Las imágenes de los cadáveres de cuatro niños -uno de ellos un bebé- y tres adultos en las aguas cercanas a la isla de Lesbos (Grecia) tras ahogarse después de que su embarcación impactara con un barco de la Guardia Costera, dejan una estampa similar a la producida el pasado verano en la que se mostraba el cadáver de un niño sirio en una playa de Turquía. La Guardia Costera ha informado que tras el naufragio se han podido rescatar a 31 supervivientes que viajaban, junto a los fallecidos, en una embarcación de madera y en mal estado.
A consecuencia del impacto, producido en el momento en el que se estaba desarrollando una operación de rescate, la embarcación se hundió en el mar por lo que muchos de los que ahí se encontraban han resultado ahogados. Los guardacostas han confirmado hasta el momento siete fallecidos, que se suman a los tres registrados el miércoles por otro naufragio también frente a Lesbos. La fotografía del niño sirio muerto en la orilla de una playa de Bodru (Turquía) reflejó por lo que están pasando los refugiados y sus intentos por llegar a tierra firme.
Por el momento, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados cifra en alrededor de 3.000 el número de personas que han perecido ahogadas en el Mediterráneo intentando alcanzar costas europeas. Las autoridades y los servicios de emergencia de Lesbos han alertado de que se están quedando sin espacio para enterrar a los fallecidos.