La euforia se ha desatado en los mercados, al calor de la seguridad de que España tendrá rescate financiero a cambio de unas condiciones para nuevos ajustes que tampoco desagradan en absoluto a los inversores. Los bonos públicos se han disparado en precio, la Bolsa se ha animado (con mención especial para la banca) y el papel corporativo es el gran objeto de deseo ahora mismo, después de varios meses cerrado. Los inversores dan por hecho que continuarán las emisiones, a las que Telefónica y Santander dieron el pistoletazo de salida después de muchos meses de inactividad, debida a un cierre absoluto de los mercados. Todo eso, animado por un rally en la deuda pública que tendrá efectos positivos en la economía, entre otras cosas porque suaviza algo la presión crediticia sobre España.
Santander colocó ayer 2.500 millones en bonos, en una oepración que se resolvió en apenas una hora y que. Posteriormente, esos bonos seguían imparables y recortaban más de 15 puntos básicos en rentabilidad en el mercado secundario. Dos días antes, Telefónica había colocado también en tiempo récord 750 millones en deuda con una demanda que superaba en 10 veces la oferta, pero la compañía se arrepintió de haberlo hecho antes de la irrupción de Draghi y al día siguiente (ayer) amplió en 250 millones la operación, eso sí, con un recorte en la rentabilidad de 100 puntos básicos.
Un operador español, que el pasado miércoles ya alertaba de la fuerte demanda que había suscitado la deuda de Telefónica, comentaba que “están todos los departamentos financieros a tope; en breve veremos más colocaciones”. Desde una empresa Ibex aseguraban que “colocamos siempre que vemos que se abre una ventana de oportunidad y parece que se acaba de abrir una. En meses anteriores hemos podido hacer algunas colocaciones fuera de España, pero ahora no podemos descartar salir a mercado aprovechando esta buena coyuntura”.
En las próximas semanas, será "más que probable" que aparezcan más colocaciones de bancos, empresas energéticas y de telecomunicaciones, opina Félix López, de ATL Capital. Iberdrola, Enagás, Red Eléctrica... Alemania tuvo problemas esta semana en adjudicar deuda a largo plazo por los tipos tan bajos existentes y "el mercado ya se está cansando de acudir a subastas con tipos negativos".
Bajadas de rating, no
El experto destaca además, que “la mejoría tanto en la deuda pública como en el corporate, debería suavizar la presión crediticia. No creo que vaya a haber bajadas de rating ya e incluso debería haber algún cambio de outlook por parte de alguna agencia, salvo que haya alguna catástrofe, que tampoco se puede descartar nada”.
Pero destacaba que “el inversor que haya tomado posiciones en bonos públicos españoles en el último mes habrá ganado más de un 10%”. Ayer, el 10 años acabó en el 5,64%, quedando por debajo de la cota del 6% por primera vez desde que se solicitó el rescate bancario.
Dicho experto afirma que en su entidad ven solidez en el tiempo a estos avances. Los tramos cortos tienen menos recorrido, “ya que el dos años está en el 2,7% y no creemos que vaya a caer más allá del 2,5%”, pero, por el contrario, “todavía vemos ganancias sólidas a largo, con un 10 años recortando su rentabilidad hasta el entorno del 4,5%-5,00%”.
Una situación que mejoraría sensiblemente el escenario al Tesoro para seguir emitiendo. La confirmación de Mario Draghi de los planes de ayuda para España, tanto por parte del Banco Central Europeo (BCE) como de los mecanismos de rescate ha sido la confirmación que deseaba el mercado. Y otro apartado que no ha sido demasiado destacado: que el BCE haya eliminado la necesidad de entregar como colateral un activo con un rating determinado para descontar papel es muy bueno tanto para las entidades financieras como para el Tesoro.
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