Todo empezó en el complejo hotelero de moda: Ushuaia. Un joven británico de 27 años, Dave Little, estaba con su novia disfrutando de una fiesta en las lujosas instalaciones, cuando a media noche decidieron marcharse del local. Cuando Little, que se gana la vida como DJ, cogió su teléfono móvil -el mismo que había estado utilizando toda la noche para hacer fotos- con el objetivo de llamar a un taxi para regresar al hotel con su pareja.
Y en ese momento vino la sorpresa. Un mensaje le informó de que era el propietario de un autobús de 53 plazas, un Scania Irizar Century de un azul precioso, pues se había hecho efectiva su compra por el precio de 28.500 libras (unos 34.000 euros). El problema es que asegura que no sabe cómo ni cuándo pudo realizar esa extravagante compra y, desde luego, le ha destrozado su economía y, por descontado, también sus vacaciones. Quizás la mezcla entre alcohol y una manipulación abusiva de su móvil le jugaron una mala pasada.
Dave Little, que vive en el Condado de Durham, quiere recuperar su dinero, por lo que ya ha puesto a la venta el vehículo. "Todavía no me puedo creer que esto me esté pasando", escribió en su cuenta de Facebook. Un post que no deja de recopilar "Me gusta", pese a que al protagonista de la historia no le guste tanto.
