Rajoy ha iniciado su comparecencia con el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman van Rompuy, agradeciendo a este y "a muchos millones de europeos" que hayan pasado sus vacaciones en España. A continuación, ha indicado sus consabidas frases relacionadas con "el compromiso" español para cumplir con el déficit y los compromisos a los que se ha llegado con los socios comunitarios. Ha recordado que en junio "se hizo un encargo a Van Rompuy para que elaborara una hoja de ruta para la integración europea", en unos trabajos que tendrían sus primeras conclusiones en diciembre.
El presidente ha eludido, como viene siendo habitual, hacer respuestas directas sobre la posibilidad de financiación de España, por ejemplo, a través del BCE. Ha recordado que "la prima de riesgo no responde a los fundamentos de la economía española, por lo que el BCE ha dado un paso adelante y ahora correponde a los Estados" el pedir asistencia financiera. Por su parte, el presidente ha negado de que el presidente catalán, Artur Mas, le enviara una carta emplazándole a hablar del rescate, sino que le escribió para hablar sobre el pacto fiscal.
Rompuy y el federalismo
Van Rompuy ha recordado que "he interrumpido mis vacaciones con mis hijos y con mis nietos, aunque ha sido un placer", y ha calificado el problema español como "de endeudamiento privado, con desequilibrios que se han creado dentro de España pero también fuera". Respecto a la reforma europea que está en camino, Van Rompuy ha asegurado que se basa en primer lugar en una "unión bancaria, algo urgente para evitar que los contribuyentes paguen por los fallos de la banca". "No les quepa ninguna duda: el euro es irreversible y el futuro de Grecia está dentro de la Eurozona", ha asegurado el político flamenco.
El presidente europeo también ha destacado que "he participado en el proceso de cambio de un Estado unitario en uno federal, el cómo hacerlo es responsabilidad de España. Pero en Europa mandamos medidas para el conjunto del país".