El sector sanitario es uno de los pilares clave de la economía española, a la que aporta el 10,4% del Producto Interior Bruto, muy próximo al del turismo y, por lo tanto, uno de los principales motores económicos y sociales de España. La iniciativa privada en el sector salud es una pieza incuestionable, debido a que impacta directamente en la provisión de bienes y servicios en distintos ámbitos de la sociedad y en los sectores productivos de la economía del país: no solo impulsa, promociona y cubre necesidades en el ámbito sanitario, sino que desempeña un papel central en la generación de valor económico (entre el 54% y el 58% del gasto sanitario total precisa del sector privado para la prestación de los servicios), la creación de empleo cualificado (con el 7,5% de asalariados en España), la promoción de la innovación y la eficiencia (donde el 34,8% de las patentes presentadas fueron de carácter privado), así como la atención al paciente, más allá del ámbito asistencial específico.
El ecosistema del sector sanitario privado trasciende el ámbito asistencial e impacta en la sociedad y en los sectores productivos de la economía del país: el gasto sanitario alcanzó en 2021 el 10,4% del PIB, siendo al menos el 3,1% de origen privado
“Nuestro sistema sanitario está formado por vasos comunicantes. No solo el sector público y el privado, sino todos los subsectores que a su vez lo componen son vasos comunicantes entre sí. Si se toman medidas que perjudican a un subsector en un momento determinado (por cuestiones ideológicas, por ejemplo), no solamente se perjudica a este, sino también al resto y, con ello, al conjunto de un sector que es esencial para el estado de bienestar de nuestro país y uno de sus motores económicos”. Así lo ha señalado Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), durante la presentación de las conclusiones del informe ‘Monitor de la Actividad Empresarial en el Sector sanitario Español’, un riguroso trabajo desarrollado por la Fundación IDIS, apoyado en los datos de las organizaciones sectoriales y de los diversos ministerios a los que involucra la actividad; datos que muestran lo que supone para el país la actividad privada en un sector tan diverso como el sanitario y su normalización dentro del propio sistema de salud, analizando con indicadores creados ad hoc su impacto en cinco áreas de estudio -economía y crecimiento; empleo, empresa y equidad social; industria, inversión e innovación; formación e investigación y asistencia sanitaria- con repercusión en 11 ministerios.
Economía y crecimiento
El sector sanitario es uno de los pilares clave de la economía española, además, el gasto sanitario privado supone el 3,1% del Producto Interior Bruto. La facturación de las empresas del sector sanitario de impacto directo e indirecto supera los 75.134 millones de euros, lo que representa el 5,58% del PIB total. Así, por ejemplo, es destacable que la gestión de hospitales privados generó en 2022 un volumen de negocio de 12.400 millones de euros, con un incremento del 5,5% respecto a 2021, la facturación de los seguros de salud en 2022 alcanzó la cifra de 10.908 millones de euros (siendo el 0,81% del PIB de 2022).
Por otro lado, es reseñable que la industria farmacéutica incrementó sus ventas al exterior en un 55%, hasta alcanzar los 27.442 millones de euros, lo que representa el 7,1% del total de exportaciones en España.
Empleo, empresa y equidad social
Tal y como se extrae del informe, el sector sanitario privado agrupa a más de un millón de asalariados en nuestro país (impacto directo e indirecto). Se estima que el número total de trabajadores en el sector asegurador para salud ascendería a 6.892 personas, los trabajadores en oficinas de farmacia 70.122, que el sector sociosanitario agrupa a más de 160.000, el sector tecnológico cerca de 130.500 puestos y la industria farmacéutica unos 259.000 empleos.
El 7,5% de asalariados en España trabajan en actividades relacionadas con el sector, siendo un 60% mujeres. El tejido empresarial contabiliza más de 198.000 empresas en el sector sanitario.
