Las conversaciones entre Delcy Rodríguez y Víctor de Aldama se intensificaron en vísperas del encuentro de Barajas del 20 de enero de 2020, en un episodio bautizado como Delcygate. La dirigente venezolana y el intermediario español departían sobre el contrato para la compraventa de oro y otros asuntos entre las relaciones Madrid-Caracas. Pero también sobre geopolítica, con un apunte que adquiere mayor trascendencia teniendo en cuenta que ella se desempeñaba como vicepresidenta del régimen de Nicolás Maduro. Y, en esas, advirtió de las posibles consecuencias de una escalada de la tensión entre Irán y Estados Unidos.
La conversación está fechada el 8 de enero de 2020, a las 0.54 horas. Faltaban 12 días para el encuentro en Barajas y Delcy Rodríguez y Víctor de Aldama se escribían con frecuencia. Los mensajes forman parte de la batería de evidencias que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregó a la Audiencia Nacional.
“Viste lo de Irán, ¿no?”, le pregunta la vicepresidenta de Venezuela. Cabe recordar que el régimen de los ayatolás es un socio preferente del de Nicolás Maduro en el plano internacional; no sólo por formar parte ambos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), también por las recurrentes cumbres del más alto nivel que mantienen los dirigentes de Teherán y Caracas.
El contexto internacional en el que discurre la conversación entre Delcy Rodríguez y Víctor de Aldama es crucial para comprender el intercambio de mensajes. El 3 de enero -no hacía ni cinco días-, Estados Unidos acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani con un ataque con drones en Bagdad. Como consecuencia de este episodio se recrudecieron los enfrentamientos militares entre Irán y Estados Unidos en diversos puntos de la región.
Uno de los casos más destacados tuvo lugar el 8 de enero, fecha en la que discurre la conversación entre Delcy y Aldama. Ese día, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica atacaron con misiles dos bases estadounidenses en Irak. No hubo víctimas mortales, aunque sí un número considerable de heridos de leve consideración. En aquellas fechas, los analistas internacionales se afanaban en dilucidar si este cruce de ataques supondría una escalada mayor de consecuencias imprevisibles.
"Esto va a acabar muy mal"
La vicepresidenta de Venezuela lo hacía con Víctor de Aldama. “No, ¿qué pasó hoy? -aseveró el intermediario- Llevo todo el día conectado con España y ahora en el aeropuerto”. A lo que ella responde: “Atacaron [la] base de Estados Unidos en Irak, fronterizo con Jordania”. Para después añadir: “Tiraron 12 misiles”.
La respuesta de Víctor de Aldama fue la siguiente: “Madre mía [sic] ya han empezado esto va a acabar muy mal y todos los demás involucrados espera que no sea el comienzo de la 3 guerra mundial joder madre mía”. “Estaba claro que iban a contraatacar”, añadía. A lo que concluía: “Puto Trump loco de mierda”.
“Así es”, coincidía Delcy Rodríguez ante las consideraciones de Víctor de Aldama. Entonces le ofrecía algo más de información geopolítica al intermediario español: “Lo hicieron a la misma hora que mataron a Soleimani”.
“Qué pena”, deslizaba Aldama. A lo que Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, hacía su análisis ante la crisis que se vivía en Oriente Medio: “Terrible lo que viene”. “Sí, pero con consecuencias muy malas para todos”, añadía el intermediario español. “Así es”, coincidía la vicepresidenta venezolana. Y concluía: “Europa será golpeada también”.
"Ya estás en la familia"
Víctor de Aldama hacía entonces su particular análisis sobre cómo se debía actuar ante la crisis internacional: “Pero mucho, está más cerca [se infiere que habla de proximidad geográfica entre Europa y Oriente Medio], aquí hay para todos, mejor que busquemos un búnker y nos
metamos, porque como estos empiecen a ver quién les para”, indicaba a la vicepresidenta venezolana. “Dios”, respondía ésta.
Tras este análisis, Víctor de Aldama propuso a Delcy cambiar de tema: “Bueno, mejor nosotros sigamos con lo nuestro, que también tenemos ahí un poco de lío que arreglar”, apuntaba, a doce días de que tuviera lugar el encuentro en Barajas. “Una vez más gracias por todo y por el trato, ya me voy a tener que poner el apellido Rodríguez también, jajajajajajaj”. Ella, por su parte, abrazó la propuesta: “¡Síiiii! Ya estás en la familia”.