Rosario Porto, la madre de la menor encontrada muerta en una pista forestal el pasado 22 de septiembre, ha dicho que se cometieron "múltiples irregularidades" en la investigación e instrucción del crimen de esta niña de 12 años. Las causas del fallecimiento de Asunta, según ha contado en una carta remitida a Telecinco en respuesta a otra enviada por la cadena, no son de "interés" para nadie más que, "por desgracia", para los "directamente afectados".
En 377 palabras, Porto lamenta que la presunción de inocencia esté "tan poco presente en la deontología periodística" y añade que lo que le preocupa es demostrar esta condición donde corresponde, ya que "mi inocencia solo debe ser contrastada y ratificada en sede judicial".
Se declara una persona "discretísima" y "muy celosa" de su "privacidad" y añade que por si "el dolor de esta terrible pérdida no fuese suficiente", imaginen "cómo me siento al ver mi intimidad profundamente violada".
La acusación que pesa sobre Rosario Porto y su expareja y padre de la víctima, Alfonso Basterra, se ha elevado de homicidio a asesinato y en el endurecimiento de la calificación han pesado las pruebas forenses -sangre, gástricas y de pelo- al revelar que Asunta era sedada con Lorazepam, un ansiolítico cuyo registro más alto corresponde al día 21, jornada en la que murió la pequeña.
Porto, en esta misiva, habla de la muerte de su hija, nunca de asesinato.
Tanto ella como Basterra, los únicos imputados, siempre han negado los hechos. Están encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro desde el 27 de septiembre.
El cuerpo sin vida de Asunta fue hallado por dos viandantes sobre un talud en el municipio de Teo, próximo a Santiago de Compostela.
Sobre el caso, que instruye el magistrado José Antonio Vázquez Taín, continúa vigente el secreto de sumario.