Por otro lado, el sector sanitario tiene un tejido empresarial de 198.869 compañías, el 5,7% del total de entidades en España, lo que le hace ser uno de los principales generadores e impulsores de empleo. A nivel de equidad, es reseñable que el 60% de los profesionales en el sector sanitario son mujeres y que, gracias a la labor de las farmacias en el mundo rural, el 90% de la población en municipios rurales pequeños y el 70% de los micromunicipios tienen acceso a servicios de salud.
Industria, inversión e innovación
Tal como recoge el informe, tras la crisis de la COVID-19 el mercado de la tecnología sanitaria ha experimentado un crecimiento de un 7% con un incremento del 5% de empleo.
Por otro lado, la industria farmacéutica es también un sector estratégico en España por su capacidad en el ámbito de inversión en I+D, producción, exportaciones y empleo de calidad. Tal como explicó la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, “esta industria es la tercera fuerza exportadora de nuestro país con 103 plantas de producción y 1 de cada 5 euros invertidos en I+D por las empresas son aportados por el sector farmacéutico. Asimismo, el sector de la biotecnología juega un papel importante en relación con la investigación, debido a que se autorizaron más de 900 ensayos clínicos en España, de los cuales el 86% está financiado con fondos privados”.
La innovación en el sector salud acapara buena parte del interés de la ciencia en términos de gasto, siendo el segundo sector que más financiación recibe, por detrás de la producción y tecnología industrial. De hecho, el PERTE para la Salud de Vanguardia prevé un 19,5% de fondos privados para I+D, la medicina personalizada, el dato y la transformación digital del sector.
De los 900 ensayos clínicos en España, el 86% son financiados con fondos privados. Además, el 34,8% de las patentes presentadas fueron de carácter privado.
La apuesta de la Fundación IDIS por la transformación digital se refleja en la puesta en marcha del proyecto miHC, financiado con fondos privados, que permitirá la interoperabilidad de los hospitales privados, así como el envío de la documentación clínica requerida en formato digital a cualquier facultativo. “Esto quiere decir que la adhesión de todos los grupos hospitalarios permitirá que el 55,6% de los hospitales españoles tengan una interconexión de los datos de historia clínica electrónica”, tal y como ha puntualizado Marta Villanueva.
Asistencia sanitaria
El 55,6% de los hospitales en España son de titularidad privada, lo que supone el 32% de las camas hospitalarias en España y el 70,5% de los centros sociosanitarios. Los hospitales privados llevan a cabo el 31% de las cirugías y el 24% de las altas y las urgencias de nuestro país. En términos de equipamiento médico de alta tecnología, el sector hospitalario privado cuenta con el 52% de las resonancias magnéticas. Por otra parte, los hospitales privados con conciertos sustitutorios llevaron a cabo cerca de 574 mil intervenciones quirúrgicas, más de 10 millones de consultas y atendieron cerca de 2,5 millones de urgencias y más de 550 mil altas hospitalarias.
En el ámbito asistencial, el 55,6% de los hospitales son de titularidad privada, realizando el 31% de las cirugías y el 24% de las urgencias.
Desde el punto de vista de ahorro, es importante reseñar el impacto del mutualismo administrativo. En esta línea, podemos decir que la población cubierta por este modelo es de 1,73 millones de personas, es decir, aproximadamente el 82% del total, lo que supone un ahorro de casi 571 millones de euros.
A su vez, es remarcable que en España el 92% de las ambulancias operativas para cualquiera de los servicios son de propiedad privada y que las empresas proveedoras de gases medicinales generan empleos directos de 1.800 personas, dando a servicio a 888 centros y 187.000 camas públicas y privadas.
Formación e investigación
Por último, el informe también muestra datos significativos como que el 63,43% de universidades españolas son privadas, de las cuales el 37,09% ofertan estudios en el ámbito de la salud. Además, es relevante que el 27,7% de estudiantes de grado en ciencias de la salud lo hicieron en un centro de titularidad privada, que el 34,54% de los másteres de salud están impartidos por universidades privadas y que el 44,6% de los alumnos matriculados de grado medio en estudios del ámbito sanitario y el 61,8% de grado superior lo hicieron en centros privados.
