Con el carpetazo de ERC a formar un hipotético tripartito que les daría a las fuerzas de izquierda menos la CUP la mayoría de 68 escaños para gobernar con el PSC a la cabeza, los comunes también enfrían el discurso. Ante la sombra de una repetición electoral, los comunes cierran filas a favor de un Govern progresista sea como sea. El portavoz de los Comunes, Joan Mena, expresó este martes que los votos de los 'morados' van a ser imprescindibles para Illa y no cerraba la puerta a apoyar desde el exterior sin la necesidad de un tripartito. Un discurso que difiere de la balanza a la que se decantaban los de Jessica Albiach, que se veían en la coalición con Illa con sus 6 escaños, después del escrutinio.

Los comunes, después de la dimisión de Pere Aragonés, siguen recalcando la opción de una coalición de izquierdas a pesar de esperar unos resultados mejores. "Entre dos opciones, hemos garantizado mantener un espacio propio que nos permite trabajar para hacer realidad la posibilidad de un gobierno de coalición de izquierdas que dan los resultados", espetaba Mena. Sin embargo, también dejó caer que con el complicado cuadro de pactos podía haber un entendimiento con el PSC más allá de un tripartito, con "distintas fórmulas" para dar lugar a un acuerdo de izquierdas.

Ante la posibilidad de la llegada de la "coalición del asfalto", como ha tachado Albiach a un pacto entre Junts y el PSC o una repetición electoral que, insisten, es la que quiere Puigdemont, los comunes se mantienen en favorecer una opción de izquierdas en el Ejecutivo catalán. Eso podría ser que apoyaran un Govern en minoría de Illa, que es lo que busca el PSC, y también seguir siendo la fuerza 'satélite' de un ejecutivo bicolor entre ERC y PSC, una opción por ahora difícil por la postura que han tomado los republicanos tras el varapalo de perder 13 escaños y expresar su deseo de estar en la oposición para rehacerse.

La postura del PSC: hablará "con todas las fuerzas democráticas"

Por su parte, el PSC ha empezado la ronda de contactos con los partidos políticos para organizar las primeras reuniones en las que explorar posibles pactos para la constitución del Parlament y la investidura del presidente de la Generalitat, unas llamadas en las que no incluyen a Vox ni a Aliança Catalana.

Así lo explicó este miércoles en declaraciones a TVE la 'número dos' de la candidatura del PSC y miembro de la comisión negociadora de los socialistas catalanes, Alícia Romero, que ha admitido que la campaña electoral de las elecciones europeas, que empieza la semana que viene, puede "influir" en las negociaciones.

"Desde ayer estamos haciendo las primeras llamadas y tomas de contacto con los diferentes partidos para poder organizar ya estas primeras reuniones para contrastar y compartir sensaciones y voluntades y a partir de aquí, negociar", explicó. Romero ha insistido en que el PSC hablará "con todas las fuerzas democráticas" representadas en el Parlament, es decir, también con JxCat y el PP, pero "no con la extrema derecha ni de Vox ni de Aliança Catalana".

"Hemos hecho algunas llamadas para poder empezar esas primeras reuniones, pero también hay que entender que los partidos están digiriendo los resultados. Hay otros partidos que necesitan un tiempo para digerirlos y, por lo tanto, hay que ser también respetuosos con esos tiempos", indicó Romero para añadir que aún no se ha dado inicio a ninguna negociación.

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