En el PSOE se respira un clima de angustia porque Pedro Sánchez no acaba de despegar en las encuestas, Ciudadanos sigue pisándole los talones y Podemos continúa siendo un enemigo potente, a pesar de que sus expectativas no son tan altas como las que llegó a tener hace un año. En concreto, el análisis electoral más reciente que manejan los socialistas refleja que el sueño de recuperar La Moncloa puede romperse el próximo día 20 si ceden un escaño en 18 circunscripciones en beneficio de Albert Rivera o de Pablo Iglesias. La disputa por este diputado está más abierta en Madrid, la comunidad valenciana, Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén, Sevilla, Ciudad Real y Ávila.
La fortaleza del PP en las dos Castillas y en Galicia ayuda a consolidarle como primera fuerza en el conjunto de España
Esta será una de las dificultades de peso que puede impedir a los socialistas llegar dentro de dos semanas y media a los 100 escaños, frente a los 110 que obtuvo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011. Los asesores de Pedro Sánchez tienen bien definidas hasta 25 provincias donde la posible subida del voto a Podemos o a Ciudadanos puede hacer bailar hasta 30 diputados.
Otra de las claves que puede condicionar la carrera probablemente fallida de Sánchez hacia La Moncloa es la fortaleza que demuestra el PP en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Galicia. Los expertos del PSOE creen que en estos territorios lo importante, según las reglas de la ley D´Hont, no será tanto el porcentaje de votos como quien ocupe la primera posición. Y en todos los casos, lo que avanzan las encuestas más fiables es que este privilegio será el próximo día 20 para el PP.
La crisis del PSC en Cataluña, un obstáculo añadido
Otro aspecto que preocupa al equipo de campaña del secretario general es el descenso de los apoyos al PSC en Cataluña. Después de Andalucía, es la comunidad que más ha aportado tradicionalmente al granero de votos del PSOE en unas legislativas. El agujero que puede provocarle a Pedro Sánchez la debilidad del socialismo catalán encuentra una primera aproximación comparando lo sucedido en los comicios de 2008 y 2011. En los primeros, los socialistas obtuvieron casi 11,3 millones de votos en toda España, un 14% de los cuales procedieron de Cataluña. En los segundos, con Rubalcaba como cabeza de lista, los apoyos no llegaron a los siete millones, de los que el 13% se cosecharon también gracias al PSC. Casi todos los primeros espadas responsables de esta caída permanecen ahora en muy segundo plano, desde José Montilla, que presidió el Gobierno tripartito, hasta el propio Pere Navarro, recién apeado de las listas. Los expertos de Ferraz han analizado con detalle la foto electoral del pasado 27 de septiembre y han concluido que Cataluña volverá a perjudicar en esta ocasión al PSOE en el reparto final de escaños.
El equipo de campaña de Pedro Sánchez trabaja con una horquilla de entre 83 y 101 diputados como máximo
A falta de la encuesta del CIS que el Gobierno hará pública este jueves, la cúpula socialista estima que Pedro Sánchez podrá conseguir el 20-D entre 83 y un máximo de 101 diputados, mientras que el PP se situaría en la horquilla de 126/134. Los mismos análisis avanzan que Albert Rivera ocupará la tercera posición con una representación en el Congreso de entre 46 y 56 diputados. Podemos se quedaría entre los 23 y los 42.
El ajuste final no podrá hacerse hasta casi la víspera de las elecciones, cuando los tracking incorporen la respuesta final que el Gobierno y las distintas fuerzas políticas han dado al desafío soberanista en Cataluña, la fuerza del despegue definitivo de Ciudadanos y las posibles sorpresas que puedan surgir durante la campaña que mañana arranca, pues aunque el impacto de la corrupción parece amortizado, no se descarta la aparición de algún escándalo que acabe moviendo el voto.
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