Es el benjamín de la familia Gut Revoredo y el último, hasta ahora soltero, de los hijos del desaparecido Herberto Gut Beltramo -fundador de ‘Prosegur’- y de Helena Revoredo – su actual presidenta y una de las mujeres más ricas de España-. Este mismo sábado, Germán Gut Revoredo dará el ‘sí quiero’ a Patricia Villanueva Nieto, una joven “de buena familia pero alejada del foco mediático”, según nos cuentan fuentes cercanas. Germán, que lleva cerca de una década residiendo en China debido a sus negocios, contraerá, sin embargo, matrimonio en Madrid y en una boda que, según ha podido saber Marabilias, ha costado en torno a los 100.000 euros. Al enlace no faltarán los empresarios más importantes de nuestro país, muy amigos de la familia, entre los que están Abelló, Entrecanales o la familia del desaparecido Botín.

En los últimos meses, los grandes grupos constructores han visto como algunos de sus principales accionistas han tenido que hacer caja con ellos, en la mayor parte de los casos para evitar males mayores en sus finanzas personales. El episodio más reciente ha sido protagonizado por Esther Koplowitz en FCC pero antes fueron Juan Abelló y José Manuel Loureda en Sacyr y también los Albertos en ACS. Las desinversiones han totalizado casi 800 millones de euros.

Juan Abelló no ha sido ni mucho menos inmune a la crisis  pero algunas de sus apuestas a largo plazo comienzan a darle las primeras alegrías. Entre ellas destaca el caso de Pepe Jeans, que cerró el ejercicio con beneficios de 45 millones de euros y que ya reporta plusvalías latentes de más de 75 millones. El lastre que suponía su filial Hackett parece haber pasado a mejor vida.

La adquisición de una participación en el fabricante ferroviario Talgo por parte de Juan Abelló permite valorar la compañía en el entorno de 425 millones de euros, cifra que se encuentra sensiblemente por debajo de las valoraciones (entre 800 y 1.000 millones de euros) con las que trabajó la empresa hace algo más de dos años, cuando se planteó salir a Bolsa. El financiero invirtió 20 millones de euros en un fondo luxemburgués que tiene el control del accionista único de Talgo.

Pasada la berrea comienza la temporada cinegética y como siempre, las fincas más importantes de España se preparan para celebrar días de caza y negocios. El asunto es simple: las grandes fortunas de España, en su mayoría aficionados a la caza (Abelló, Botín, Entrecanales, Fernández-Tapias, entre otros) organizan jornadas de invitación en sus respectivas casas. Fincas muy cuidadas en las que un puesto podría superar fácilmente los 3.000 € se ofrecen como regalía y pocos desdeñan tanta amabilidad. No sólo por el coste sino porque es difícil encontrar lugares donde de verdad uno le puede dar al gatillo, me comenta un asiduo asistente a estos selectos encuentros. 

El nuevo giro que Juan Abelló ha dado a sus inversiones parece apostar por empresas que no están cotizadas en Bolsa. Una de sus últimas adquisiciones ha sido una participación en Talgo, que no es tan minoritaria como había trascendido en principio. El financiero controla en torno al 4,5% del capital del fabricante ferroviario.

El financiero Juan Abelló no está teniendo suerte con sus inversiones aunque el problema no se sitúa sólo en España. En los dos últimos ejercicios, la cartera de Torreval, la sociedad patrimonial que tiene domiciliada en Bruselas, acumula un deterioro de 138 millones de euros. Esta circunstancia se une a las pérdidas efectivas por su salida de Sacyr, protagonizada a comienzos del presente ejercicio, además de los resultados negativos registrados por Torreal, su principal vehículo inversor, que en 2012 superaron los 60 millones de euros.

Las recientes desinversiones de Juan Abelló le han obligado a buscar fondos para tratar de tapar los desajustes que han dejado tras de sí las operaciones. Torreal, el buque insignia del financiero, afronta una histórica ampliación de capital de nada menos que 80 millones de euros que, en principio, tratará de asumir en solitario como accionista cuasi-único que es de la sociedad.

Imagina, una de las apuestas de Juan Abelló para su sociedad de capital riesgo ha arrastrado a ésta a números rojos cercanos a los 70 millones de euros. El motivo ha sido la necesidad de deteriorar la participación en el accionista de La Sexta, del que Torreal adquirió un 20% hace siete años por algo más de 255 millones. En concreto, el agujero que este deterioro ha generado en las cuentas de la sociedad de capital riesgo de Abelló asciende a 96 millones de euros, que apenas ha podido ser compensado con el resto de participaciones.

Operación salida para Juan Abelló. La colocación en el mercado del 9,6% que poseía en Sacyr no ha sido la única operación de este tipo que el financiero ha llevado a cabo en los últimos tiempos. También se ha deshecho de las acciones que poseía en Bolsas y Mercados Españoles (BME) e incluso ha frustrado la que iba a ser su próxima apuesta: tomar una participación significativa en Ebro Foods. Su lastre, el comportamiento del fondo de capital riesgo de Torreal.

El financiero Juan Abelló ha decidido poner fin a su inversión en Sacyr, que mantenía en origen desde hace 12 años. Sin embargo, el final del trayecto no ha sido ni mucho menos el soñado por quien por el momento ocupa una de las vicepresidencias de la compañía. La operación le ha supuesto minusvalías superiores a los 200 millones de euros. El paquete de acciones, que ha colocado en los tres últimos días a través de diferentes operaciones, llegó a estar valorado en algo más de 1.400 millones de euros, a finales de 2006. Ayer, su precio en bolsa no llegaba a los 70 millones.

La operación de fusión entre Antena 3 y La Sexta, saldada con éxito tras recorrer un camino lleno de dificultades, ha supuesto un alivio para algunas de las grandes fortunas del país. Entre ellos, para el empresario Juan Abelló, que ha visto la puerta abierta para que su sociedad de inversión Torreal, que invirtió en La Sexta hace cinco años, pueda volver a repartir dividendo tras dos ejercicios sin poder hacerlo.