Uno de cada seis jóvenes en España ni estudia ni trabaja, es decir, que encaja en la llamada categoría de los 'ni-nis', mientras que antes de la crisis éstos apenas suponían uno de cada diez, según un informe de Asempleo y Analistas Financieros Internacionales (AFI).
En total, al cierre del primer trimestre del año, había en España 697.073 jóvenes menores de 25 años que ni estudian ni trabajan, de los que el 79% son parados que no se están formando pero sí buscando activamente un empleo, y el 21% se encuentra en la actividad, esto es, que ni estudia ni trabaja ni busca empleo.
Según este informe, la gran parte de estos jóvenes inactivos (dos de cada tres) asegura estar desempeñando labores del hogar, por lo que su situación de inactividad no se debe, por ejemplo, a una incapacidad permanente sobrevenida o a la realización de tareas de voluntariado, sino al "desánimo generalizado" o a su escaso éxito en el mercado de trabajo.
Ocho de cada diez 'ni-nis' tiene entre 20 y 24 años, más de la mitad son varones, y prácticamente tres de cada cuatro son de nacionalidad española. El 70,9% de este colectivo presenta un nivel de formación bajo, el 20,4% un nivel medio y tan sólo el 8,7% cuenta con un alto nivel educativo.
Por comunidades autónomas, Baleares, Andalucía y Canarias presentan el mayor número de 'ni-nis', con más del 20% del total de jóvenes, por encima de la media nacional, situada en el 17,2%. También superan esta media Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, con más de un 19% de jóvenes 'ni-nis'.
Por norma general, existe un mayor peso de jóvenes que ni estudian ni trabajan en aquellas regiones donde la tasa de paro juvenil está por encima de la media. También la tasa de abandono escolar temprano incide negativamente en este indicador.
Las regiones donde el peso de los 'ni-nis' sobre el total de jóvenes es menor están encabezadas por País Vasco (10,2%), Cantabria (11,9%), Castilla y León (12%) y Aragón (13%).
En Extremadura, Andalucía y Madrid, los 'ni-nis' con bajo nivel de formación superan el 77% del total, mientras que en Cantabria, Navarra y País Vasco los tienen una formación media o alta representan casi la mitad.