La inestabilidad se ha apoderado de la presidencia de Altamira Santander Real Estate, la filial inmobiliaria del Banco Santander. En tan sólo año y medio se han dado tres relevos en el cargo, en medio de una frenética actividad por tratar de adelgazar la cartera de activos que atesora, especialmente promociones de viviendas, y de operaciones como la fusión con Mesena, su par en Banesto.