No le ha salido bien al Festival de cine de San Sebastián la jugada de desautorizar como ataque a la libertad de expresión las críticas a la entrevista de Jordi Évole al jefe etarra Josu Ternera. Importa poco la interviú, lo reseñable es la censura por motivaciones políticas a Iñaqui Arteta, el mejor especialista cinematográfico -él sí- de documentales sobre ETA. Quien haya visto películas de este gran profesional -por ejemplo, “Bajo el silencio”- comprenderá inmediatamente por qué le censuran y, si se comparan trayectorias, por qué Ternera y sus compinches seleccionaron a Évole.
El director del Festival, José Luis Rebordinos, en el diario de Escolar junior, intentó desacreditar a la Federación de Víctimas del Terrorismo (FVT) con el argumento “se oponen antes de ver la entrevista”. Como Sánchez con la ley de amnistía, les dice esperen a ver. La falacia es gruesa; la crítica de las víctimas no es por la entrevista y su previsible contenido, sino por su utilización para disimular la censura a voces discordantes como la del cineasta Arteta. Chocan con unas asociaciones que se han doctorado en desmontar las artimañas del conglomerado supremacista.
Para entender las críticas de la FVT y de fundadores de Basta Ya, como Savater, Rosa Díez o Gorriarán, se ha de tener en cuenta que quien incluye la entrevista no es el Festival de Venecia, sino el de San Sebastián, y que el entrevistador elegido es Évole, el de las preguntas amables a Maduro, no Jorge Ramos, por ejemplo, el periodista -él, sí- detenido por el dictador irritado por plantearle cuestiones incómodas. Como la TV pública vasca, que también censura a Arteta, y multitud de instituciones culturales financiadas por administraciones dirigidas por secesionistas, el Festival es un instrumento más al servicio de la narrativa nacionalista sobre la violencia etarra.
Emocionan por su moral insobornable que se contrapone a todas las maniobras nacionalistas por banalizar los crímenes etarras mediante una “narrativa identitaria” más falsa que la falsa moneda
Su objetivo es imponer el relato del “conflicto”, interpretado como la inventada lucha de siglos del “pueblo vasco” contra el “Estado español”. Siguen el libro de estilo actual de Otegi y compañía: ETA causó dolor y víctimas, sí, pero ha de tenerse en cuenta la otra violencia y el sufrimiento de los “presos políticos vascos”. Es la historia sobre violencias múltiples a las que apela Rebordinos. La obra colectiva de investigación ETA. Terror y terrorismo (2021) es imprescindible para identificar el catálogo completo de técnicas de manipulación generosamente financiadas del secesionismo vasco, a la vez que documenta la fortaleza desarrollada por las organizaciones de víctimas para hacerlas frente.
Las asociaciones siempre tuvieron conciencia de los crímenes etarras por su naturaleza política y ven las dolorosas experiencias personales como “un sacrificio en nombre del Estado”. No necesitan que nadie les explique que son víctimas involuntarias de una violencia de ETA y sus colaboradores que tenían como objetivo “subvertir el sistema democrático e imponer por la fuerza un proyecto totalitario”. Emocionan por su moral insobornable que se contrapone a todas las maniobras nacionalistas por banalizar los crímenes etarras mediante una “narrativa identitaria” más falsa que la falsa moneda. Los Rebordinos lo saben, pero sus estatus e ingresos dependen de no saberlo.
Por alguna razón que desconozco, en este proyecto del supremacismo, el lendakari Urkullu es considerado un moderado. Lo cierto es que desde 2013 su Secretaría de la memoria acometió una revisión del pasado de violencia con el fin de fortalecer el relato del “conflicto” con España como explicación. Introdujo modificaciones hasta en los nombres: la Dirección de Atención de Víctimas del Terrorismo pasó a llamarse Secretaría de Paz y Convivencia. Cambió por la misma razón a los responsables: cesó a Txema Urkijo, que procedía de Gesto por la Paz, y colocó a Jonan Fernández, de Elkarri y Lokarri, apóstoles de la tesis “todas las violencias”, en línea con la doctrina oficial secesionista.
Josu Ternera, número uno de ETA con 400 órdenes de asesinatos a sus espaldas durante su “mandato”, ocupará el centro de la alfombra roja del Festival de San Sebastián
Para imponer su narrativa, el nacionalismo siempre confió en el cine como recurso eficaz. En un interesante apartado de ETA. Terror y terrorismo, Martín Alonso y Fernando Molina muestran el seguimiento de un canon al servicio del relato del “conflicto vasco” como el origen de “las violencias”. La pelota vasca (2002) de Julio Medem lo sintetiza bien: un 34% de su discurso visual está dedicado a las víctimas del terrorismo y hasta un 24% a “glosar la lucha histórica del pueblo vasco por preservar su identidad frente a la supuesta voluntad agresora del Estado español”. Los ejemplos abundan: Asier ETA biok (2013), Lasa y Zabala (2014), Echevarriatik Etxebarriara (2014)…Se repiten guiones tramposos en los que la violencia etarra estaría motivada por un mítico “conflicto histórico”.
