El director de Comunicación y Atención Ciudadana del Ayuntamiento de Barcelona, Marc Puig, aseguró este miércoles que el haber descartado la foto del torero Juan José Padilla como imagen promocional de la muestra internacional de fotoperiodismo World Press Photo "no está relacionado" con que la ciudad se haya declarado antitaurina, sino que prefirió la de un parado porque refleja la crisis. El consistorio ha descartado la imagen del torero para promocionar en banderolas la muestra fotográfica, que recalará en el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) del 6 de noviembre al 8 de diciembre.
En declaraciones a Europa Press, Puig ha negado que se haya tratado de un veto y ha reiterado que el Ayuntamiento, al recibir la foto del torero, sólo pidió "más opciones" dado que el CCCB había descartado utilizar la foto ganadora del certamen, que Paul Hansen tomó en Gaza. Ha asegurado que el CCCB estuvo de acuerdo en presentar otras instantáneas y envió la de Ananda van der Pluijm, que finalmente fue seleccionada por el consistorio: "Es la foto de un parado, que habla del drama de la crisis. Nos pareció que era mejor que la otra", ha valorado.
Preguntado por los motivos para haber descartado la del torero, ha insistido en que se buscaron más opciones, sin explicar el porqué, y asegurando que es la dinámica habitual: "Es el proceso normal que se genera en la ciudad 20 veces al día". Ha considerado que la polémica generada es "artificial" y ha señalado que nadie se ha quejado, ha negado que al consistorio no le guste el retrato de Padilla y ha afirmado que todas las fotografías del certamen son de gran calidad.
La oposición habla de "censura"
El líder de ICV-EUiA, Ricard Gomà, ha reaccionado en rueda de prensa enmarcando este episodio en una trayectoria de "censura increíble y brutal" y no puntual de expresiones artísticas, culturales y creativas por parte del Gobierno municipal de CiU desde 2011.
Ha puesto como ejemplos de esta tendencia la "prohibición" de un monográfico sobre diversidad de modelos familiares en la publicación Barcelona Metròpolis, y en la censura a pins sobre actos incívicos; al cartel del Carnaval y del Festival Sopes del Món de Nou Barris; al de la Fiesta Mayor del Casc Antic; a un mural al 'casal' del barrio de Pou Figuera; a un ciclo de cine social en el Raval, y a la publicidad en autobuses de un libro sobre la privatización de la sanidad.
El líder del PSC, Jordi Martí, ha coincidido en valorar lo sucedido como un acto de censura y ha reprochado al ejecutivo municipal no otorgar absoluta libertad y autonomía al equipo del CCCB y escandalizarse por tonterías, lo que ha juzgado de provincianismo y ha dicho que no ve "ninguna contradicción" en la fotografía del torero.
En rueda de prensa, ha valorado que el equipo del alcalde, Xavier Trias, tiene una obsesión para tenerlo todo bajo control, y ha puesto como ejemplo el rodaje de la serie 'Isabel' --no se grabó en el Tinell-- y a la censura a chapas y carteles de Fiesta Mayor.
Según el líder del PP, Alberto Fernández, Trias no puede vetar, actuar como un censor, ni puede mantener una actitud inquisitorial, ha pedido al alcalde que "rectifique" y autorice la fotografía en los carteles, y ha hecho referencia también a lo ocurrido con la serie 'Isabel', ha informado el PP en un comunicado.
En cambio, el líder de UpB, Jordi Portabella (ERC), no tiene nada que objetar a la decisión municipal dado que se siguió el procedimiento habitual, pero ha agregado que "es mejor que los toreros estén en los carteles que en las plazas", han informado fuentes de ERC a Europa Press.