlos “gravámenes” y atribuirles la condición jurídica de “prestación patrimonial de carácter público no tributario”. De modo que con esos antecedentes me han sembrado la duda.

Y ciertamente, ahora la mantengo. No tengo claro si usted no sabe lo que es el concierto o convenio financiero autonómico o si habiéndolo sabido porque se lo han soplado ha optado por mentirnos. Pero créame ministra que, por preferir, preferiría la primera opción. Tener una ministra aquejada de ignorancia es una desgracia, sí. Pero si además de esa virtud tiene también el vicio de mentir, la desgracia es doble.

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