España

Bárcenas perdió 60.000 euros tras malvender 56 kilos de oro dos meses después de comprarlos

El último informe de la Policía revela que el extesorero del PP vio disminuir el abultado saldo de sus cuentas en Suiza tras invertir en mayo de 2010 cerca de un millón de euros en 28 lingotes y desprenderse de ellos en julio de ese mismo año.

  • Lingotes de oro.

Luis Bárcenas intentó justificar ante el juez Pablo Ruz los millonarios saldos de sus cuentas suizas en su buena vista para los negocios y las inversiones en bolsa. Sin embargo, el último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía incorporado este jueves al sumario del caso Gürtel destaca que no siempre era así, ni mucho menos. De hecho, el político 'popular' perdió en 2010, cuando ya estaba imputado en la causa, cerca de 60.000 euros en la compraventa de 28 lingotes de oro. 56 kilos del metal precioso por los que pagó 1,2 millones de francos suizos (cerca de un millón de euros) y de los que se desprendió menos de dos meses después por 1,1 millones. "No recuperó con la venta lo invertido en la compra", destacan los agentes autores del documento policial.

El experto de una entidad suiza había recomendado "personalmente" al extesorero invertir en el metal precioso porque auguraba subidas importantes "en las próximas pocas semanas". Erró 

La compra la realizó el 17 de mayo de aquel año a través de una subcuenta en francos suizos que Bárcenas poseía en la entidad financiera SYZ a través de la empresa panameña Granda Global, a nombre de su testaferro español, Iván Yáñez. A los once días, el extesorero se desprendió de uno de los 28 lingotes, por lo que se embolsó 44.450 francos suizos (36.000 euros). Con ello consiguió un pequeño beneficio: 211 francos suizos (171 euros). Sin embargo, cuando el 5 de julio se desprendía de las 27 piezas restantes el resultado fue muy distinto: perdió 73.484 francos suizos (59.670 euros). El informe policial se limita a recoger el movimiento, aunque la abundante documentación remitida por Suiza el pasado mes de abril en la que se recoge dicha operación es mucho más completa sobre cómo se gestó dicha compraventa de oro a través de un cruce de correos electrónicos entre Iván Yáñez, su testaferro español, y Agathe Stimoli, la empleada del Dresdner Bank-LGT que gestionaba las cuentas del extesorero en esta entidad financiera.  

Dicho intercambio de mensajes se inició el mismo mayo de 2010, cuando Bárcenas ya había transferidos sus millonarios fondos a depósitos abiertos con la mercantil uruguaya Tesedul SA. En uno de esos email, la gestora del banco comunicaba a Yáñez varias novedades sobre los traspasos de dividendos entre cuentas y, con esa excusa, le proponía nuevas operaciones bursátiles: "Dime si quieres hacer alguna inversión en acciones en francos suizos o dólares estadounidenses con la liquidez que disponemos ahora que los mercados han bajado bastante". También le recordaba que le iba a enviar por correo postal la nueva documentación de la cuenta tras la absorción del Dresdner Bank por parte del LGT para que la firmase "nuestro amigo", en referencia a Luis Bárcenas.

"Debería invertir un tercio"

Sin embargo, el núcleo principal del mensaje estaba referido a un nuevo recurso inversor. Según el mensaje de la gestora suiza, Yáñez, el extesorero y ella habían mantenido una "reciente reunión en Madrid" en la que éstos le habían preguntado por la posibilidad de invertir una parte del dinero que atesoraban en Suiza en metales preciosos. "He consultado [a] nuestro departamento de gestión para solicitar comentarios y recomendaciones con respecto al oro", señalaba Stimoli antes de adjuntarle la información al respecto que le había remitido un tal Ralph de su propia entidad. Ésta, según se refleja en la documentación remitida por las autoridades del país helvético, se componía de dos documentos adjuntos y un breve comentario escrito en el cuerpo del correo en inglés.

En esta nota, el experto aseguraba que el LGT acababa de incrementar su 'posición' en oro de su cartera del 3% al 5%, para a continuación recomendar "personalmente" al cliente que, ya que no tiene inversiones en este metal, "debería dirigir ahora un tercio de la suya" hacia esta metal precioso. Para reforzar su propuesta aseguraba que el precio del mismo iba a pasar de los 1.180-1.200 dólares que estaba en esos momentos a los 1.260-1.280 "en las próximas pocas semanas". Sin embargo, la previsión del experto del banco suizo erró y Bárcenas, que había hecho dicha inversión a través de la cuenta que tenía en otra entidad suiza, el SYZ, terminó sacando el dinero invertido en oro sólo dos meses después de haberlo invertido por causas que no se detallan. Consecuencias: una pérdida de 60.000 euros y un poco más de descrédito a esa fama de supuesta buen gestor bursatil con el que el propio Bárcenas quiso esconder ante el juez Ruz el oscuro origen de sus fondos suizos.

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