Josu Ternera, la estrella del Festival donostiarra que se celebrará este fin de semana, uno de los “presos políticos vascos” apadrinados por Bildu, número uno de ETA con 400 órdenes de asesinatos a sus espaldas durante su “mandato”, ocupará pasado mañana el centro de la alfombra roja del Festival de San Sebastián. Recibirá allí el equivalente al ongi etorri con el que sus admiradores reciben a los etarras, la acreditación de “miembro excelso de la comunidad local”. Ternera no se arrepiente de nada, ya lo hace por él su camarada Otegi en el discurso más cínico e inmoral de los siglos: “sentimos mucho dolor por las víctimas”.
Lo han intentado todo, pero no han podido ni podrán con las asociaciones de víctimas de ETA, a las que quieren reducir al rol de “pobres víctimas”. Lo vuelven intentar en la 71ª edición del Festival de San Sebastián.
Pontevedresa
Una sugerencia, hay un corto de Iñaki Arteta que puede ser visto en Google y que se merecen las víctimas como homenaje contrarrestando la ofensa de la entrevista de Evole. Son 17 las películas que ha hecho Iñaki Arteta y el corto está en #27 minutos, merece la pena verlo.
Pontevedresa
Yo sí he visto varias de las magníficas películas de Iñaki Arteta al que nunca han dado cancha en el festival de San Sebastián. Al sr. Rebordinos le diría que es absurdo lo de que hay que ver la entrevista primero. Lo disparatado es que el asesino múltiple sea la estrella invitada de un festival en el que se le ha negado a las películas de Iñaki Arteta. Espero que el boicot a semejante apertura sea de antología. Esta postura indica quien sigue siendo el guardián de las esencias en una comunidad enferma.
Variopinto
Como ya dije esta semana en otro comentario, de esa entrevista para Netflix y de las respuestas de ese entrevistado, le lei a Iñaki Arteta que es lo que no debemos perder de vista, en una entrevista que le hicieron este fin de semana en otro medio: "Pregunta.- Si tuviera la oportunidad de hacer un documental en el que poder entrevistar a Josu Ternera, ¿lo haría? Respuesta.- Yo hice una película en 2020, ‘Bajo el silencio’, en la que entrevistaba a etarras. Era un documental de dos horas y media. En su momento quise poder presentarlo en el Festival de San Sebastián pero no me dieron ni una explicación, pese a que conozco a su director, a Rebordinos desde hace 20 años. Por supuesto que le hubiera entrevistado a ‘Josu Ternera’. En el tiempo que grabamos ‘Bajo el silencio’ estaba fugado. En mi recorrido con las películas me faltaba ir ‘al otro lado’, saber por qué habían hecho lo que habían hecho y ver cómo viven con ello. Es muy interesante todo eso, pero si se hace buscando la verdad. Si Évole, que aún no hemos visto la película, nos acerca a la verdad de lo que es un líder de una banda terrorista durante una época en la que encargó matar a casi 400 personas… estaré de acuerdo. Hay muchos documentales sobre asesinos, no es el primero."
Norne Gaest
El mundo del cine "español" ha vivido ajeno al terrotismo y el nazionalismo. Salvo excepción, solo es capaz de hacer payasadas como la película "Ocho apellidos vascos" que hasta a los totalitarios hace gracia. Para ellos el problema siempre está en "la derecha". El caso de los festivales de cine de San Sebastián es peor aún, puesto que se celebran en el epicentro del terrorismo y la opresión nazionalista. Que aboguen por el relato etarra del supuesto "conflicto" entre el pueblo vasco y el Estado español no hace sino corroborar una larga trayectoria vergonzosa.
Jen73
Quien vá a votar a esta mujer? En todo el espectro político se la considera una chaquetera.
Uno cualquiera
Qué va a dividir esta buena mujer, si no la van a votar ni en su casa. Ojalá recuperara la dignidad y se dedicara a la abogacía, que es lo suyo.
vallecas
Para entender esto hay que remontarse al pasado. La sociedad Vasca estaba dividida en 2 partes. Los que estaban a favor del "tiro en la nuca" y lo que pensaban que con romperles las piernas, despojarles de sus bienes y enviarlos al destierro (ancha es Castilla) era suficiente. ¿A que ahora se entiende mejor??