Sociedad

La nueva vida del panadero sevillano que ganó 121 M. en el Euromillones

Francisco Delgado Rodríguez era un humilde panadero treintañero del pueblo de Pilas cuando en 2011 ganó uno de los mayores premios concedidos desde que existe la lotería. Ahora es una de las personas más ricas de España. 

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Todos hemos soñado en cómo sería nuestra vida si un día ganáramos un premio millonario de la lotería y no tuviéramos necesidad de volver nunca a trabajar. Exactamente esto es lo que le ha pasado a Francisco Delgado Rodríguez, sevillano de 38 años que el 13 de mayo de 2011 ganó uno de los mayores premios nunca repartidos por el Euromillones: 121 millones de euros por acertar una combinación de cinco números y dos estrellas. Desde entonces, como es lógico, su vida ha cambiado. Se ha comprado una casa en Miami y vive allí, aunque también se ha comprado un dúplex de lujo en pleno centro de Sevilla, muy cerca de la Giralda, desde cuyo garaje sale de vez en cuando con un rutilante Porsche azul. La vivienda está valorada en 1,2 millones de euros y tiene 172 metros cuadrados además de una terraza de 100 metros con piscina.

Una vez obtenido el premio, Delgado se ha comprado una casa en Miami y otra en pleno centro de Sevilla, junto a la Giralda, además de un chalé a cada una de sus hermanas

Delgado trabajaba y vivía en el pueblo hispalense de Pilas. Una vez obtenido su premio, pasó a llevar una vida más discreta, pues toda precaución es poca cuando se tiene tal cantidad de dinero en el banco. Una información de 'El Mundo' asegura que tiene el grueso de su capital, unos 75 millones de euros, invertido en tres sicavs (vehículo de inversión especial para grandes fortunas y que goza de una tributación muy baja) que gestiona su padre. Estas sicavs le han rentado 2 millones de euros antes de impuestos desde 2011, según datos de la CNMV. También se dice que ha retirado de trabajar a sus padres o ha comprado un chalé a cada una de sus tres hermanas: Maru, Lola y Maribel.

Viajes por el mundo

Uno de los primeros caprichos que se dio Delgado, apenas 15 días después de que la lotería le cambiara la vida, fue ir a Mónaco a ver el Gran Premio de Fórmula 1, como buen seguidor de Alonso y Ferrari que era. El asturiano quedó entonces en cuarta posición y no subió al podio, pero el expanadero sí que le ha visto ganar en otros circuitos del mundo como Malasia, Budapest y Montmeló.

Siguiendo el rastro de él y sus amigos por Facebook, se observa que en los últimos años ha estado o ha invitado a sus familiares y amigos a lugares como Punta Cana, a un crucero por el Caribe, a Nueva York, un viaje por África, o Pisa, Roma o París en Europa. Se dice que en los últimos tiempos, no obstante, los amigos de Delgado han bajado el ritmo de viajes por el mundo, especialmente por supuestos inconvenientes planteados por sus mujeres.

Rumores y mentiras

El españolísimo pecado de la envidia también afecta al nuevo rico. Por ejemplo, se ha dicho que tanto él como su padre murieron en un accidente de tráfico al volante de su Porsche, cumpliendo de esta manera una suerte de maldición al vencedor de lotería como la que quitaba el sueño a Hugo 'Hurley' Reyes, el obeso personaje de ficción de la serie 'Lost' para el que ganar un superpremio millonario es sólo el inicio de un calvario. En el caso de Delgado, nada de esto es cierto. Su padre se pasea con su superdeportivo por el pequeño pueblo de Pilas, de 14.000 habitantes y a 32 kilómetros de la capital de la comunidad autónoma andaluza.

El alcalde de esta localidad, Juan Jesús Cruz, espera por su parte que Delgado aparezca un día con la intención de ayudar un poco a su pueblo, que sufre una tasa de paro superior al 25%. "Sin apenas gastar un duro, puede hacer mucho por la historia de Pilas", dice Cruz, que espera que el multimillonario se acuerde de la localidad en la que ha trabajado y vivido la mayor parte de su vida. Otros vecinos de el pueblo, sin embargo, le critican, algunos diciendo que "es muy miserias" y otros criticando que negara la ayuda al asilo de la localidad porque "ellos nunca le habían comprado ni un bollo". 

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