Virginia López Negrete, abogada que ejerce la acusación popular en nombre de Manos Limpias, llamó a Miguel Bernad,el alma máter del sindicato, para alertarle de que las pesquisas contra él que llevaba la Audiencia Nacional podían desembocar en una pronta detención u otra actuación inmediata de la Policía. El objetivo de la conversación era convencer a Bernad de que nombrar a un vicepresidente u otra figura de su confianza en la que delegar sus poderes para el caso de que fuera arrestado, con el objetivo de evitar de esta forma que se pudiera nombrar un administrador judicial en la entidad. La letrada temía que éste pudiera apartarla del caso y nombrar a otro para que retirara los cargos contra la Infanta Cristina en el juicio del caso Nóos.
Según informa ABC, del tono de voz de la abogada "parece deducirse que está leyendo un guión, como si supiera que la llamada podía estar siendo intervenida, y de ahí que se preocupe en lanzar mensajes nítidos que la desvincula de las actividades del sindicato más allá de su labor profesional y de hacer ver que no conoce las interioridades del funcionamiento de Manos Limpias".
Según fuentes conocedoras de la conversación, que ha sido reconocida por López Negrete -incluso ha reproducido en declaraciones a Europa Press algunas frases textuales de la misma que más le interesan-, la llamada se produce ya entrada la noche anterior a la detención de Bernad. Tras un breve saludo, la letrada, según las fuentes consultadas, le explica que le ha llegado información de dos periodistas que están en contacto con la UDEF de la Policía en el sentido de que «la investigación se podía complicar» para él, por lo que en su opinión había que poner en marcha un plan de forma inmediata.