Manuel Valls ha empezado a sondear con diversas figuras políticas de todo el país la creación de un nuevo partido de centro izquierda nacional netamente antinacionalista. Los contactos están todavía en estado embrionario, pero el ex primer ministro francés parece dispuesto a dar el paso si el contexto y las circunstancias lo aconsejan.
Valls quiere dejar huella en la política española. Casi un año después de anunciar su candidatura a la alcaldía de Barcelona, el dirigente francés medita un movimiento más arriesgado. Valls cree que hay hueco para una formación que se ubique ideológicamente en el espacio que, en su opinión, ha dejado huérfano Ciudadanos y el PSOE.
Valls, que actualmente es concejal del Ayuntamiento de Barcelona, se ha desmarcado completamente de la Lliga Democrática, el proyecto de centro derecha catalanista. Este partido cuenta entre sus impulsores con su número dos en el consistorio Eva Parera y el ex presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), Josep Ramón Bosch.
Contactos con De Carreras y Maneiro
El mandatario persigue un objetivo más ambicioso a nivel nacional. Y la gente de su equipo más cercano le está animando a dar el paso. El runrún de su plan corre como la pólvora por toda Barcelona. Según ha sabido Vozpópuli, Valls está en permanente contacto con Francesc de Carreras, uno de los fundadores de Ciudadanos que abandonó el partido naranja por la estrategia que de Albert Rivera.
Otra de las personas con las que Valls ha contactado es Gorka Maneiro. El ex diputado en el Parlamento vasco de UPyD ya impulsó una plataforma con la idea de crear un partido de centro izquierda que se desmarque claramente de los pactos del PSOE con partidos nacionalistas e independentistas como en el País Vasco, Navarra y Cataluña. El proyecto de Maneiro no cuajó y descartó concurrir a los procesos electorales de abril y mayo.
Fuentes del entorno de Maneiro señalan a este diario que los dos quedaron en tener un diálogo en profundidad, pero que la conversación está todavía pendiente. Estas mismas fuentes consideran que el liderazgo de Valls puede ser clave para lanzar un nuevo partido, pero que los tiempos dependerán del contexto y la oportunidad. Valls es un político veterano y no se va a precipitar. Si la investidura de Pedro Sánchez no sale adelante, es posible que no se den las condiciones para montar algo a toda prisa.
Valls y Parera se han quedado solos en el Ayuntamiento después de romper su alianza con Ciudadanos. El ex primer ministro galo se ha enfrentado a Rivera y se ha solidarizado con diputados como Toni Roldán, que ha abandonado las filas naranjas.
Boda con Susana Gallardo
Al mismo tiempo, Valls ha repartido guiños a dirigentes socialistas como Javier Lambán. El presidente de Aragón ha sido especialmente crítico con el separatismo catalán y algunas cesiones del PSOE al nacionalismo. En ese espacio, bastante estrecho, es donde Valls busca un hueco.
El concejal guarda de momento silencio sobre sus planes. Su futuro inmediato, dice, pasa por el Ayuntamiento de Barcelona. Valls apoyó la elección de Ada Colau como alcaldesa como "mal menor". Ese apoyo le costó el divorcio de Rivera.
Valls ha estado muy desconectado de la vida pública este verano. Y actualmente está enfrascado en la organización de su boda con Susana Gallardo, heredera de los laboratorios Almirall. El enlace se celebrará el próximo sábado en Menorca y será uno de los eventos sociales, económicos y políticos del año.