Copiar en los exámenes es un arte que evoluciona con el paso de los años. Lo que en el instituto comienza como un atajo para sortear las pruebas netamente memorísticas donde no hay espacio para la reflexión, termina dando lugar en la universidad a verdaderas joyas que evitan 'empollar' durante semanas contenidos que se olvidan en cuestión de horas.
El arte de la copia no está bien visto, pues supone un fraude respecto a los compañeros que no se valen de las artes picarescas. Pero lo cierto es que el proceso para construir una chuleta de calidad requiere un arduo trabajo, casi tan complejo como el de estudiar al estilo tradicional. Entre otras cosas, exige tener una visión global de los contenidos y conseguir una exquisita capacidad de síntesis.
La Complutense pide a los docentes que se incauten siempre que sea posible de "los medios de copia utilizados por el alumno
El proceso que deben seguir los docentes de la Complutense en caso de pillar in fraganti a sus alumnos copiando durante la realización de los exámenes parece igualmente complejo, a tenor del documento que ha difundido el rectorado entre los profesores de la universidad más grande de España.
Entre las recomendaciones para intentar amedrentar a los estudiantes menos honestos se contempla que realicen las pruebas con el DNI encima de la mesa o que el profesor acuda al examen con algún compañero de departamento que le preste apoyo para "no estar solo frente a posibles problemas imprevistos". También se recomienda a los docentes "mantener en todo momento una actitud atenta y vigilante". Hasta aquí, todo razonable.
Acta de denuncia
Pero hay una segunda parte con un inestimable componente burocrático. Los profesores deben levantar un acta cuando detecten a un alumno haciendo trampa. La Universidad recomienda que dicho documento sea rubricado tanto por el estudiante infractor como por algún testigo de los hechos -un compañero de clase-.
Además, la Complutense pide a los docentes que se incauten siempre que sea posible de "los medios de copia utilizados por el alumno (papeles, apuntes, fotocopias reducidas, 'chuletas', 'pinganillos', etc...)". Estos efectos deberán ser posteriormente entregados al secretario de Facultad para que los custodie hasta la correspondiente resolución. No podrán requisarse sin embargo los teléfonos ni aparatos electrónicos, pero sí se recomienda que quede "constancia fotográfica de la pantalla".
Una vez que la prueba haya finalizado, la Universidad anima a los docentes a que redacten la correspondiente denuncia "con la debida tranquilidad y sosiego", en la que expongan la incidencia con todo lujo de detalles. Una vez redactada el acta, "deberá ser remitida a la Inspección de Servicios para la adopción de las medidas que en cada caso correspondan".