Apoyo de todo el sector salud
En la presentación del informe han participado representantes de las organizaciones sectoriales implicadas en el ámbito de la salud, dando soporte al trabajo de la Fundación IDIS y analizando, desde su perspectiva, la aportación indispensable de sus áreas de actividad. Josune Méndez, secretaria general de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), ha querido remarcar “cómo el informe pone en valor la aportación del sector de los cuidados a muchos de los retos que tenemos como sociedad -como pueden ser la sostenibilidad del SNS o la necesidad de ofrecer un modelo de cuidados que dé respuesta a las necesidades individuales de las personas- y porque profundiza en el conocimiento desde una visión transversal, contribuyendo a dejar de lado el debate privado-público, lo cual redunda en un mayor reconocimiento social del sector”.
El presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, por su parte, ha incidido en “el esfuerzo constante del sector asistencial hospitalario por asegurar la excelencia en la atención médica priorizando la calidad y la atención personalizada, haciendo mención a la alta capacitación y compromiso de los profesionales, como columna vertebral del sistema. Junto con los profesionales, ha destacado el compromiso de los centros por la innovación y la incorporación de tecnología puntera que les permite afrontar la alta complejidad en la prestación de servicios”.
La Fundación IDIS analiza en este informe cinco áreas de impacto del sector privado: economía y crecimiento; empleo, empresa y equidad social; industria, inversión e innovación; formación; y asistencia sanitaria, analizando en todas ellas datos agregados y demostrando que la iniciativa privada es una pieza incuestionable en el sistema sanitario, económico y social
Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, puso el foco en la I+D como razón de ser de la industria farmacéutica que “cada año aumenta su inversión en nuestro país, batiendo su propio récord en 2023, con 1.395 millones de euros, lo que supone el 20% de toda la I+D industrial en España. Esta apuesta decidida por la investigación tiene su fundamento en un exitoso modelo de colaboración público-privada, junto a hospitales y centros de investigación, lo que ha conseguido situar a España como un referente en investigación clínica a nivel internacional, además de fortalecer el tejido productivo y la autonomía estratégica abierta. Todo ello, siempre, con el fin último de mejorar la salud, la calidad de vida y el bienestar de las personas”.
Desde la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), su secretario general, Pablo Crespo, considera que “este trabajo de la Fundación IDIS confirma el papel esencial que tiene la industria de tecnología sanitaria en la mejora de la salud y calidad de vida de la población, en la generación de riqueza para nuestro país y nuestro liderazgo en la salud digital del Sistema Nacional de Salud. Dado que las nuevas tecnologías sanitarias nos van a permitir tener un sistema sanitario más moderno y eficiente, así como una población más sana y productiva, es necesaria una cultura en la que la inversión en tecnologías sanitarias sea una prioridad estratégica para conseguir una atención sanitaria más personalizada y con mejores resultados en salud”, ha asegurado.
El secretario general de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), Luis Miguel Ávalos, quiso dejar de manifiesto la involucración del sector asegurador en la actividad sanitaria, desde su ramo de salud, “por ofrecer tratamientos innovadores con opciones terapéuticas complementarias y que facilitan el acceso a los servicios sanitarios; unos servicios cuya prestación alivia la carga de trabajo de los centros públicos, lo que vuelve a reseñar el papel de aliados, y no competidores, de los sectores público y privado”.
“Este análisis -concluyó Marta Villanueva- evidencia que hablar de iniciativa privada en sanidad es hablar de mejora de la salud, pero también de motor de la economía, empleo, innovación responsable, formación o colaboración. Y recuerda que la colaboración público-privada es imprescindible en la mayoría de los sectores clave a nivel social, y por supuesto en el sector sanitario también. Por eso hay que normalizarla, porque es la propia actividad sanitaria la que hace inevitable que se produzca la colaboración. Si esta falla, falla la actividad, falla el sistema y se perjudica a toda la sociedad”.